Tressis Gestión se marca como objetivo alcanzar los 1.000 millones este año

Jacobo Blanquer y Virginia Perez Tressis
Jacobo Blanquer y Virginia Perez. Fuente: Cedida (Tressis)

Tras un buen 2023 en cuanto a rentabilidades y captación, Tressis Gestión se adentra en el 2024 con un objetivo claro: seguir creciendo. Como meta, se marca una cifra: "Confiamos en poder llegar a los 1.000 millones de patrimonio bajo gestión en 2024", dice Jacobo Blanquer, consejero delegado de la gestora. Supondría elevar su patrimonio un 36% por encima de los 733 millones que tienen actualmente.

Su reto es seguir creciendo tanto en producto tradicional como en alternativo. En lo que respecta a estos últimos, su estrategia se enfoca en fomentar inversiones en capital privado, un complemento que consideran clave para enriquecer las carteras de los clientes. "Nos centramos en identificar los mejores equipos para alcanzar acuerdos de colaboración en la creación de programas de inversión robustos que aporten valor a las carteras de nuestros inversores", cuenta Virginia Pérez, directora de inversiones de Tressis SV. En concreto, creen que este tipo de activos fomentan la diversificación de las carteras financieras, aprovechando oportunidades en estrategias, sectores, geografías y diferentes etapas de compañías, siempre alineadas con sus metas de inversión, tolerancia al riesgo y preferencias en sostenibilidad.

La gestora ha hecho una importante apuesta por las inversiones alternativas en los últimos años. "Estamos satisfechos con la evolución de los productos de capital riesgo que hemos lanzado en los últimos años. Esto nos anima a continuar buscando nuevas oportunidades que complementen nuestra gama en capital privado, seleccionando estrategias que aporten valor a las carteras de los clientes, con el objetivo de alcanzar los mismos retornos que en los productos que ya tenemos", apunta Blanquer.

Por otra parte, en lo que se refiere a los vehículos tradicionales, ponen un especial énfasis en los fondos y carteras gestionadas multiactivos con perfiles definidos. La política de control de riesgo seguirá siendo un pilar fundamental en la gestora, donde buscan acotar el riesgo de los productos dentro de sus características. "Estas soluciones de inversión permiten a nuestros clientes mantener su perfil de riesgo delegando las decisiones de inversión en equipos expertos. Proporcionamos así una mayor flexibilidad y adaptabilidad a las preferencias de cada inversor, asegurando una gestión especializada y alineada con sus objetivos financieros", añade Pérez.

Cuestionan que será el año de la renta fija

En lo que respecta a mercados, creen que estos se enfrentarán a una desaceleración económica que hará más volátil el ejercicio. A pesar de ello, son positivos en el conjunto del año ya que esperan bajadas en las tensiones inflacionistas y en los tipos de interés.

En renta fija sus perspectivas son favorables, aunque cuestionan la afirmación categórica de que será “el año” de la renta fija. "Nuestra estrategia es mantenernos en los tramos medios de la curva, que proporcionan una mayor rentabilidad y menor volatilidad que los plazos más largos", cuenta Pérez. En el ámbito corporativo, prefieren los bonos de alta calidad crediticia, especialmente en bancos con sólidos ratios de capital y mínima morosidad, así como en empresas con flujos de caja estables y capacidad para reducir su endeudamiento. "En contraposición, sugerimos evitar los bonos de baja calidad crediticia. La renta fija se presenta como una herramienta para mitigar riesgos y diversificar carteras, generando ingresos que ayuden a gestionar la volatilidad en este contexto cambiante", subraya.

Un año prometedor en bolsa

Por su parte, en renta variable su enfoque se alinea con un escenario potencialmente prometedor. "Si la Fed confirma haber alcanzado el máximo de tipos de interés y no nos adentramos en una desaceleración más pronunciada de lo previsto, podríamos entrar en una etapa altamente favorable para la renta variable. Esto implicaría una participación más amplia en las subidas tanto de sectores como de empresas de diversos tamaños", sugiere.

Los resultados empresariales serán la clave determinante para el avance continuo de los mercados bursátiles. Sus proyecciones son optimistas en términos de beneficios corporativos y márgenes. "Nos inclinamos positivamente hacia el sector tecnológico por la resistencia que muestran sus beneficios, así como por el impacto favorable que la inteligencia artificial podría generar en su crecimiento en los próximos años. Además, observamos una oportunidad en los servicios públicos y el consumo básico, segmentos que han mostrado un comportamiento rezagado en comparación con la media y que deberían recuperarse en un entorno de estabilización de los tipos de interés y desaceleración económica", concluye. Por otro lado, se mantienen prudentes con la inversión en petroleras, el sector de medios y entretenimiento, las biotecnológicas sin beneficios y los clásicos del motor.