AXA IM prepara su asalto al podio de los ETF

Olivier Paquier
Foto: cedida por AXA IM.

Objetivo: convertir a AXA IM en uno de los proveedores líderes de ETF UCITS para 2026. Hace escasos 12 meses que Olivier Paquier tomó las riendas del negocio de ETF en la gestora con un reto importante desde el primer día. Partiendo prácticamente desde cero, con apenas 1.000 millones en activos bajo gestión y tres ETF, la división, creada en 2022, un año más tarde ha crecido hasta los 1.800 millones y ocho productos en la gama. Y es tan solo la primera piedra en el ambicioso plan del Jefe Global de Ventas de ETF de AXA IM.

Paquier tomó las riendas de esta división de nueva creación tras cinco años liderando el negocio de distribución de ETF en EMEA de J.P. Morgan AM. “Llegó un punto en el que sentía que Europa se me quedaba pequeña y AXA IM me ofrecía el mundo”, reconoce. El directivo es consciente de que ahora juega en un terreno mucho más competitivo que hace escasos años. Cuando empezó en JPAM se estaba dejando de hablar de los ETF Smart Beta y solo comenzaba a sonar el concepto de ETF de gestión activa. “Ahora el panorama es muy distinto”, asegura.

Complementariedad, no canibalización

Incluso ve enormes diferencias en el mercado en apenas dos años. Basta con analizar los flujos a fondos y ETF en 2022. “2022 fue un año de reposicionamiento de las carteras y los ETF respondieron mejor a las necesidades de los inversores”, defiende Paquier. Y 2023 volvió a ser un año de crecimiento estelar para los ETF, que contrastó con el escaso flujo neto positivo hacia los fondos como vehículo. Para Paquier, la conclusión es clara: “El vehículo está siendo decisivo para el inversor, no el debate gestión pasiva-gestión activa”.

¿Cómo están consiguiendo ganar la batalla los ETF? En opinión del directivo, el cambio de dirección de los flujos de capital se explica por varios factores, pero todos convergen en un mismo punto: la comodidad. Porque los ETF como vehículo no solo ofrecen transparencia y liquidez. También pueden ser herramientas de gestión del riesgo o de descubrimiento de precios. “Recordemos esa semana en lo peor de la pandemia; cuando había bonos que no se podían comprar y vender, los ETF ofrecían un precio de referencia”, apunta. O cómo la total transparencia del subyacente permite a los departamentos de riesgos medir casi a tiempo real el riesgo en cartera. Paquier añade como clave el crecimiento de la oferta de productos. “Gran parte de la innovación en la industria la están dando los ETF”, afirma.

No obstante, el directivo prefiere no hablar de canibalización sino de complementariedad. En su opinión, los ETF y los fondos son dos tipos de vehículos que pueden y deben coexistir en la gama de una gestora. Por eso, al crear la división de ETF en AXA IM decidieron integrar el negocio por completo en el paraguas de la entidad. “No existe una marca como AXA IM ETF. Se trata de dejar que los clientes elijan productos de AXA IM en su conjunto”, insiste.

El plan de AXA IM: UCITS, gestión activa y renta fija

En el despliegue de la estrategia de AXA IM en ETF Paquier tiene claro el vehículo. “Los UCITS son la referencia en la industria de la inversión. En Europa, pero también fuera. Los inversores asiáticos y latinoamericanos construyen sus carteras con UCITS”, cuenta.  Y ese ha sido el formato de los cinco nuevos lanzamientos.

En cuanto a estilo de gestión, el crecimiento de la gama de ETF de AXA IM ha tenido dos vertientes. Por un lado, han lanzado sus propias propuestas en índices clásicos, como es el Nasdaq 100, a pesar de la amplia oferta que ya existe para ese segmento. “Creemos que podemos competir en cuanto a calidad incluso en ETF plain vanilla. No por ser el ETF más grande se es el mejor. Los inversores han valorado nuestro bajo tracking error y la comisión, una de las más bajas”, explica.

Pero, por otro lado, también están lanzando ETF de gestión activa. Ideas nuevas, como sus ETF Paris Aligned Benchmark (PAB), así como réplicas en ETF de estrategias de éxito de la casa. 

Y aquí, en la gestión activa, es donde Paquier siente que está el verdadero potencial. A día de hoy los ETF de gestión activa apenas representan el 2% del mercado, pero el año pasado coparon el 4% de los flujos netos. “El crecimiento en este segmento es espectacular. Desde diciembre a ahora he contado cuatro nuevos proveedores de ETF activos entrando en el mercado”, cuenta.

Y también apostarán por centrarse en el punto fuerte de AXA IM en cuanto a clase de activos. “Los inversores nos conocen por ser una casa de renta fija y tenemos mucho que aportar en los ETF de renta fija”, defiende.