El depositario, mucho más que una función regulatoria

Juan José Valle Soto tribuna
Juan José Valle Soto tribuna

TRIBUNA de Juan José Valle Soto, head of Operations, España y Latam, CACEIS. Comentario patrocinado por CACEIS.

Quiero pensar que el depositario ha dejado de ser ese gran desconocido en la industria de fondos. Los recientes retos asumidos de concentración del sector, incremento de la regulación y presión sobre los márgenes nos ha puesto, sin duda, en el mapa.

En paralelo, y con el impulso final que la pandemia ha provocado sobre el uso de nuevas tecnologías, es evidente que el negocio de la depositaría y toda la cadena de valor de la gestión de activos se ha incorporado definitivamente al tren de la digitalización.

Tanto los retos indicados como esta clara apuesta por la digitalización están reconfigurando las estrategias de los depositarios. Por un lado, estrategias que nos permitan ganar eficiencias y escala. Pero también iniciativas que nos permitan ser un actor cada vez más relevante y aportar más valor añadido a nuestros clientes, superando el rol normativo. Este nuevo rol se está transformando en varios ejes clave:

  • En primer lugar, en la integración con la cadena de valor de los clientes, aprovechando las oportunidades tecnológicas. Es el caso de funciones como por ejemplo el onboarding, contribuyendo a acelerar, enriquecer y dar seguridad al proceso.
  • En segundo lugar, observando la nueva regulación como una oportunidad no solo de cumplimiento, sino también para construir servicios (un claro ejemplo es CSDR, pero también SHRD y otras). Los depositarios podemos ayudar a nuestros clientes no solo a entender las implicaciones regulatorias sino fundamentalmente a generar informes de mayor calidad que ayude a la toma de decisiones.
  • En tercer lugar ofreciendo soluciones flexibles y customizables que permitan el acceso de nuestros clientes a información clave sobre su operativa, que además les ayude en la gestión.
  • En cuarto lugar, ganar agilidad para acompañar a nuestros clientes en sus necesidades de producto.
  • Finalmente, a través de la simplificación de procesos, mejorando plazos y reduciendo las incidencias.

Aprovechar estas oportunidades implica la necesidad de desarrollar nuevos ecosistemas digitales para facilitar y simplificar el modelo de relación con los clientes, poniendo en el centro la experiencia de cliente, la gestión del dato y la capacidad para interconectarse. La flexibilidad es un aspecto crítico de este camino. Las plataformas deben estar diseñadas para ir creciendo según se identifiquen nuevas necesidades y estar preparadas para adaptar nuestros servicios a los distintos modelos operativos, transaccionales y necesidades específicas.

En esta evolución, la cooperación de los depositarios con sus clientes es fundamental. El ritmo de los cambios en la industria y en las capacidades tecnológicas nos permiten avanzar hacia nuevos modelos colaborativos, para lo cual es fundamental que los depositarios y nuestros clientes vayamos fortaleciendo hábitos de cocreación.

Junto con la tecnología, en el ámbito del desarrollo de producto, el contexto económico y social también está favoreciendo el desarrollo de nuevos inversores, como por ejemplo los calificados como socialmente responsables o inversiones alternativas que puedan ofrecer un extra de rentabilidad, y está reconfigurando el panorama tradicional de producto al que nos enfrentábamos históricamente los depositarios. Es en estos productos donde el depositario debe centrar sus esfuerzos para aportar valor a sus clientes, acompañándolos en este proceso y poniendo rápidamente soluciones a sus nuevas necesidades.

En los últimos años, CACEIS, uno de los principales proveedores de servicios de activos internacionales, se ha centrado en estas nuevas demandas ofreciendo sus servicios de depositaría a cada vez más clientes que quieren invertir en activos alternativos y que solicitan una serie de productos específicos alrededor de esas inversiones o bien, que necesitan reporting específico para sus inversiones ESG.

Finalmente, no debemos olvidar que, en el nuevo entorno, caracterizado por la incertidumbre y la velocidad en el cambio, el factor humano sigue siendo clave, quizá ahora más que nunca. Por tanto, no solo es importante contar con una sólida plataforma tecnológica y una oferta de producto innovadora, sino, sobre todo, contar con personas con talento, especialistas en el mercado y experimentadas, que sepan escuchar a los clientes, entender sus preocupaciones y anticiparse.

Como depositarios, tenemos un mandato de protección al partícipe y una larga tradición reforzando ese mandato. Sin embargo, es el momento de explotar el potencial que tenemos para incrementar el valor añadido que proporcionamos a la industria. Es nuestro momento.