¿Bolsa americana o europea? Fidelity hace pública su elección

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"Una vez más, la Reserva Federal de EEUU ha empequeñecido al BCE con un programa de relajación monetaria potente y abierto dirigido a la raíz del problema: la financiación de la vivienda. Ben Bernanke es un experto reconocido mundialmente en lo que la Fed debería haber hecho para salir de la Gran Depresión y está siguiendo el guión punto por punto: relajación monetaria masiva, mantener el rumbo y prolongar dicha relajación hasta bien entrados en la recuperación”, asegura Trevor Greetham, gestor de fondos multiactivos de Fidelity Worldwide Investment. Pero, ¿qué implicaciones tiene esto de cara a su visión sobre el mercado?

“Las medidas de la Fed refrendan la sobreponderación que mantenemos desde hace tiempo en renta variable estadounidenses frente a la europea y en inmuebles internacionales en nuestros fondos multiactivos”, indican desde la gestora. En cuanto a los mercados, Fidelity asegura que podríamos ver un periodo de consolidación a medida que los que compraron con el secreto a voces vayan vendiendo con la noticia. “Esperamos que esta relajación ayude a iniciar una nueva fase alcista en la economía, pero estas cosas no pasan de la noche a la mañana. La publicación de datos económicos flojos podría crear buenas oportunidades de compra durante los próximos meses".

Por lo pronto, la última ronda de estímulos monetarios en EEUU complementa los movimientos del BCE. “Juntos, el compromiso de la autoridad monetaria de comprar cantidades ilimitadas de deuda pública de la zona euro y el programa de la Fed para adquirir bonos hipotecarios y mantener los tipos de interés bajos por muchos años se perciben como un impulso muy necesario en un momento en el que el crecimiento mundial es débil y se está deteriorando”, afirma Adrian Brass, gestor de renta variable estadounidense.

“La Fed ha puesto sus miras en el mercado de bonos hipotecarios para reactivar el sector de la vivienda, que es el área de la economía estadounidense que menos ha mejorado desde la recuperación de 2009. Con ello, esperan reducir los tipos de interés de las hipotecas y estimular la demanda de vivienda, lo que mejoraría la confianza de los consumidores y crearía empleo”. Los activos financieros y las materias primas respondieron inmediatamente al anuncio, aunque esto era algo que se esperaba.

“Si bien este nuevo impulso puede ayudar a la confianza a corto plazo y revertir la desaceleración de la economía, no resuelve los problemas estructurales a largo plazo que plantean los desequilibrios presupuestarios y el endeudamiento público y, por lo tanto, dado que la Bolsa estadounidense cotiza en los niveles más altos después de la recesión y presenta valoraciones razonables, su repercusión en los mercados podría durar poco", concluye Brass.