La mejora continuada de la economía estadounidense y la perspectiva de mayor gasto público en los próximos meses refuerzan las condiciones para que Janet Yellen suba los tipos de interés esta semana.
Cada vez se perfila con mayor claridad que la reunión más relevante de un banco central este mes va a ser la del Comité de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés). La cita de la Reserva Federal se desarrollará entre el 14 y el 15 de marzo, en plena coincidencia con la fecha límite para que el Congreso de EE.UU. eleve otra vez el techo de la deuda y evitar así un impago.
Vincent Reinhart, economista jefe de Standish, parte de BNY Mellon, se fija en los mensajes emitidos recientemente por dos miembros de la Fed, William Dudley (presidente de la Fed de Nueva York) y John Williams, de la Fed de San Francisco. Según Reinhart, ambos “intentaron convencer a los participantes del mercado de que es probable que los tipos de interés vuelvan a subirse en la próxima reunión del FOMC”. En palabras de Dudley, los argumentos a favor de una nueva subida de tipos se han vuelto “mucho más convincentes”.
El economista de Standish reflexiona al respecto que “los miembros de la Fed nunca sorprenden a los mercados (actuando cuando los precios no reflejan una elevada probabilidad de que lo hagan), pero a veces decepcionan (no actuando cuando se descontaba que lo hicieran). Dudley y Williams han querido asegurarse de que la medida no sorprenda, pero la responsabilidad de una posible decepción recae sobre la presidenta de la Fed, Janet Yellen”.
Reinhart cree que “es poco probable que los comentarios de Dudley y Williams estuviesen orquestados”, sino que más bien los dos se refirieron a conversaciones mantenidas con Janet Yellen ante la celebración de la próxima reunión. “Yellen tiene la última palabra, pero ahora mismo la probabilidad de que la Fed apruebe una subida de 25 puntos básicos en marzo es de dos tercios”, sentencia el experto.
Mark Dowding, co responsable de deuda con grado de inversión en BlueBay, cree que un aspecto verdaderamente interesante de esta reunión será el gráfico de los puntos con las proyecciones de los miembros del FOMC, especialmente “si revela firmeza en las expectativas sobre tipos frente a las proyecciones de diciembre, respaldadas por datos sólidos y condiciones financieras más laxas, guiadas en gran medida por el efecto riqueza procedente de la renta varaible estadounidense”.
Dowding considera que, a estas alturas, “la decisión de no subir tipos sería una sorpresa enorme”. La clave de la reacción del mercado a lo que diga la Fed “puede depender del tono del comunicado y de la rueda de prensa posterior de Yellen”. Además, el experto prevé otra subida de tipos en junio, “lo que apunta por consiguiente a una trayectoria de la Fed que sugiere que los tipos subirán una vez al trimestre durante los dos años siguientes”. Esta expectativa contrasta frontalmente con el mercado, que está poniendo en precio 2,5 subidas de tipos en 2017 y otras dos subidas en 2018. De cumplirse la previsión de BlueBay, “significaría que las expectativas de tipos a corto todavía tendrán un largo camino para reaccionar, y a medida que reaccionen prevemos que los bonos de vencimientos más largos también sufrirían más presión alcista”.
Los expertos de Royce, filial de Legg Mason Global AM, hacen hincapié asimismo en la posibilidad de que el mercado esté subestimando un ciclo de subidas de tipos más agresivo: “La mayoría de los inversores se muestran incrédulos, dado que esperan un ritmo de subidas menor, con menos intervenciones y más espaciadas en el tiempo que la trayectoria alcista más estable que dibuja la Fed en sus últimos comentarios”.
El punto de vista de la firma es que “la clara señal de la Fed respecto de su intención de subir los tipos el 15 de marzo es un avance positivo, dado que hace que estemos más cerca de la normalidad económica y, con suerte, terminará reduciendo el ingente balance de la Fed”. Por otra parte, indican que la propia autoridad monetaria considera que “la política presupuestaria del país virará hacia una postura de estímulo”. En esta línea, los expertos de Royce indican que “el mensaje del presidente Trump al Congreso sobre los programas de gasto le da a la institución monetaria más motivos si cabe para endurecer su política, dado que el déficit del país también aumentará”.