Ulrik Fugmann (BNP Paribas AM): “Descarbonizar la economía real no es lo mismo que descarbonizar las carteras”

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Ulrik Fugmann._Cedida (BNP Paribas AM).

El responsable de la estrategia de transición energética de BNP Paribas AM, Ulrik Fugmann, cree que, a la hora de invertir en descarbonizar, se pueden hacer cosas diferentes, que no producen los mismos efectos. “Con una cartera se pueden hacer dos cosas: puedes descarbonizar la cartera o puedes invertir en descarbonizar la economía real. Y son dos cosas muy distintas”, afirma.

En su opinión “la industria de fondos está haciendo muchas declaraciones en torno a net zero y los objetivos de París, para decir que sus carteras están alineadas con la cuestión climática”. Ahora bien, advierte que “se puede descarbonizar una cartera sin invertir nada en ningún valor que aporte soluciones a la crisis climática. Si inviertes por ejemplo en un fabricante de raquetas de tenis que cada año reduce sus emisiones, estarás alineado con determinados objetivos, pero lo cierto es que el mundo no necesita más raquetas de tenis, sino más inversión en energía solar o eólica”.

El precio de las tecnologías limpias

El gestor tiene claro que su estrategia busca invertir en la descarbonización de la economía real.  “Nos preocupa que haya una cierta complacencia con la forma de invertir hacia net zero. Determinadas compañías con objetivos net zero son absolutamente irrelevantes para la transición energética. Y como inversores, es importante saber dónde ponemos el dinero”, señala.

Para Fugmann una de las grandes limitaciones para invertir más en la descarbonización de la economía real es tener que seguir a un benchmark “porque puede llevar a que ya no estés invirtiendo en la transición energética, por eso nosotros desde que empezamos en 2019 no queremos tener un índice de referencia para nuestra estrategia.”  Con o sin índice, el gestor reconoce que muchas de las empresas de la estrategia, como ciertas inversiones en energía solar, eólica o en hidrógeno pueden ser muy volátiles. No obstante, asegura que “es más un riesgo de precio que de negocio, porque esas empresas van a seguir creciendo”.

Fugmann considera que, desde el año pasado, los riesgos macroeconómicos se han convertido en los protagonistas y aunque las empresas de tecnologías limpias hayan visto crecer sus ingresos, sus beneficios y su capacidad, se trata de valores de crecimiento, que sufren más en un ambiente de incertidumbre. “Pero inevitablemente, los fundamentales de estas compañías serán reconocidos y se corregirá su infravaloración” estima.

En 2023, hemos asistido a una recuperación del estilo crecimiento, que sin embrago, no ha llegado todavía a las compañías de tecnologías limpias. El gestor explica que parte de esa coyuntura se debe a que “muchos inversores están esperando a que se aclaren determinados aspectos sobre cómo van a funcionar los créditos fiscales derivados de IRA (Inflation Reduction Act”), un paquete que en total podría suponer un estímulo de 1,3 billones de dólares según algunas estimaciones. “Estamos a la espera de que las distintas administraciones americanas den a conocer sus guías, pero se trata de temas complejos. Con eso y con una solución al tema del techo de la deuda, podríamos ver una mejora del mercado”, apunta.

¿Con qué compañías se descarboniza la economía real?

El gestor cita en primer lugar el crecimiento de la energía solar residencial, tanto en EE.UU. como en Europa. “Si los precios energéticos se mantienen en el medio plazo, estamos hablando de una alternativa muy atractiva que bajará la factura energética de los consumidores. Creemos que la penetración podría aumentar en una década del 4% al 20%”, detalla.

Otro tema es el hidrógeno, sobre todo en Europa. “El hidrógeno verde terminará siendo la tecnología dominante, frente al marrón o el gris. Parte de la economía que depende de las moléculas de los combustibles fósiles, puede pasar a depender de las moléculas del hidrógeno, como ciertas áreas de la movilidad (camiones, autobuses), los barcos, el acero o la producción de fertilizantes (amoníaco verde). Puede tener muchas aplicaciones”, explica.

También apuesta por la eficiencia en el almacenamiento de energía, con baterías que puedan asegurar un suministro más estable de la energía renovable. “Muchos críticos de las energías renovables aducen su carácter intermitente y la mejora de las baterías solucionaría parte del problema. Su desarrollo está en fases iniciales, pero va a ser un tema muy relevante”, señala.

Para Fugmann, no tener en cuenta ciertos aspectos de la sostenibilidad es perderse una gran parte de la información sobre las industrias, pero no invierten en compañías porque tengan unos determinados indicadores ASG. En su opinión lo fundamental “es invertir en tecnologías con mucho potencial, que además se van a ver beneficiadas por el respaldo de ciertas regulaciones, van a crear mucho trabajo y van a influir positivamente en la consecución de otros objetivos de la Agenda 2030”.