¿En qué deben fijarse los inversores a la hora de seleccionar gestoras de activos para sus inversiones sostenibles?

Planta
Foto: Neven Krcmarek, Unsplash

La Taxonomía de la UE y la medición del alineamiento con esta son, hasta cierto punto, todavía trabajos en curso. Esto plantea la siguiente pregunta: ¿en qué deben fijarse los inversores a la hora de seleccionar socios de gestión de activos para sus inversiones sostenibles? ¿Qué criterios pueden utilizar los inversores para comprobar que una gestora de activos está preparada para este contexto normativo? Marie Niemczyk, jefa de Gestión de Cartera de Clientes ASG en Candriam, revela cuáles son los cuatro elementos que resultan de especial importancia:

La comprensión de la gestora de activos sobre los datos ASG, su calidad y materialidad

Es, en su opinión, el primer punto. “Para hacer frente a los retos relacionados con la falta de datos de calidad, una gestora de activos debe llevar a cabo su propia evaluación de datos en profundidad y realizar comprobaciones de la calidad y pertinencia de los datos”, explica.

Marco analítico ASG contrastado

Según la experta, habría que realizar un análisis fundamental y exhaustivo para evaluar la sostenibilidad de los emisores en los que se invierte es la base de la inversión sostenible. “En el caso de los emisores corporativos, los inversores deben comprobar si la gestora de activos analiza las actividades económicas subyacentes de cada empresa, ya que esto refleja el espíritu de la Taxonomía”.

Soluciones alineadas con el Acuerdo de París

Para los inversores que deseen alinearse con los objetivos del Acuerdo de París, Niemczyk considera que es importante comprobar si las gestoras de activos utilizan datos prospectivos sobre la temperatura de las empresas. “Esta es la base para medir la temperatura de la cartera y puede ser, en esta fase, una alternativa relevante a un enfoque basado en la Taxonomía”.

Diálogo e interacción

A su juicio, las gestoras de activos deben demostrar una interacción de impacto con los emisores, tanto a través del diálogo como del voto, ya que son indicadores de un compromiso real y de una mentalidad orientada al futuro. Confirma que tales gestoras de activos reconocen su papel y asumen su función como actores clave en el cambio hacia un futuro sostenible”, concluye.