Bankia no venderá la gestora de fondos y la de pensiones porque las considera estratégicas

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Cedida por Bankia

Bankia tiene por delante un plan de ventas de activos valorados en 90.000 millones de euros en los próximos cinco años. Sin embargo, en ese proceso de desinversión (del que apenas hay detalles, más allá de que se desprenderá de su participación en Mapfre y City National Bank of Florida) no están incluidas ni la gestora de fondos ni la de pensiones porque las considera estratégicas, aseguran a Funds People fuentes conocedoras del plan.

Bankia Fondos administra 5.510 millones en fondos de inversión, según los últimos datos de Inverco, mientras que Bankia Pensiones (que aglutina a Caja Madrid de Pensiones y Ges Laietana de Pensiones, cuya fusión se aprobó recientemente) cuenta con 4.169 millones. En el proceso de negociación con Bruselas ha estado encima de la mesa la posibilidad de venderlas porque han sido conversaciones muy intensas y con mucho detalle de cómo debe quedar el grupo para volver a ser rentable y solvente, pero Bankia apostó por mantener este negocio, así como el de banca privada (aunque de forma integrada) y el de banca mayorista.

El presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, no dio prácticamente ningún detalle de cuáles serán los activos de los que se desprenderán, pero sí dejó claro que "no es cierto que tengamos vender la banca privada ni la mayorista" y añadió que continuarán "con toda la actividad en estos campos salvo un par de excepciones".

La entidad anunció hace dos semanas la integración de su entidad de banca privada, dirigida por Jaime Gonzalez Lasso de la Vega, dentro de la red minorista (hasta ahora operaba a través de una ficha bancaria independiente) para generar más sinergias y, principalmente, ahorrar costes. La operativa de esta línea de negocio, aseguran en la entidad, seguirá prácticamente sin cambios, más allá de los que le puedan afectar por el cierre de oficinas, como al resto de unidades. 

1.100 sucursales y casi 6.100 empleados menos

El plan aprobado por Bruselas para conceder al grupo BFA-Bankia un total de 18.000 millones de euros le obliga a cerrar entre 1.100 y 1.200 sucursales, entre las que habrá alguna de banca privada. Goirigolzarri se quejó en la rueda de prensa de que son 400 más de los que ellos habían señalado en su plan ideal, lo que implica cerrar oficinas rentables aunque tendrán cinco años para ello. Esos cierres y las ventas de activos conllevarán una fuerte reducción de plantilla, que ascenderá a cerca de 6.100 empleados. 

Goirigolzarri se esforzó en destacar que no serán todo despidos, ya que una buena parte saldrán por la venta de filiales, y otros forman parte de negocios que serán externalizados, con lo que esos empleados acabarán trabajando para otras compañías. No detalló, no obstante, a cuánto ascenderán los despidos ni cuáles serán las condiciones de salida. El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, explicó que no han puesto ninguna restricción a las indemnizaciones que se pueden pagar a los empleados y que, por tanto, no exigen que se abone únicamente lo establecido en la última reforma laboral.

La UE ha exigido que las entidades nacionalizadas reduzcan su tamaño de media un 60%. Bankia explicó en su presentación que de momento lo reducirá un 20%, aunque conocedores del plan explican que pasados los cinco años su tamaño quedará reducido a unos 170.000 millones, frente a los 320.000 millones con los que cuenta en la actualidad.

Sus previsiones contemplan presentar este año unas pérdidas de 19.000 millones (hasta junio acumulaba 7.053 millones), y presentar ya beneficios a partir del próximo año. El plan es ganar 800 millones en 2013, 1.100 millones en 2014 y 1.200 millones en 2015. Goirigolzarri se apoyó en esas cifras para predecir que el Estado podrá recuperar el dinero invertido en Bankia.

Lo que a estas alturas no está claro es qué va a pasar con los accionistas de la entidad. De momento, ayer se dejó claro que los propietarios de las participaciones preferentes sufrirán un recorte del 39% en la valoración de sus títulos, en tanto que los de deuda subordinada experimentarán un descuento del 14%. Eso sí, les darán a cambio acciones y todavía está por determinar si son de la Bankia actual o de la saneada, con lo que todavía existe la posibilidad de que asuman un recorte posterior si los títulos que les den se desploman. El descuento que se aplicará a los accionistas está todavía negociándose entre el FROB y Bruselas. Se prevé que sea elevado aunque sin llegar a dejar a las acciones sin valoración. Se determinará con el precio de la ampliación que suscribirá el FROB.