Para Tristan Gruet, gestor de bonos convertibles europeos en Allianz Global Investors, el actual entorno de mercado es idóneo para los convertibles, un producto que ofrece rentabilidades atractivas a largo plazo con menor volatilidad que las acciones.
2013 ha marcado un principio y un fin. Por un lado, las economías desarrolladas parecen haber superado al fin la crisis financiera, lo que ha llevado la renta variable hasta nuevos máximos históricos. Por otro, el año supuso el fin del ciclo alcista vivido por la renta fija durante las últimas tres décadas, lo que se ha traducido en bajos tipos de interés que dificultan la generación de rentabilidades atractivas en los mercados de bonos. Ante esta situación, ¿qué deben hacer los inversores conservadores?
Para Tristan Gruet, gestor del Allianz Convertible Bond, el entorno actual es idóneo para la inversión en bonos convertibles. “Un bono convertible es un bono que ofrece la opción de convertirse en acciones, es decir, es un instrumento de crédito con potencial de renta variable”, explica el experto de Allianz Global Investors. “Las características de los convertibles, como su sensibilidad con respecto a la cotización de las acciones, los tipos de interés o el nivel de volatilidad, los convierten en una clase de activo muy interesante para aquellos inversores que quieren aprovechar los avances de la renta variable con el nivel de protección y el potencial de generación de rentas que ofrecen los bonos”.
Dicho de otro modo, los convertibles permiten incrementar el nivel de riesgo de la cartera de forma conservadora. “Gracias a su perfil de rentabilidad asimétrico, a largo plazo los convertibles ofrecen rentabilidades atractivas con menor volatilidad que las acciones”, afirma Gruet. Aunque en momentos de crisis estos productos suelen caer como consecuencia de la huida generalizada de los inversores hacia la calidad, se recuperan con mayor rapidez y ganan más en periodos alcistas de lo que pierden en periodos bajistas (ver gráfico). Además, como apunta el gestor, “no hay que olvidar que los convertibles son bonos y que por lo tanto cuentan con la protección inherente a los bonos: cupones, calidad crediticia del emisor, etc.”.
El mercado europeo ofrecerá numerosas oportunidades en 2014
El Allianz Convertible Bond, que cuenta con cinco estrellas Morningstar y una calificación AA de Citywire, centra su actividad en los bonos convertibles europeos (que coticen en mercados europeos o que hayan sido emitidos por emisores europeos), un mercado diversificado en el que Gruet encuentra interesantes oportunidades. “Con un valor de mercado superior a los 65.000 millones de euros, el mercado europeo de convertibles ha registrado un repunte de las emisiones desde 2012, cuando se emitieron más de 10.000 millones de euros en bonos de nueva emisión, que alcanzaron los 15.000 millones de euros en 2013”.
Además, el mercado muestra un elevado potencial de renovación ya que aproximadamente el 15% del universo vence en 2014 y un 12% en 2015. Gruet también anticipa que varias emisiones grandes serán recompradas o convertidas en 2014. “Estos movimientos fomentarán la participación de nuevas empresas con potencial de inversión”.
Entre esos potenciales emisores, el gestor identifica a “aquellos que desean reducir su coste de financiación −puesto que los convertibles ofrecen un cupón inferior a los bonos normales por la opción de convertibilidad que ofrecen−, a los que buscan alternativas a la financiación bancaria en el entorno actual de desapalancamiento bancario y a los que desean deshacer posiciones en otras empresas como parte de un proceso de simplificación de balances, incluidos algunos organismos gubernamentales”.
Por último, el repunte de la actividad de fusiones y adquisiciones también podría resultar beneficioso para el mercado de bonos convertibles, tanto en el caso de que los emisores decidan reemplazar los bonos antiguos por bonos nuevos (por ejemplo, para prevenir el riesgo de dilución del capital) como en el caso de que las cotizaciones avancen como consecuencia de la operación.