El nuevo gobierno alemán ha anunciado un plan de estímulo fiscal de 500.000 millones de euros para defensa e infraestructura, reformando el "freno de la deuda" para impulsar el crecimiento tras años de estancamiento. Esto ha generado reacciones positivas en los mercados financieros.
El nuevo gobierno de Alemania, liderado por la coalición CDU/CSU junto con el SPD, ha dado un giro drástico en su estrategia económica. Han implementado un ambicioso plan de estímulo fiscal que marcará el rumbo de su economía en los próximos años. En este contexto de crecimiento moderado y desafíos estructurales, el futuro canciller Friedrich Merz ha anunciado un plan de inversión en defensa e infraestructura, con un fondo especial de 500.000 millones de euros (11,6% del PIB en 2024). Esta medida es clave para intentar reavivar el motor de crecimiento de Europa, tras dos años de estancamiento, apuntan las gestoras.
Además, se reformará el "freno de la deuda" del país. Se excluirá del cálculo el gasto en defensa por encima del 1% del PIB. Esto hará efectivamente que el gasto en infraestructura sea ilimitado desde un punto de vista doméstico, aunque las restricciones a nivel de la UE seguirán aplicándose. Por último, se permitirá un déficit del 0,35% para los gobiernos locales. Esta medida flexibiliza las rígidas normas fiscales alemanas.
El nuevo paquete de estímulo tiene como objetivo impulsar el crecimiento a través de la inversión en infraestructura y defensa. No obstante, su impacto inmediato sigue siendo incierto. Según Annalisa Piazza, analista de renta fija en MFS Investment Management, el efecto en el PIB será gradual: "se espera un incremento del 0,2% en 2025, del 0,5% en 2026 y de menos del 1% en 2027". A pesar de la magnitud del programa, su implementación llevará tiempo debido a los procesos burocráticos y administrativos que requiere.
Felipe Villarroel, gestor en TwentyFour AM (boutique de Vontobel), enfatiza la magnitud del cambio: "El CDU/CSU y el SPD han anunciado la mayor transformación en la política fiscal alemana en décadas". Aunque el impacto económico aún necesita ser evaluado con más detalle, JP Morgan estima que el déficit podría alcanzar el 5,5% del PIB. Esta cifra es significativa para un país tradicionalmente conservador en materia fiscal.
Reacciones de los mercados
El anuncio de esta medida ha generado expectativas de crecimiento económico y ha influido positivamente en los mercados financieros. Las acciones alemanas se dispararon tras esta noticia, con una subida del 3,54% en el Dax este miércoles. También subió más del 6% el MDax, el índice de medianas capitalizaciones de la región. Además, estos cambios fiscales también tuvieron impacto en el rendimiento del Bund alemán a 10 años, que se estabilizó en torno al 2,88%, no muy lejos del máximo de 12 años (3%) alcanzado en octubre de 2023. Todo ello a pesar del recorte consecutivo de tipos por parte del BCE.
Según James Bilson, estratega de renta fija en Schroders, el anuncio ha sorprendido a los inversores y ha generado movimientos significativos en los bonos alemanes a 10 años. Subieron casi 30 puntos básicos en una sola sesión, el mayor aumento desde la reunificación alemana, así como en la cotización del euro. Esta transformación podría tener efectos a largo plazo en la política fiscal de la eurozona. Podría reducir la tradicional reticencia alemana a un mayor gasto público.

Posibles ajustes en la política del BCE
El Banco Central Europeo (BCE) también observa de cerca estos cambios. Aunque no se espera una reacción inmediata, la expansión fiscal en Alemania podría influir en su estrategia monetaria en el futuro. Villarroel señala que "el BCE probablemente no ajustará su política de inmediato. Sin embargo, este masivo plan fiscal llega en un momento en que la inflación aún no está en el objetivo, lo que debe ser un factor a tener en cuenta por el Banco Central".
Isabel Schnabel, miembro del consejo del BCE, ha indicado que el aumento de la oferta de bonos gubernamentales es parte de la explicación del por qué la tasa de interés real a la que se espera que la economía converja a largo plazo una vez que los choques actuales hayan terminado es más alta hoy que antes de 2008. Por ello, los inversores están atentos a cómo podría evolucionar la política del BCE en respuesta a este cambio en la dinámica fiscal europea. "Hasta ahora, las expectativas de tasa terminal para la Eurozona han subido poco más de 10 puntos básicos. Esto no es un movimiento particularmente brusco", explica Villarroel.
Desde el punto de vista de un inversor internacional, los rendimientos de los activos denominados en euros parecen atractivos. "Renovar un forward mensual de EUR/USD añade aproximadamente 200 puntos básicos a los rendimientos en euros cuando se cubre de vuelta a dólares. Los rendimientos han subido significativamente con esta noticia", expone el profesional. "Seguimos creyendo que la mejor manera de extraer los atractivos rendimientos que ofrece Europa es a través del crédito en lugar de los bonos gubernamentales. Los altos rendimientos totales tienen respaldo de un viento de cola económico que debería seguir impulsando métricas de crédito sólidas", añaden desde TwentyFour AM.
Por otro lado, el efecto del nuevo estímulo en la inflación todavía es incierto. Parte del gasto en defensa se destinará a importaciones, lo que podría reducir su impacto inflacionario. Sin embargo, el comportamiento de los consumidores alemanes será determinante. Piazza señala que si los hogares deciden gastar más en respuesta a este estimulo, podrían generarse presiones inflacionarias adicionales.