Wescott: “En 2012 Estados Unidos crecerá un 1,7% y Europa un 0,5%”

Robert Wescott, ex asesor de Bill Clinton y consultor externo de Pioneer Investments, augura a Estados Unidos un 2012 muy positivo, creciendo a tasas estimadas de 1,7%. Dos motivos importantes que apoyan el crecimiento del país son la paulatina creación de empleo y la recuperación en el sector de la vivienda. Además, Wescott identifica un boom importante en la producción industrial y en el gasto de inversión de su país. Mientras, en Europa, estos dos indicadores flaquean y las previsiones de crecimiento se quedan entre la recesión y el 0,5%. Estas son las conclusiones que se han podido sacar de su comparecencia en el evento “Sesión Anual de Expertos (6+1)” de Pioneer Investments, en la que ha reunido en Madrid a sus seis mayores expertos de inversión en una serie de trabajos interactivos sobre seis temas de actualidad; deuda europea (core o periférica), deuda emergente o bonos europeos de alta rentabilidad, renta variable europea, renta variable americana, inversión multi activos y altos dividendos en renta variable europea.

 

En concreto, sobre Estados Unidos, comentó que “los último seis años han sido terribles para la vivienda pero ahora mismo todos nuestros indicadores se están dando la vuelta y muestran signos positivos. Creo que en 2012 será una de las historia a seguir al igual que el renacimiento de la industria manufacturera americana”. Si a esto se le añade que “el crédito que dan las empresas financieras está empezando a florecer, salvo el de los consumidores” se empiezan a crear una serie de circunstancias en las que la economía estadounidense puede asentarse con el fin de salir de la crisis de los últimos años.

 

Con todo, el especialista se mostró muy crítico “con la irresponsabilidad de la Reserva Federal” de mantener el precio del dinero prácticamente a cero (entre el 0% y el 0,25%) durante los próximos dos años puesto que “esta temporalidad a nivel macroeconómico es una eternidad y no podemos saber qué pasará en los próximos dos años como para garantizar algo así”.

 

Sobre las próximas elecciones que tendrán lugar en Estados Unidos, recordó a los asistentes la importancia que a lo largo de la historia ha tenido la política de empleo y sus resultados en los últimos nueve meses antes de las urnas. Para la reelección de un presidente estadounidense nunca ha importado lo que haya pasado en los tres primeros años. “Habrá que vigilar muy de cerca las políticas de empleo aplicadas en los próximos nueve meses por el presidente Obama. Ahora viene lo verdaderamente importante para su reelección”, comentó.

 

Una de las mayores preocupaciones para el experto es un aterrizaje forzoso de la economía China. Wescott, pese a mostrarse comedido, manifestó su preocupación, especialmente debido a los riesgos que ve en la industria manufacturera, la dependencia a la exportación de sus productos a la Unión Europea y la burbuja inmobiliaria y de construcción que está a unos niveles “en que conviene no perderla de vista”. También se mostró preocupado con los flujos de capital del gigante asiático ya que se están empezando a registrar salidas en el dinero doméstico; “el 50% de los millonarios chinos ha expresado su interés en sacar parte de su patrimonio del país y el 14% ya han comenzado el proceso para solicitar una emigración”. Acerca del siempre comentado crecimiento chino, Wescott dudó de que pueda seguir creciendo consistentemente a niveles del 10% y apuntó a una tendencia decreciente durante la próxima década.

 

Otras dos preocupaciones que subrayó para 2012 son; primero, un conflicto armado con Irán que tendría consecuencias inmediatas en el precio del petróleo y por tanto en una recesión global; y segundo, el efecto indirecto global que puede llegar a tener la crisis financiera de la Unión Europea.

 

En el lado positivo para 2012, Wescott señaló al sector de las energías alternativas de Estados Unidos y a la reactivación del sector de la vivienda. También destacó el sector de los coches eléctricos que presentó como una magnífica oportunidad del futuro más próximo (10 años).