La disrupción y las nuevas tendencias en el negocio de ETF

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En este encuentro del Insights ETF organizado por FundsPeople se han abordado la innovación y tendencias de estos instrumentos de inversión. En esta ocasión, los anfitriones fueron State Street Global Advisors y J.P. Morgan Asset Management, y contó con la participación de representantes de Andbank, BBVA Quality Funds y Tressis.

¿A dónde se dirigen los flujos?

Los fondos cotizados se han convertido en apenas una década en una parte imprescindible de las carteras de los inversores y en los últimos tiempos se ha producido una rotación muy fuerte entre diferentes estrategias o ideas de inversión, según pone de manifiesto Juan Cortázar, selector senior de fondos y ETF de Renta Variable de BBVA Quality Funds. “Después del liderazgo de los ETF de factor investing o smart beta, que se alejaban de los índices tradicionales para invertir en primas de riesgo, en 2020 vimos que las grandes entradas se produjeron sobre todo en sectoriales y temáticos, y dentro de estos últimos, en tecnología, energías limpias y salud”, asegura.

En los últimos meses, el mercado está experimentando una clara reversión, sobre todo desde noviembre del año pasado, cuando la farmacéutica Pfizer anunció el alto grado de eficacia de su vacuna contra el COVID-19. “La aprobación de esta y otras vacunas fue el detonante para que los inversores descontaran una recuperación general (en la que el estilo value ha tomado el relevo del estilo growth, tras varios años en el que este lideró la rentabilidad del mercado) y ha dado lugar al reflection trade”, apunta Cortázar. Asegura que el interés actual de los inversores ya no se centra tanto en las distintas subtemáticas de disrupción tecnológica, sino en aquellos ETF con características de sostenibilidad, de hecho han subido con mucha fuerza los patrimonios de estos vehículos respecto al que presentaban hace unos años.

“A diferencia de lo que ocurría hasta ahora, gracias al impulso de la regulación comunitaria en esta materia, lo que hemos visto en BBVA es que los inversores ya no solo buscan mejorar sus beneficios en términos de rentabilidad y riesgo, sino que tienen en cuenta la sostenibilidad de los activos en los que invierten. Lo que ha llevado a que haya importantes flujos de entrada en ETF centrados en luchar contra el cambio climático, las energías alternativas y otro tipo de temáticas más sostenibles”, añade.

Desde Tressis ven que los flujos se están dirigiendo fundamentalmente hacia los fondos value (dentro de la renta variable), el oro, los bonos ligados a la inflación y las materias primas agrícolas. Sobre estas últimas, Jorge González, director de Análisis de Tressis, afirma que “eran unos productos olvidados en la parte de asset allocation de las grandes casas, pero los últimos datos nos muestran que la exposición a las materias primas agrícolas e industriales están todavía por debajo de las medias históricas, sobre todo desde la época de Lehman Brothers, y todavía hay recorrido para ver un incremento de la apuesta hacia estos activos”.

Algo que también pasará con otros sectores si se cumplen sus previsiones. “Mi sensación es que también vamos a empezar a verlo con el inmobiliario. Tras el sufrimiento del año pasado, es posible que, según se vayan animando las cosas entre los particulares, percibamos un aumento de la apuesta por este sector”. Por otro lado, el director de Análisis de Tressis señala que se están viendo salidas de dinero de todos los ETF que el año pasado tuvieron muy buen recorrido, como los ARK, los Next Generation Technology o los de energías renovables.

Para Lorena Martínez-Olivares, responsable de ETF de J.P. Morgan Asset Management para España y Portugal, nos encontramos inmersos en un escenario “completamente positivo para los activos de riesgo por la recuperación macro, que está apoyada en unas políticas monetarias relajadas”. Y aunque la subida de la inflación está coleteando y existe el debate de si será transitoria o permanente, de momento no parece ser un problema para el muy corto plazo.

