En CapitalatWork defienden un modelo de gestión de carteras muy particular. No creen en la arquitectura abierta, apuestan por el largo plazo sin importarles los resultados a 31 de diciembre y mantienen con sus clientes una relación de cercanía total. Además, no realizan labor comercial alguna. “Nuestro mejor comercial es nuestro cliente”, explica Eric Ollinger, […]
En CapitalatWork defienden un modelo de gestión de carteras muy particular. No creen en la arquitectura abierta, apuestan por el largo plazo sin importarles los resultados a 31 de diciembre y mantienen con sus clientes una relación de cercanía total. Además, no realizan labor comercial alguna. “Nuestro mejor comercial es nuestro cliente”, explica Eric Ollinger, presidente de la entidad. “Es un proceso más lento para el crecimiento pero más seguro ya que creas una relación de confianza especial con los clientes. En 2008, en el peor momento de la crisis, no perdimos ni un solo cliente”.
Según Ollinger palabras como disciplina, consistencia y prudencia son las que mejor definen el trabajo diario de este grupo de profesionales. Actualmente, trabajan 12 personas en la oficina española de Capitalatwork, de los que el la mayoría son gestores o analistas y el resto personal de soporte o administración. El año pasado, los socios españoles de la firma recompraron sus acciones a la matriz belga del grupo si bien su relación sigue siendo igual y comparten con el resto del grupo sus equipos de análisis y gestión, aunque cada país adapta su gestión al tipo de cliente que tiene.
Su labor se centra en la gestión discrecional de carteras para lo que invierten directamente tanto en renta fija como en renta variable y cuentan con fondos de inversión propios que usan, únicamente, como herramientas para su gestión pero de los que no hacen una comercialización activa. De hecho, de los 5.000 millones de euros con que cuenta todo el grupo, sólo 1.500 millones de euros están en sus fondos de inversión. Además, en España gestionan tres sicav abiertas que ofrecen a los clientes con menor capacidad de inversión. Actualmente, tienen cuatro fondos de renta fija, cuatro de renta variable y cuatro mixtos.
En su proceso de análisis de las compañías las estudian en su conjunto, es decir, tanto como posible inversión de renta variable como de renta fija. “Buscamos compañías con ventaja competitiva, que generen flujos de caja y estén poco endeudadas”, explica Lucas Monjardín, consejero delegado de la firma. “Analizamos los activos tangibles de las empresas, valoramos qué tienen y cuánto pueden crecer y seleccionamos empresas con altos equity yield”. Así, por ejemplo, no invierten en materias primas y actualmente tampoco tienen ninguna posición en bancos ya que, aseguran, es imposible valorar sus activos. “Está claro que perderemos oportunidades en el corto plazo, pero mantenemos nuestro proceso igual desde hace 20 años y eso nos ha permitido evitar muchos problemas, como pudo ser el boom tecnológico de principios de los 2000 o temas como Lehman Borthers o Madoff”.
“En nuestro proceso somos consistentes y prudentes. Los analistas suelen pasar del optimismo al pesimismo rápidamente y nosotros intentamos evitar eso. Nos ceñimos a analizar lo que sabemos, hacemos estimaciones de los crecimientos de las empresas sólo a tres años y somos prudentes y rigurosos”, dice Monjardín. “Nuestra obsesión es el precio. Compramos y vendemos en función a él. Al final, es tener sentido común en la gestión”. En Capitalatwork utilizan derivados sólo como cobertura para reducir la volatilidad de sus inversiones y siempre regulados.
En sus inversiones en deuda pública también han mantenido la prudencia y tan sólo apuestan por países como Canadá, Noruega o Australia dejando de lado los periféricos europeos. Apuestan por mantener duraciones largas ya que creen que, si bien, a corto plazo les puede penalizar esa posición, a largo es la apuesta más interesante para los clientes. “No nos miran a 31 de diciembre, nuestro objetivo es mantener las rentabilidades de manera consistente, por lo que podemos hacer este tipo de inversiones contrarias al mercado”, dice Monjardín. Su compromiso y creencia en su manera de gestionar es total y el patrimonio personal de todos los socios está en invertido en sus propios productos. “No puedes recomendar algo en lo que tú no creas”, dicen.
El equipo de Capitalatwork ganó en 2010 el concurso de carteras que organizan Allfunds Bank y Expansión, en la cartera agresiva y quedó como segunda mejor cartera conservadora. En la edición de este año, con datos a septiembre, la firma lidera ambas carteras.