El economista jefe de Andbank cree que la reciente expectativa nacida tras su elección puede ser excesiva. Mientras, Marián Fernández, responsable de Estrategia, ofrece las líneas maestras para el inversor conservador en 2017.
En contra del pensamiento generalizado del mercado, Andbank y su economista jefe, Álex Fusté, desconfían del presumible efecto que Donald Trump podría tener como generador de ciclo económico e inflación. “La reciente expectativa nacida tras su elección puede ser excesiva”, avisa el economista de la firma de origen andorrano.
Varias son las razones que le llevan a esa conclusión. Quizá la más poderosa sea una desmitificación de las consecuencias directas de la globalización. “Mucha de la destrucción de empleos manufactureros en Estados Unidos tiene que ver con el desarrollo de la robótica y la tecnología y no con la globalización y son, por lo tanto, de difícil recuperación”, argumenta Fusté. También ha de tenerse en cuenta que “las políticas de gasto se financian con recursos que se deben retraer de consumo presente, derivando en un efecto neutro”, así como que “el gasto en infraestructura suele mejorar problemas de cuello de botella, lo que normalmente desemboca en más desinflación”.
La elección de Trump como presidente de los EE.UU. y su anunciado proteccionismo podrían pasar factura a los mercados emergentes, tanto a nivel comercial como a nivel de flujos financieros. Sin embargo, la confianza que Andbank tiene depositada en estos mercados se sustenta en sus fundamentales y sobrepasa las amenazas del republicano. Según su economista jefe, “los emergentes han mejorado de forma generalizada sus desequilibrios exteriores y se han hecho menos vulnerables a un shock del dólar”, al tiempo que “sus economías están más sincronizadas con el ciclo económico global”.
Uno de los países que más podría sufrir con el cierre comercial de EE.UU. es México, pero desde Andbank ven factible una “línea suave” de actuación por parte de EE.UU. Trump podría acogerse al artículo 201 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que le permite imponer obligaciones adicionales a los estados miembros tras consultas con el Congreso. “Es posible que Trump pudiera utilizar este mecanismo para imponer aranceles comerciales a México, aunque en ningún caso llegasen a la tarifa del 35% que propuso”, descarte Fusté.
El BCE, más tiempo en mercado de lo esperado
Mientras tanto, el 2017 en Europa está ya “dibujado en cuanto a intención en política monetaria”, señala Marian Fernández, responsable de Estrategia de Andbank España, dado que “el BCE sigue presente en mercado más tiempo de lo que se esperaba”. Otra cosa bien distinta, aclara la estratega, es lo que el mercado anticipe, como el tapering. “Va a formar parte del ruido, sobre todo a medida que avance el año, pero Europa no está preparada aún para un tapering oficial”, considera.
El índice bursátil europeo con mejores perspectivas para el curso que se avecina es el Ibex 35. “Podría ser la niña bonita”, anticipa Fernández, al haber menos inestabilidad que en 2016. “Ya hemos pasado las dudas políticas, que ahora se trasladan a otros países del entorno”, puntualiza.
Asset allocation para el inversor conservador
De acuerdo a los parámetros de Andbank, el ciclo económico actual se encuentra en un momento de vuelta a la inflación y de crecimiento. En general, la firma recomienda apostar en este entorno por sectores como productores cíclicos (acero, mineras o energía), consumo discrecional y real estate, un sector este último del que se pueden aprovechar indirectamente los bancos -sobre todo los españoles- al disponer de grandes carteras de inmuebles en balance.
Uno de los grandes retos de Andbank y de todas las entidades de banca privada españolas para 2017 pasa por cómo realizar un buen asset allocation para un inversor conservador, perfil predominante en España. Según Fernández, su asset allocation para estos clientes se centrará en infraponderar renta fija y destinar ese dinero a efectivo, tener una visión oportunista en renta fija con la mira puesta en bonos flotantes y bonos con duraciones cortas y, por último, albergar algo de renta variable, en torno a un 5%, repartida a partes iguales entre acciones estadounidenses y europeas.
La renta variable emergente, sin embargo, queda destinada a perfiles más agresivos. “No nos da miedo”, aseguran los expertos de Andbank. En este activo, India es la gran oportunidad de inversión. Ni tan siquiera la desmonetización que está atravesando el país preocupa a analistas y gestores. “El PIB del cuarto trimestre probablemente sufra una fuerte desaceleración pero, a medio plazo, poner el vasto pero improductivo sector informal en el ámbito de la economía formal producirá una recuperación en V”, indica Fusté, confiado en que este capital entre en el sistema bancario y esté disponible para crédito. Hasta ahora, el 50% del producto nacional y el 80% del empleo pertenecen a la economía informal, “una cifra insostenible” a su juicio.