Update de la gama Polaris de ODDO BHF AM: moviendo la cartera a neutrales en riesgo

Sophie Monnier. Foto cedida (ODDO BHF AM)

En opinión de Sophie Monnier, especialista de producto de ODDO BHF AM, es demasiado tarde para vender. Desde la perspectiva macroeconómica, el panorama sigue siendo sombrío. El crecimiento en los países desarrollados se está ralentizando, cerca de los límites de una recesión, mientras los bancos centrales mantienen su lucha contra una inflación más duradera de lo esperado. “El inversor se adentra en un contexto de mercado muy distinto al de la última década”, reconoce.

Pero los otros dos ejes que influyen en la inversión, las valoraciones y el sentimiento, están lanzando el mensaje contrario. Para Monnier, las valoraciones comienzan a moverse a niveles atractivos. En renta variable, hay nichos a precios interesantes. Y en renta fija, las tires positivas han vuelto. Incluso hay deuda de grado de inversión ofreciendo un cupón del 4%. “Las compañías han sufrido más por la incertidumbre que por un deterioro real de sus fundamentales”, afirma.

El sentimiento inversor también refleja un posicionamiento de infraponderación del riesgo a nivel general. Y para el equipo gestor de la gama Polaris de ODDO BHF AM este es un gran indicador contrarian de compra.

Risk-neutral: movimientos en las carteras

La gama Polaris está compuesta por cuatro fondos mixtos: el ODDO BHF Polaris Balanced, el ODDO BHF Polaris Moderate, el ODDO BHF Polaris Flexible, y el ODDO BHF Polaris Dynamic. Cada una con un mandato de distinto de asignación a riesgo; una filosofía y visión compartida pero con un gestor principal por fondo. Las tres últimas cuentan además con el Rating FundsPeople 2022.

Con el contexto de inversión descrito por Monnier, las carteras de los fondos están siendo más oportunistas. Tras un 2022 infraponderados en riesgo, esto les ha llevado a una posición neutral. “Los movimientos de las últimas semanas nos recuerdan lo rápido que pueden ejecutarse los rebotes”, explica. Es un punto en el sentimiento inversor que les recuerda a periodos como 2009 o 2020, cuando el suelo se forma muy rápido. Así, han pasado de estar infraponderados en renta variable a neutrales.

Y es un riesgo que no buscan duplicar en la pata de renta fija. “Especialmente con una posible recesión en el horizonte”, explica Monnier. Los fondos Polaris tradicionalmente han estado infraponderados en deuda gubernamental. Por el contrario, prefieren construir su exposición a renta fija con bonos grado de inversión. La duración actual de la cartera es de 3 años. Ha ido subiendo en los últimos meses, pero desde una postura aún cauta.

Esto se complementa actualmente con un nivel elevado de liquidez: 10% monetarios y 7% en oro en el Polaris Moderate.

Sesgo hacia calidad

El grueso del presupuesto de riesgo actual se construye a través de la renta variable. Negocios en línea con el ADN que caracterizan los fondos Polaris. “Un foco hacia balances robustos pero no a cualquier precio”, como lo define Monnier. Es un sesgo hacia calidad que este año les ha penalizado dado el castigo adicional a los valores growth.

“No vamos a cambiar nuestro enfoque solo por un año malo”, sentencia Monnier. Así, en la pata de bolsa siguen apostando por compañías con fuertes ventajas competitivas. Nombres que se beneficien de las megatendencias que detecta el equipo gestor como la digitalización, el envejecimiento de la población o nuevos estilos de consumo (por ejemplo, el comercio electrónico). Y un punto que la experta destaca como especialmente relevante de cara a los próximos meses: evitar negocios con un apalancamiento excesivo. De hecho, la deuda neta/ebitda media de los cuatro fondos de Polaris es inferior a 1.