Michael J. Bell, estratega global de J.P.Morgan AM, analiza las posibles reacciones de los activos británicos en caso de una victoria laborista inesperada o ante la posibilidad de un gobierno de coalición.
Reino Unido enfila la parte final de la campaña electoral antes de la cita del 8 de junio con las urnas. Los mercados están poniendo en precio la victoria de los conservadores y que estos ejecuten probablemente un Brexit relativamente duro, aunque con un acuerdo de transición de por medio que prolongue el acceso de Reino Unido al mercado único otros dos o tres años más después de marzo de 2019 (cuando se supone que se realizará la desconexión total).
Una vez más el canal para expresar con más claridad estas expectativas ha sido la libra, que ha experimentado un rally desde que Theresa May optase por adelantar las elecciones. Lo que se pregunta Michael J. Bell, estratega global de mercado de J.P.Morgan AM, es qué podría pasar si no se cumpliera el guion al 100%: “Si los Conservadores ganan las elecciones pero no consiguen aumentar de forma significativa su mayoría, los mercados probablemente descontarán una probabilidad menor de que se consiga un acuerdo de transición y una mayor probabilidad de un “no acuerdo”, así como una perspectiva más incierta”.
De cumplirse este escenario, el experto cree que probablemente se revertiría el rally de la libra: “Una libra más baja favorecería a las compañías que obtienen la mayor parte de sus ventas en el extranjero, y sería positiva para el FTSE 100”. La contraparte negativa, como se ha observado en situaciones anteriores, es que “la renta variable de mediana y pequeña capitalización se comportaría peor, ya que el potencial de un Brexit sin acuerdo aumentaría”; en el contexto de la renta fija, Bell vaticina que “los diferenciales de crédito corporativo de Reino Unido se ampliarían”. El estratega ve más difícil diagnosticar el comportamiento de los gilts, “dado que últimamente han estado subiendo más por la perspectiva de los bonos soberanos globales que por los factores específicos de Reino Unido”.
A continuación, Bell procede a dar las claves de dos escenarios que actualmente no está teniendo en cuenta el mercado.
#1 Mayoría laborista
“Si los laboristas se alzan con la mayoría, los mercados tendrían que digerir el plan de Corbyn de más impuestos corporativos, más gasto público y la nacionalización de varias compañías” afirma el estratega. Éste considera que, en líneas generales, este plan tendría repercusiones negativas, especialmente la parte relativa a los impuestos: “Sería claramente negativa para los beneficios después de impuestos de toda la renta variable”. Bell indica que probablemente estarían más expuestas las empresas que pagan un porcentaje más alto de sus impuestos en el Reino Unido. Adicionalmente, cree que probablemente subiese la rentabilidad de los bonos soberanos, “al suponer que los planes de los laboristas llevarían a mayor deuda pública”.
Adicionalmente, el experto interpreta que “a los mercados les preocuparía la Norma de Credibilidad Fiscal de los laboristas, que se centra solamente en los gastos actuales”. Es más, piensa que “se mostrarían escépticos sobre la capacidad del partido de recaudar tantos impuestos como espera con las medidas fiscales que ha propuesto”. En consecuencia, piensa que también se ampliarían los diferenciales de crédito.
Respecto a la propia negociación del Brexit, el experto explica que los laboristas han emitido señales confusas sobre si quieren un Brexit blando, con afirmaciones como “se pondrá un gran empeño en conservar los beneficios del Mercado Único”, o si por el contrario quieren un Brexit duro, al declarar que “la libre circulación se acabará cuando abandonemos la UE”. En este escenario, Bell piensa que la libra podría mostrar un comportamiento errático, al estar dividida “entre una probabilidad ligeramente más alta de un Brexit blando y los temores sobre un endeudamiento más elevado y un gobierno que se percibe como menos favorable a la empresas”.
En todo caso, el representante de J.P.Morgan AM recuerda que la divisa es una pieza clave, pues su comportamiento determinará la evolución de la renta variable británica: “Una caída en la libra exacerbaría esta rentabilidad relativa, pero podría apoyar a las empresas con exposición internacional e incluso provocar que subieran de valor, como sucedió tras el referéndum del Brexit. Sin embargo, si la libra esterlina subiera con fuerza ante la expectativa de un Brexit blando, la renta variable de gran capitalización con exposición internacional podría empezar a experimentar presiones”.
#2 Un gobierno de coalición
No sería la primera vez que gobierna una coalición en Reino Unido; basta recordar que el primer mandato de David Cameron fue con el apoyo de los liberaldemócratas de Nick Clegg. El segundo escenario que tiene en cuenta el estratega repite esta sociedad, aunque con algunos matices: “Los liberaldemócratas han dicho que no participarán en otra coalición con los laboristas ni con los conservadores, pero una coalición de gobierno que involucrara a los Lib Dems probablemente provocaría un rally en la libra esterlina, por lo menos inicialmente, ante la esperanza de que exigieran un Brexit blando a cambio de su apoyo”. La segunda lectura de una libra más fuerte es que “podría lastrar a los beneficiarios internacionales y los valores domésticos se comportarían mejor”.
Ante la alta incertidumbre que plantean estos escenarios alternativos, y a pesar de este ejercicio teórico, el estratega concluye su análisis con un consejo para los inversores: “Seguimos creyendo que estas elecciones son sólo una razón más, además de las muchas que ya había creado el referéndum del Brexit, para que los inversores consideren reducir el tamaño de sus posiciones activas entre la porción de Reino Unido de sus carteras”.