Visión de las gestoras internacionales sobre la inclusión del yuan en la cesta del FMI: impacto simbólico a corto plazo, pero profundo a largo plazo

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Ya es oficial: el FMI ha decidido incluir al renmimbi en su cesta de divisas con derechos especiales de giro junto con el euro, el dólar, la libra y el yen. La divisa china, que será incluida el 1 de octubre del año que viene, tendrá una ponderación del 10,92% dentro de la cesta. Es la primera alteración que se realiza desde 2001, cuando se introdujo el euro y se retiraron al marco alemán y el franco francés. 

“El peso propuesto del 10,9% para el renmimbi en la cesta de derechos especiales de giro estuvo en la parte baja de las expectativas del mercado. Sólo es un poco más elevada que las ponderaciones entre el 8% y el 9% del yen y la libra” contextualiza Aninda Mitra, analista de deuda soberana asiática de Standish, parte de BNY Mellon IM. Sin embargo, el experto considera que todavía es un buen progreso a medio plazo para China: “Siguiendo a la implementación de la entrada del yuan en septiembre de 2016, las asignaciones globales a reservas y los posiblemente mayores flujos de capital privado podrían actuar como una malla de protección contra los riesgos de volatilidad sostenida sobre la cuenta de capital, al irse reduciendo los controles de capital”. 

La opinión entre las gestoras internacionales sobre este acontecimiento está bastante consensuada: el significado del movimiento del FMI es más simbólico que real. O, como afirma Martin Gilbert (consejero delegado y cofundador de Aberdeen), “esto no va a suponer un cambio dramático de la noche a la mañana”. Para Gilbert, se trata de “ un golpe  de efecto político para los chinos, ya que pueden presentarlo a nivel doméstico como un reflejo de la creciente importancia de China en el mundo”. 

El experto opina que el impacto de la medida no será inmediato, sino que se reflejará a lo largo del tiempo: “Los chinos quieren obtener ingresos desde el extranjero en su propia moneda en lugar de tener que hacer la conversión a dólares todo el tiempo. Si las autoridades chinas continúan en la lenta tendencia de liberalización de la moneda, entonces esto generará un importante aumento de la demanda, y con ello, el impacto de la inclusión del yuan en el cesta de divisas con derechos de giro especiales”, concluye.

Otras gestoras, en cambio, han preferido ver la decisión del FMI como un reconocimiento de los avances que ha realizado el gigante asiático en materia de reformas estructurales. Regina Borromeo, gestora de Brandywine (filial de Legg Mason Global AM), se encuentra en este grupo: “La aprobación del yuan para la cesta de divisas es un fuerte respaldo a todos los pasos que ha dado China para liberalizar sus mercados financieros”. A pesar de este hito, la experta advierte que “todavía hay un montón de trabajo por hacer respecto a la liquidez de la divisa, la transparencia financiera y las reformas del mercado de capital”. 

En una posición intermedia se encuentra Haiyan Li-Labbé, analista de Carmignac: "La inclusión del renmimbi no tendrá un impacto material inmediato pero creemos que sí tendrá un impacto muy profundo en el largo plazo. La decisión del FMI equivale a 3.000 millones extra de reservas en renmimbis, pero no será inmediato porque no se incluirá la divisa hasta octubre del año que viene". Li-Labbé realiza más matizaciones, pues recuerda que “los bancos centrales no tienen la obligación de invertir en renmimbis después de su inclusión en la cesta de divisas con derechos especiales de cambio, pero a partir de ahora pueden empezar a considerar los fundamentales de la economía china, la rentabilidad y otros factores si deciden incrementar sus reservas de divisas”. “Teniendo en cuenta que las reservas de divisas en balances de bancos centrales ascienden a unos 12 billones de dólares en todo el mundo, estaríamos hablando de una demanda potencial de renmimbis de 1,2 billones de dólares", añade. 

La experta subraya la importancia de esta decisión en el contexto de reconocimiento del estatus de China en la economía global y los mercados financieros: “China representa aproximadamente un 15% del comercio internacional y casi un 3% de los volúmenes de operaciones está denominado en renmimbis, y el volumen de transacciones ya supone un 3% en esta divisa. Además, gracias a la decisión del FMI China podrá emitir deuda soberana, de gobiernos locales y corporativa denominada en yuanes para inversores internacionales. De aquí en adelante, las compañías chinas - incluyendo las de propiedad estatal- podrán financiarse en renmimbis en los mercados internacionales, en comparación con el tamaño limitado que mostraban en el pasado. El efecto se notará más en los bonos que en las acciones del país"

"Además, considera que la medida también podría estimular el desarrollo del sistema de trading en renmimbis, con el que el país pretende competir con EE.UU.: “Para acompañar a esta internacionalización, China está desarrollando su propio sistema internacional de pagos para competir con el sistema de transferencias estadounidense SWIFT. CIPS (China International Payments System) es un sistema que los bancos chinos e internacionales pueden utilizar para operar directamente en renminbis, sin necesidad de intermediarios.” 

Dicho todo esto, la representante de Carmignac ruega cautela: “Los inversores no deberían emocionarse mucho. No esperamos un gran movimiento de la divisa ni de la renta variable en el corto plazo, aunque no se debe subestimar el impacto en el largo plazo.  No esperamos una gran devaluación del renmimbi, sino una modesta depreciación antes de octubre de 2016. Li-Labbé matiza estas declaraciones: “No esperamos una gran devaluación del renmimbi, porque la divisa ya ha reflejado el impacto del recorte de tipos del Banco Popular de China a finales de octubre. Creemos que los tipos de interés seguirán a la baja en China al tiempo que la Reserva Federal subirá tipos en EE.UU. La devaluación del renmimbi será relativo al dólar, no contra otras divisas". 

“Las autoridades chinas han estado abriendo el mercado financiero en los últimos dos años, en un proceso en marcha.  Necesitan atraer a más inversores internacionales, especialmente los institucionales, para contribuir así a educar a los inversores locales, que son predominantemente minoristas y no cuentan con educación financiera. La apertura del mercado será gradual", reflexiona la analista a modo de conclusión.

Una visión contrarian

Mauro Ratto, responsable de emergentes de Pioneer Investments, se desmarca del resto de expertos consultados para la elaboración de este artículo: “China espera mucho de la inclusión del renmimbi en la cesta con derechos especiales de giro del FMI, pero la apertura del mercado de capital asociada a este evento puede ser una puerta abierta a la salida de capital. Si eres una persona pudiente que vive en China, lo más lógico es que al abrirse la economía quieras vender renmimbi para comprar activos de otras regiones y diversificar. Esto significa que se producirán flujos de salida de capital que van a empujar a la depreciación del renmibmi”.

No obstante, Ratto admite que “un aspecto interesante de la inclusión del renmimbi es que seguramente algunas materias primas podrían empezar a denominarse en esta divisa”. También cree que tras la inclusión del renmimbi podría repuntar la demanda de materias primas en China, al menos la demanda de oro: “Creo que los chinos comprarán más oro para proteger a la divisa. Tener muchas reservas de oro es una buena forma de mostrar fortaleza y compensar la falta de transparencia de la moneda”.

“Creo que la acción del FMI ha sido sobreestimada por los chinos, pero éstos tienen una oportunidad para el éxito si consiguen implementar nuevas reformas y atraer a inversores extranjeros”, concluye el experto.