AXA IM: La deuda pública de España e Italia es atractiva por rentabilidad-riesgo

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A pesar de las menores rentabilidades que ofrecen actualmente, los mercados de deuda pública periféricos siguen siendo atractivos, incluso si se producen nuevas turbulencias a principios de 2013. Así lo creen los expertos de AXA Investment Managers, quienes consideran que los bonos considerados ‘seguros’ solo son aconsejables en caso de que se produzca un escenario de estancamiento económico y tipos de interés al 0% en Japón o, lo que es peor, de colapso de la eurozona. “Para un gestor de renta fija, la búsqueda de rentabilidad en un mundo de bajos rendimientos será el gran desafío de cara al nuevo año”, afirman desde la entidad.

En un informe sobre perspectivas para 2013, en la firma recuerdan que la deuda soberana periférica de la eurozona ha sido uno de los activos más rentables, solo comparables con los bonos emergentes y los títulos de deuda corporativa. Ahora que las rentabilidades de los bonos de España e Italia a 10 años han caído hasta el entorno del 6% y del 5%, respectivamente, ¿siguen siendo una buena opción de inversión? Para AXA IM, la respuesta es sí, sobre todo si se analizan desde la perspectiva de rentabilidad ajustada al riesgo. No obstante, no son –ni mucho menos- los únicos activos en los que los expertos de la entidad ven valor. El crédito es otro de ellos.

Análisis del mercado de crédito para 2013

En la gestora se muestran convencidos de que las rentabilidades cosechadas en 2012 no se volverán a repetir en 2013. “Aunque los retornos han sido impresionantes, a veces ha habido que tener mucha calma para permanecer invertido después de que los riesgos políticos y macroeconómicos hayan logrado poner nerviosos hasta al más aguerrido”, aseguran. El enfoque de AXA IM cambia en 2013. Si bien empiezan el ejercicio manteniendo una posición de sobreponderación en estos activos, lo hacen con una serie de advertencias importantes. “Entre ellas, anticipamos para este año una fuerte divergencia entre el mercado de crédito europeo y estadounidense”.

En Europa, uno podría pensar que lo peor de la crisis ha quedado atrás. Las rentabilidades de la deuda pública han caído drásticamente, España no se ve en la necesidad de tener que solicitar un rescate completo y una solución a corto plazo para Grecia podría estar en marcha. “El problema con esta tesis es que, incluso considerando que la crisis de deuda soberana se está enfriando, continúa existiendo el gran problema de la debilidad del crecimiento económico, los abultados déficits y el peligro siempre presente de que los políticos europeos no sean capaces de tomar una salida segura tras tres años de confusión”, señalan.

En Estados Unidos, la volatilidad que podría esperarse giraba –al menos hasta ahora- en torno al abismo fiscal. Una vez disipado este riesgo, el impulso del crecimiento económico, la creación de empleo y la recuperación del mercado inmobiliario podrían traducirse en una mayor actividad y, por consiguiente, dar un nuevo impulso a las expectativas. “La parte negativa para el crédito americano, sin embargo, es que este enfoque también podría provocar una rotación de las carteras de los bonos hacia las acciones, en un esfuerzo por tratar de generar mayores rentabilidades”, afirman los expertos de AXA IM.

“Tras un positivo año de cosecha, creemos que el entorno se presenta más favorable en Estados Unidos que en Europa, donde la preocupación por una rotación hacia la renta variable sigue siendo limitada a la luz de los riesgos políticos, Grecia, España, la falta de crecimiento económico y con unas expectativas de beneficios empresariales todavía débiles”, indican. En este sentido, las condiciones que obligarían al inversor a replantearse su fuerte convicción en crédito hasta el punto de cambiar su apuesta no se espera que se materialicen a medio plazo, señalan desde la entidad.