Las gestoras internacionales desgranan el discurso de Christine Lagarde para anticipar cuáles serán los factores que marcarán la política monetaria que seguirá el banco central a partir de ahora.
El BCE ha subido sus tres tipos de interés oficiales. el principal tipo de interés de refinanciación ha subido del 3% al 3,5%, mientras que el tipo de depósito ha aumentado del 2,5% al 3%, los niveles más altos desde octubre de 2010. No se anunciaron otros cambios de política. Muchos analistas habían empezado a preguntarse si el BCE mantendría sus anteriores orientaciones, dada la caída de los mercados financieros, primero por el colapso del Silicon Valley Bank en EE.UU. y después por los problemas de Credit Suisse.
“Está claro que si el BCE no hubiera subido los tipos tanto como lo ha hecho, podría haber enviado una señal a los inversores de que tal vez había cierta preocupación por la estabilidad del sistema bancario. Los inversores son conscientes de que los responsables políticos disponen de más información de la que se hace pública, por lo que las acciones de los bancos centrales importan a los inversores cuando intentan evaluar el riesgo en curso”, explica Azad Zangana, economista y estratega senior europeo de Schroders. Lo que sí hizo la autoridad monetaria americana fue actualizar sus perspectivas macroeconómicas.
Perspectivas macro del BCE actualizadas
La inflación media para 2023 la revisaron un punto porcentual a la baja, hasta el 5,3%, y del 3,4% al 2,9% para 2024, y la volvieron a bajar ligeramente hasta el 2,1% para 2025. Por otra parte, la inflación subyacente (excluidos alimentos, alcohol, tabaco y energía) la revisaron al alza para este año, hasta el 4,6%, pero a la baja en los años siguientes. “La inflación subyacente representa las presiones inflacionistas internas mejor que la inflación general y, por ello, el BCE está deseoso de ver cómo retrocede en los próximos meses antes de concluir que la inflación está retrocediendo de forma decisiva hacia el objetivo”, subraya el experto.
Robert Schramm-Fuchs, gestor de carteras de Janus Henderson, está de acuerdo con que las presiones inflacionistas se enfriarán ligeramente en los próximos meses, pero cree que en el transcurso de 2023 y 2024 la inflación subyacente se mantendrá estable y algo por encima de los objetivos de los bancos centrales. “La previsión de inflación para 2023 del BCE parece realista, pero la de 2024 puede resultar algo optimista. Sin embargo, dado que la política monetaria funciona con un desfase de hasta un año, seguimos esperando una pausa del banco central y una meseta en el endurecimiento monetario durante el segundo semestre de 2023 para evaluar los datos económicos entrantes”.
Reducción del ritmo de subidas de tipos…
De cara al futuro, el BCE decidió no dar muchas orientaciones sobre la senda de los tipos de interés, sino que volvió a su proceso de toma de decisiones dependiente de los datos, alegando la mayor incertidumbre causada por las recientes turbulencias en los mercados. En la práctica, esto podría significar que, si la inflación disminuye rápidamente en los próximos meses y los signos de crecimiento salarial se relajan, el banco central podría decidir detener cualquier nueva subida de tipos. En cambio, si la inflación se mantiene estable y el crecimiento salarial se acelera, podrían producirse nuevas subidas.
La incertidumbre en torno a los tipos es elevada, pero hay quien ya anticipa una reducción en el ritmo de subidas. “Los riesgos se inclinan hacia un menor endurecimiento y están relacionados principalmente con la fuerza y la persistencia de los problemas de los mercados financieros. Aun reconociendo las enormes incertidumbres relacionadas con las tensiones bancarias y su repercusión en el crecimiento y la inflación, ahora esperamos que el BCE reduzca su ritmo de subidas de tipos a otros dos aumentos de 25 puntos básicos y suba hasta un máximo del 3,5% en junio”, opina Martin Wolburg, economista senior en Generali Investments.
Desde J. Safra Sarasin Sustainable Asset Management también consideran que dos subidas de tipos de 25 puntos básicos, en mayo y junio, son coherentes con el mensaje del BCE y sus previsiones macroeconómicas. No temen por el sector financiero europeo. La presidenta Lagarde y el vicepresidente de Guindos afirmaron que existen varios instrumentos y facilidades para apoyar al sector financiero y que el personal del BCE había demostrado su capacidad en crisis anteriores para activar otras herramientas a tiempo.
… y confianza en el sector financiero europeo
“Hasta ahora, se considera que la resistencia del sistema bancario es fuerte, que las reservas de capital y liquidez son elevadas, que la exposición a los bancos estadounidenses vulnerables es baja y que las similitudes con los problemas específicos de los bancos estadounidenses son muy limitadas”, señala Karsten Junius, economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Axel Botte, estratega global de mercados de Ostrum AM, filial de Natixis IM, está de acuerdo con el BCE en este punto: “el sistema bancario no muestra debilidades ni una exposición significativa a instituciones extranjeras en dificultades”, coincide.