…y otras cinco razones para relativizar la última racha bajista de la bolsa china

Shanghai
Keith Marshall, Flickr, Creative Commons

Las gestoras internacionales están divididas respecto a la interpretación del nuevo coletazo bajista que han sufrido las bolsas chinas esta semana. Mientras que algunas como Natixis Global AM creen que el inversor debe esperar más baches en el camino debido a lo negativo de los datos macro y al endeudamiento del país, otras como Pioneer Investments siguen viendo oportunidades en este mercado y reclaman mente fría para poder interpretar correctamente los datos en su contexto. Fidelity Worldwide Investment pertenece a este segundo grupo, pues desde la entidad consideran que “es probable que el impacto (de la caída bursátil) sobre la economía y los consumidores se silenciará”. A continuación, aportan varios gráficos con los que justifican esta afirmación. 

El primero de ellos se centra en el nivel de participación de los inversores minoristas en el mercado de acciones clase A (bolsas de Shanghái y Shenzen). Desde la firma indican que “las ventas minoristas permanecieron bastante estables, sin importar que la bolsa estuviera plana o al alza” (ver gráfico). Por ello, afirman que “al no haber cambiado mucho las ventas retail desde el momento en que realmente despegó el mercado alcista hace un año, hay pocas razones para pensar que vayan a caer de repente”. 

Esta observación les lleva a concluir que “el hecho es que el número de consumidores de China expuestos a la bolsa es relativamente pequeño”. En concreto, la firma habla de que se han abierto 213 millones de cuentas a inversores minoristas para poder jugar en la bolsa. “Es un gran número, pero no si consideras que sólo 68 millones de ellas contienen fondos que se están utilizando de forma activa”, comentan los expertos de Fidelity. 

Esto significa, continúan los expertos, que sólo en torno al 5% de la población china está operando en el mercado, mientras que en EE.UU. esta proporción asciende al 55%.Además, basándose en una encuesta realizada por Neilson en la Bolsa de Shenzhen, gran parte de ese 5% son “entendidos”, es decir, que “cerca de tres cuartas partes de los inversores clase A tienen al menos el título universitario”. Y además, a pesar de las caídas, desde la gestora recuerdan que el parqué de Shanghái todavía sube un 15% este año, mientras que el de Shenzhen ronda el 50%. 

El segundo factor que deben de tener en cuenta los inversores a ojos de Fidelity es que la tasa de ahorro de las familias chinas, un 40%, las la mayor del mundo, e indican que la renta variable supone en torno al 20% de los activos de dichas familias. Más datos: según Fidelity, la relación entre renta disponible de las familias y la deuda es del 126% e indica que, de forma notoria, “los depósitos bancarios han subido con firmeza durante años, sin importar lo que suceda en las bolsas”. 

La gestora menciona en tercer lugar el apoyo de la autoridad monetaria a la economía china a través de medidas de estímulo con las que mejorar la liquidez y facilitar un soft landing. Además, frente a otros bancos centrales como el BCE o el BoJ, los expertos de Fidelity subrayan que el Banco Popular de China (BPCh) aún dispone de un amplio set de herramientas monetarias, como los recortes de los tipos de interés o del ratio de reservas. “El sistema financiero chino sigue protección por el Gobierno, que tiene un plus de 3 billones de dólares en activos que lanzar a las áreas problemáticas”, comentan los expertos. 

“Es probable que las autoridades chinas aumenten el apoyo de la política monetaria para estimular la economía real. Los próximos movimientos incluirán probablemente un desembolso fiscal más rápido y mayo para invertir en infraestructuras. También se espera un recorte más profundo del tipo de interés y recortes adicionales del ratio de reservas para impulsar la liquidez y apuntalar el mercado inmobiliario”, comenta por su parte Oscar Leung, gestor del FF China Opportunites Fund. 

También está la cuestión de la inflación: “La reciente alza del precio del cerdo en China ha elevado algunas preocupaciones sobre que una inflación al alza pudiera poner el alivio monetario continuado en riesgo. Debemos tener en mente que los precios no alimentarios del IPC se mantuvieron estables y que el IPC general todavía está por debajo del objetivo oficial del 3%”, indican desde Fidelity. Teniendo en cuenta que la previsión del consenso es que el IPC chino sea en torno al 2% en el cuarto trimestre, lo interpretan como una forma de anticipar más estímulo monetario en los próximos meses. 

En base a todos estos datos, la conclusión de Fidelity es la que sigue: “Aunque los números tras el mercado alcista clase A y la corrección subsecuente parecen enormes en la superficie, el impacto sobre los consumidores del país podría silenciarse. Este no es el primer mercado de renta variable en China con una volatilidad significativa y no será el último, pero los consumidores chinos continuarán ahorrando, continuarán gastando y continuarán creciendo”. De hecho, la gestora se apoya en el siguiente gráfico para afirmar “donde va a estar la historia de crecimiento en los próximos 15 años”, y considera improbable que “la actual volatilidad de las acciones clase A se mantenga a lo largo del camino”. 

Dicho esto, el gestor del FF China Opportunities Fund se declara más positivo con las acciones clase H (las listadas en Hong Kong). “La magnitud del rally de las compañías chinas listadas en Hong Kong fue mucho menor que el de sus competidoras clase A antes de que corrigieran los mercados”, comenta Leung. Éste señala que el índice Hang Seng y el índice Hang Seng China Enterprises están cotizando con un PER adelantado mensual de entorno a las 10 y 8 veces respectivamente, lo que supone “una enorme brecha de valoración si se comparan con los mercados clase A de Shanghái y Shenzen, que ahora están cotizando a 15 y 31 veces respectivamente”.