Los datos confirman la opinión de Martínez-Olivares. Según detalla, este 2021 (con cifras hasta el cierre de abril) está siendo un año récord para los flujos de ETF, con la entrada de 75.000 millones de euros en el mercado UCITS en Europa, una cifra que ya supera la registrada en todo 2020. Los ganadores han sido la ASG, market cap, smart beta y temáticos. En términos de renta fija, se han visto salidas en la parte más tradicional, pero entradas positivas en todo lo relacionado con la sostenibilidad. Destaca, además, el hecho de que un ETF de renta fija china fue el más vendido en 2020 y sigue presente en el ejercicio en curso. “Nosotros pensamos que China, al final, se considerará como un asset class, como un tipo de activo separado”, añade.

El año de la renta variable en ETF

“Este ha sido el año de la renta variable en ETF, ha habido una rotación significativa y una acumulación de flujos. Ha sido un ejercicio importante para los activos de riesgo, para la bolsa en particular, aunque también para áreas específicas de la renta fija, como los bonos chinos o los ligados a la inflación”, apunta Ana Concejero, directora de Ventas para España y Portugal en State Street Global Advisors. La llegada de las vacunas en noviembre fue el “pistoletazo de salida para ese reflection trade y ha empezado a entrar dinero en todos aquellos activos que han estado muy dañados durante toda la pandemia”.

Según relata, “vimos como primero reaccionó el área de pequeña capitalización con nuevos flujos de entrada, especialmente en EE.UU. Ese reflection trade continuó y después empezaron a entrar flujos en los ETF de value. Le siguieron aquellos sectores más pegados a este estilo de inversión, con un enfoque especialmente cíclico, aquellos más relacionados con las materias primas que habían estado más dañados, como los industriales y materiales, que siguen siendo nuestros favoritos. También, por los repuntes inflacionarios, el sector financiero y la energía. Finalmente el inversor institucional comienza a cerrar sus infraponderaciones al factor dividendo, con buenas perspectivas de largo plazo gracias a la renovación del compromiso de pagos de dividendos por las empresas y revisiones al alza de analistas”.

“Creemos que esta rotación seguirá y tomará más protagonismo Europa frente a EE.UU. Este país sigue teniendo una amplia presencia en las carteras de inversión, pero el Viejo Continente empieza a despuntar como un área value, avalado por las recientes compras de ETF de renta variable europea”, añade.

Tendencias en ETF. Qué piden los clientes

Las principales conclusiones del Estudio Global de ETF que J.P. Morgan AM ha realizado este año, en colaboración con TrackInsight, son que un mayor número de encuestados utiliza ETF de gestión activa y que las asignaciones a renta fija crecen rápidamente para diversificar las carteras de bonos. Además, los ETF temáticos también han sido protagonistas por su crecimiento. Por último, revela que los factores ASG son la tendencia más importante.

El mundo de los ETF ha experimentado una revolución enorme en los últimos años. Las gestoras están inmersas en un ciclo que se retroalimenta con la construcción de nuevos índices diferentes de los habituales y con la demanda de los propios inversores de nuevos productos que diversifiquen respecto a lo que existía hasta ahora.

Pero, ¿hacia qué tipo de ETF se está yendo el dinero? ¿Qué tendencias se observan desde el punto de vista de los ETF? ¿Qué piden los clientes? Para Tirso de Linos, analista de fondos en Andbank, la evolución de cara al futuro sigue ligada a varias temáticas de corte growth. Pueden repuntar todos aquellos sectores que se han visto más comprometidos en estos primeros meses de 2021. “Creo que la innovación en la movilidad, todo lo relacionado con la electrificación o las energías limpias nos va a marcar los próximos años”, señala De Linos.

Desde Andbank ven asimismo una mayor demanda hacia otra serie de productos que favorece el actual entorno de mercado, como ETF de recursos básicos, energía tradicional y materias primas de metales preciosos. Entre ellos el oro que, además, “puede tener un efecto protector en determinados momentos y que descorrelaciona muy bien las carteras”. Aunque también otros como el paladio o cobre, que están marcando máximos que no se veían desde hacía años.

“Además, creo que hay alternativas dentro de cada sector, por ejemplo, en el de consumo. Vemos que el sector del lujo, sobre todo la moda, dentro del consumo discrecional ha tenido un comportamiento relativo muy bueno. Tampoco hay que perder de vista el tema cripto, que ha estado en el ojo del huracán las últimas semanas. El bitcóin y el etherum han estado bajo presión, pero hemos visto un interés muy alto por parte de los inversores. El análisis de este tipo de ETF es complejo y las criptodivisas en sí, pero no hay que dejarlo de lado”, explica.

