Atlas Capital cambia de nombre y contrata a Juan Antonio Sanz para la gestión cuantitativa

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Imagen cedida

Atl 12 Capital: así se llamará a partir de ahora Atlas Capital. La entidad gestora de patrimonios ha decidido dar este paso, que remarca los cambios que han tenido lugar en la compañía tras la salida de tres de los socios fundadores desde el año 2003, y evitar “el riesgo reputacional”, en palabras de Jorge V. Sanz Barriopedro, su consejero delegado. El nuevo nombre hace referencia al número actual de socios de la entidad.

Pero la gestora de patrimonios no sólo ha hecho un cambio de forma, sino también de fondo, a través de dos incorporaciones: la de Luis Arribas como director comercial, tras la salida en los últimos años de hasta ocho personas del departamento y con el objetivo de impulsar sus clientes de banca privada, y la de Juan Antonio Sanz, procedente de Bankinter Gestión de Activos, que será el encargado de liderar el nuevo negocio de gestión cuantitativa que lanza la entidad.

Nombramientos que responden al intento de adaptarse a los cambios de una industria que, según el consejero delegado de Atl 12 Capital, quedará concentrada en manos de compañías independientes o en bancos especializados en el negocio de banca privada, en muchos casos a través de entidades suizas. Mientras, “los bancos españoles –con algunas excepciones- aún están 'indexados', cuentan con una gran presión comercial y problemas de formación de redes”, dice, cuando el cliente empieza a demandar una gestión más profesionalizada en paralelo a su pérdida de seguridad. “El negocio está cambiando: los clientes son cada vez más exigentes y tratarán de obtener algo más que rentabilidades ligadas a la evolución de índices”, explica Jorge V. Sanz.

En este contexto también están cambiando los modelos de gestión. De ahí su intención de combinar en la gestora la gestión tradicional con una nueva área de gestión cuantitativa, “más racional y menos ligada al sentimiento de mercado”, capaz de aportar valor en momentos convulsos. “Los mercados serán más dependientes de las políticas monetarias y fiscales, lo que creará volatilidad. Ésta será la tónica dominante ahora, y de ahí la idea estratégica de ampliar el abanico de gestión”, dice Félix López, director General de Atlas Capital Gestión.

Juan Antonio Sanz, con 12 años de experiencia en gestión cuantitativa y procedente del equipo cuantitativo de Bankinter Gestión, será el encargado de desarrollar este negocio y la idea es lanzar en los próximos meses dos fondos de inversión de carácter global, capaces de invertir en cualquier mercado y tipo de activo, accesibles también a las sicav que tienen como clientes. Y con distinto perfil de riesgo: así, el moderado se lanzaría en primer lugar, seguido de una cartera más agresiva que tendría como objetivo obtener retornos anuales del 25% con niveles de pérdida máxima del 5%, con un patrimonio mínimo de 10 millones de euros, aunque los detalles están aún por definir.

Con estos cambios la entidad pretende crecer en un momento complicado, si bien en los últimos cuatro años ha conseguido mantener su patrimonio gestionado e incluso aumentar el dato medio por cliente. “En España se confunde banca privada con banca personal”, dice Sanz.

Con respecto al futuro del asesoramiento, confía en la capacidad de las entidades independientes, si bien reconoce que tener un tamaño moderado podría ayudar. “Si hubiera una entidad con 3.000 millones bajo gestión, dominaría el mercado en España porque el volumen importa a la hora de transmitir solidez”, explica. Para crecer, Atlas declinó adoptar la forma de EAFI porque sus socios consideran que el servicio que ofrecen es muy similar. “Algunas EAFI tendrán éxito y otras no”, aseguran, aunque siempre bajo la premisa de que cualquier iniciativa de asesoramiento independiente va en la buena dirección y ayudará a impulsar la industria.

Entrar en España
Las carteras globales de Atl 12 Capital han mantenido estable su inversión en renta variable desde el año 2009, con muy poca exposición a España. Por eso López afirma que ahora es momento de empezar a entrar, aprovechando las atractivas valoraciones y en nombres con gran parte del negocio fuera, a pesar de la matrícula española, como CAF, concesionarias como OHL o Ferrovial, alguna apuesta oportunista como Arcelor o Acerinox o nombres más puntuales como Ebro o Pescanova, siempre fuera de los bancos, que podrían verse obligados a ampliar capital, según explica Ignacio Cantos.

En deuda pública española, la apuesta es por los tramos de entre 1 y 3 años, así como agencias gubernamentales y deuda de comunidades autónomas como Madrid, con rentabilidades atractivas en algunos casos únicamente por las dificultades de liquidez. López cree que España intentará evitar al máximo la emisión de hispabonos porque cree que supondría “esparcir el riesgo” a todas las comunidades autónomas.