La necesidad de encontrar rentabilidad en un contexto de bajas expectativas en los mercados tradicionales disparará la demanda de activos alternativos... pero no de todos.
La industria de gestión de activos ha focalizado en los últimos años sus planes de crecimiento en los llamados activos alternativos. Al fin y al cabo, en un contexto en el que se esperan bajas rentabilidades para los activos tradicionales al calor de un contexto de tipos bajos que el coronavirus se ha encargado de confirmar, los inversores demandan cada vez más otras fuentes de rentabilidad que les permitan arañar un rendimiento extra a sus carteras y, de paso, descorrelacionar las mismas.
Una prueba de ese creciente interés hacia el amplio universo de alternativos se ve en que, según el informe Protect, Adapt and Innovate elaborado por Boston Consulting Group (BCG), los activos bajo gestión en estrategias alternativas crecieron en el año 2019 un 13%, lo que eleva al 16% el porcentaje total de alternativos en el total de activos bajo gestión. Si bien la cifra puede parecer baja, no lo es tanto cuando se analiza qué supone el negocio en los ingresos de la gestoras ya que, según la consultora “comprende ahora casi la mitad de todos los ingresos de la gestión de activos a nivel mundial”. Y las previsiones es que vaya a más ya que consideran que “las estrategias alternativas seguirán creciendo a un tasa anual del 4% hasta 2024 y capturarán el 49% de los ingresos mundiales”, apuntan en el informe.
Sin embargo, al igual que no todos los activos de renta variable o de renta fija se comportan de la misma manera, en el extenso universo de alternativo, no todas las estrategias cuentan con el mismo potencial de crecimiento.
Los que presentan más potencial...
“ Aunque el mercado de las alternativos sigue creciendo en general, no todas las estrategias lo hacen de la misma manera. Los mercados privados, incluidos capital privado, real estate, infraestructura y la deuda privada, han crecido a un ritmo anual del 9% desde 2008, y hoy en día representan el 66% de los activos bajo gestión y el 60% de los ingresos en alternativos”, afirman desde BCG. Y son en esas áreas donde se prevén las mejores cifras de cara a los próximos cinco años.
Una de las razones obedece al éxito que en el pasado han presentado los mercados privados en su claro objetivo de generar rentabilidad independientemente del contexto de mercado. “Las clases de activos han superado a los mercados públicos en todo el mundo durante las últimas dos décadas, y los gestores se han construido un buen track record y han ganado en legitimidad y buen hacer. En el futuro, esperamos una demanda sostenida a pesar del aumento de la precaución del inversor”, apunta el informe.
En concreto, desde la firma consideran que los activos bajo gestión en deuda privada pasen de los 31 billones de dólares actuales a los 35 en 2024 y que reporten un CARG del 7% en los ingresos los próximos cinco años. Perspectivas positivas presenta también el subsector del real estate, no tanto en crecimiento de activos sino en aumento de los ingresos, donde esperan un crecimiento anual del 3% en los próximos cinco años.
...y los que se quedan atrás
Esto en cuanto a estrategias más exitosas, pero hay otras en el universo de alternativos que no presentan tan buenas perspectivas. Una de ella es la referente a los hedge funds. Desde la consultora consideran que si bien sus activos bajo gestión pueden aumentar un 1% anual los próximos cinco años su aportación en ingresos a las gestoras se retraerá un 1% anual en este periodo “a medida que los inversores respondan con cautela a las actuales perspectivas económicas. Como resultado, las firmas de bajo rendimiento probablemente se enfrenten a cierres y reembolsos”, afirman. Ya se está viendo este año ya que según los datos de HFRX durante el primer trimestre de 2020 se lanzaron apenas 84 hedge funds, la cifra trimestral más baja desde el último trimestre de 2008.
Tampoco augura la consultora un gran crecimiento a la que quizá es la gran solución para que los inversores particulares incluyan estrategias alternativas en cartera: los activos alternativos líquidos. Cree que su patrimonio crecerá menos del 1% anual en el próximo lustro y lo achaca a una razón de peso. “A pesar de un pico de crecimiento durante la mayor parte de la década pasada, las alternativas líquidas han proporcionado un rendimiento pobre, poniendo en duda si esto continuará para ser un producto nicho rentable para los gestores, especialmente considerando las capacidades que necesitan para poder competir en el espacio”, afirman.
De hecho, un reciente ejemplo de ese, en algunos casos decepcionante, comportamiento se ve en un reciente informe publicado por Morningstar que lleva por título Liquid Alternatives Pandemic Test, en el que analizan el comportamiento de las estrategias que aplican los fondos alterativos europeos que ofrecen liquidez diaria en el primer trimestre de este complicado año. Concluyen que las categorías de futuros sistemáticos, global macro y volatilidad tuvieron la mayor proporción de fondos que terminaron el trimestre en territorio positivo (32%, 25% y 24% respectivamente) mientras que los fondos de crédito a largo plazo y corto plazo, multiestratégicos y event-driven, por otro lado, tuvieron la menor proporción de estrategias de retorno positivo con un 11%, 7% y 0%, respectivamente.