Valoraciones, demanda y oferta: los retos actuales en el mercado de activos ilíquidos

Hedge Funds, fondos libres de inversión, alternativos
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La gran respuesta de las gestoras a la escasez de rentabilidad en los activos tradicionales ha sido alentar a los inversores a mirar hacia mercados menos líquidos. Deuda privada, capital riesgo, inmobiliario… son nichos que copan los últimos lanzamientos de las firmas internacionales. ¿En qué punto se encuentra la clase de activos? En un reciente evento en Madrid, Juan José Gonzalez de Paz, consultor senior de Dynamic Solutions, la división de análisis de Natixis IM, ofreció una radiografía de los factores clave del momento.

El mercado de activos ilíquidos representa ya 5,2 billones en activos bajo gestión, de los cuales un porcentaje importante está en private equity y otro tanto en inmobiliario. “Así que no podemos decir que sea precisamente un mercado incipiente”, matiza Gonzalez de Paz.

Lo primero a entender es qué dos motores explican el momento actual. Del lado de la demanda, los inversores están encontrando en los alternativos ilíquidos una esperanza ante la escasez de activos que ofrezcan rentas. El lado de la oferta también se mueve por el contexto de mercado tras la gran crisis financiera, ve Gonzalez de Paz. Una regulación más estricta ha llevado a que los bancos sean más restrictivos con la financiación. En su lugar, otros agentes han ocupado su lugar y ofrecido el capital necesario. Los tipos bajos también explica que haya aumentado el apetito por el riesgo.

Además, según un reciente estudio de Natixis IM, la mayoría de inversores está pensando en incrementar o, al menos, mantener su asignación de activos a alternativos ilíquidos. Y se justifican en cuatro motivos principales:

1. Que creen que es una clase de activos en el que el ciclo de mercado influye menos.

2. Por la diversificación que ofrece.

3. Porque los retornos históricos han sido más altos que en los mercados cotizados.

4. Las caídas han sido más contenidas.

Según cálculos de la consultora Bain, hay 2 billones en pólvora seca, lista para entrar al mercado.

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Dicho lo anterior, los propios inversores también se cuestionan la temperatura del mercado actual. Concretamente, les preocupa unas valoraciones altas, la mayor competitividad por activos y un contexto de subidas de tipos.

Respecto a lo primero, Gonzalez de Paz es rápido en quitar leña al fuego. Primero, porque aludiendo a las últimas intervenciones de los bancos centrales no parece que los tipos vayan a moverse de mínimos muy pronto. Y además, porque el grueso de las emisiones de deuda privada se hace a tipo flotante, por lo que tendría una capa de protección. En todo caso, podría impactar en los precios de los bonos el cambio de apetito por riesgo.

En cuanto a las valoraciones, el experto reconoce que están más ajustadas. De hecho, como se aprecia en el gráfico a continuación, también con datos de Bain, en Estados Unidos han vuelto a niveles pre-crisis.

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Ante esto, desde Mirova, también afiliada de Natixis IM, lanza un mensaje de calma. Si bien la demanda ha crecido de manera relevante, también lo ha hecho la oferta. Pero además, el equipo nota que el expertise en los nuevos proyectos también ha mejorado. Puede que los spreads se hayan estrechado, pero en cuanto a retorno ajustado al riesgo, siguen viendo buenas valoraciones.