“También dentro de la renta variable hemos recibido consultas por parte de clientes acerca de computación cuantitativa, quizá sea una temática a vigilar los próximos años por todo lo que puede aportar a mejorar la eficiencia de procesos. Y hemos percibido un buen desempeño de los ETF de este tipo. Y dentro de la renta fija, donde la consecución de yield es algo más complicada, quizás sean interesantes ETF concretos en materia de CoCos”, añade.

Juan Cortázar explica que desde BBVA Quality Funds se ha visto cómo muchas gestoras han lanzado en los últimos años diferentes estrategias para cubrir las diferentes necesidades que han ido surgiendo y sobre todo en dos áreas principales: temáticos y sostenibilidad, que muchas veces van de la mano. Dentro de los temáticos, observa lanzamientos ligados a las tres megatendencias líderes hoy en día.

Tres megatendencias líderes

En primer lugar, la revolución tecnológica, como son los ETF relacionados con el cloud computing, el internet de las cosas, el blockchain o la digitalización, entre otros. En segundo lugar, los patrones demográficos y sociales, con el lanzamiento de ETF sobre nuevas tendencias de consumo, la generación milenial o el envejecimiento de la población. Y, en tercer lugar, el clima y, por lo tanto, ETF con un claro perfil sostenible como son los índices Climate Transition (CTB) y Paris-Aligned (PAB), centrados en la reducción de la huella del carbono y con el objetivo de lograr que la temperatura global de planeta no suba más de un grado y medio hasta 2050.

Aparte de eso, afirma que “estamos viendo lanzamientos de temáticos sostenibles vinculados específicamente a la consecución de uno o de varios Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la ONU. Así, recientemente hemos visto lanzamientos sobre objetivos de la igualdad de género, salud y bienestar o educación, etc.”.

La inflación, un tema caliente

Para Ana Concejero (State Street), en tendencias la inflación ahora mismo es el “tema caliente” en la mente del inversor. Bien estos repuntes inflacionarios sean transitorios o más permanentes, la clave es cómo va a afectar a las carteras y, sobre todo, a aquellos inversores con un horizonte de inversión más corto. Es decir, cómo poder aprovechar este repunte inflacionario.

En este escenario, “la selección sectorial nos ayuda a incorporar estos sesgos: Vemos muy fuerte al sector financiero; a los más cíclicos, como materiales e industriales, que van a tomar ventaja en esta reapertura de las economías; y a aquellas estrategias con un perfil más value, cada vez más centradas en Europa sin dejar de lado a EE.UU. Finalmente la incorporación con orientación ASG de las carteras es imparable”.  “Es lo que nos están pidiendo muchos inversores, quieren rotar sus posiciones en ETF convencionales a otros con carácter y clasificación ASG, pero sin tener por ello que pagar más tracking”, añade.

Aquí, desde su punto de vista, entra en juego la innovación en la creación de nuevos índices, porque en la parte de renta fija todavía queda mucho campo por explorar y faltan muchas exposiciones. En este sentido, State Street ha unido fuerzas con Bloomberg para crear una gama de índices que se basan en el mapa de las normas contables de sostenibilidad SASB “y hemos añadido una herramienta propia que es el factor de responsabilidad, que nos permite agregar datos ASG de diferentes fuentes reconocidas para mitigar la amplia dispersión de datos que existe y la idea es tratar de unirlos y crear un denominador común. Igualmente el factor de responsabilidad permite mantener el tracking de los nuevos índices ASG pegado a tracking de los índices convencionales ”.

Mayor transparencia y seguridad para el inversor

Los ETF son instrumentos interesantes para implementar la ASG en las carteras, ya que son productos transparentes y eficientes, pero muchas veces el inversor que de verdad se preocupa por estas cuestiones se pregunta cómo realmente se aplican estos criterios, según pone de manifiesto Tirso de Linos (Andbank). Es decir, si, por ejemplo, se incluye a líderes en los distintos sectores en los que invierte, si se aplican únicamente exclusiones o si se busca ir en contra de principios o normas. “Facilitar un poco de información en fichas u otro tipo de documentos sería útil”, incide.

Además, según señala, cada vez es más importante hacer hincapié en la letra G de las siglas ASG, esto es, la G de Governance, que alude al gobierno corporativo de la empresa, por ejemplo, a la composición y diversidad de su Consejo de Administración, las políticas de transparencia en su información pública o sus códigos de conducta. “Aquí los ETF pueden jugar un papel fundamental a través del proxy voting”, afirma.

Volviendo a la identificación de los productos ASG, Lorena Martínez-Olivares (J.P. Morgan Asset Management) cree que hay que hacer “una labor importantísima de formación, claridad y transparencia” de cara a la normativa europea SFDR que impulsa este tipo de inversiones. “La regulación está y va a estar en continuo desarrollo”, avisa Martínez-Olivares.

En el caso del proxy voting, la responsable de ETF de J.P. Morgan Asset Management para España y Portugal apunta que es una de las prioridades de la gestora. “Tenemos un equipo dedicado al stewardship (un concepto relacionado con la participación activa y la administración responsable), cuyo objetivo es participar, empujar y favorecer que las compañías vayan en una dirección determinada y alinearla con prioridades como la reducción de la huella de carbono, el governance o la lucha contra el cambio climático.

Añade que han publicado el informe anual sobre stewardship “donde explicamos en qué consiste, qué se ha votado y por qué. La regulación empuja por un lado y la industria, o las gestoras, lo hacemos por otro para ser más transparentes”.

"State Street gestiona un patrimonio de 400.000 millones de dólares invertidos en estrategias ASG, ETF y otras; es decir, que el track record, la experiencia y la capacidad de inversión están ahí, la clave es cómo aplicarlo a este nuevo mundo ASG que nos están pidiendo", señala Ana Concejero, de State Street. En este escenario, "el proxy voting es de particular relevancia para nosotros", subraya.

Concejero recuerda la campaña que puso en marcha su firma con la instalación, en el distrito financiero de Nueva York, de la estatua de la niña Fearless Girl en 2017, coincidiendo con la celebración del Día de la Mujer. En unos días generó una atención que eclipsó por completo el protagonismo del icónico toro de Wall Street. El objetivo de la campaña era atraer la atención hacia la desigualdad de género que existe en los puestos más altos de dirección y la brecha en los sueldos.

"En 2017, cuando comenzó Fearless Girl, identificamos que había 1.486 compañías que no tenían una sola mujer en los Consejos de Administración. De estas, 862 ya han incorporado a mujeres y hemos votado contra 313 empresas este año que continúan sin incluirlas", explica la representante de State Street.

"Hemos comenzado a ser muy activos en este ámbito, con las políticas de proxy voting. Y de nuevo basamos nuestra metodología en el R-Factor (un sistema de calificación ASG desarrollado por SSGA), que integramos en nuestra política de voto desde 2019", indica Concejero, quien añade que desde ese año "hemos votado en los Consejos de 7.300 compañías a nivel global, algo que nos permite medir la performance de esas empresas frente a sus homónimos, y también asesorar y entender cuáles son los detonantes de este scoring ASG para que puedan tomar las medidas adecuadas para conseguirlos. Además, las vamos midiendo año a año".

Por otro lado, el director de Análisis de Tressis echa en falta métricas en la gestión pasiva. Por ejemplo, la opción de tener en las fichas de los diferentes fondos cotizados y productos mediciones de sostenibilidad (sean de ETF sostenibles o no) de huella de carbono o la valoración de ESG por parte de proveedores externos, entre otros.

Jorge González señala también que ha habido regiones durante los últimos meses donde ha sido muy difícil encontrar productos de una réplica física, con bajo tracking error (la divergencia entre el comportamiento del precio de una posición o cartera y el comportamiento del precio de un índice de referencia). “Es cierto que no podemos exigir a un ETF de China que trackeen con la misma calidad que otros, pero todo lo que sea una mejora en ciertas regiones, en ciertos sectores que se salen un poco de lo habitual, es bienvenido”, concluye.