¿Cómo están preparando sus carteras los grandes inversores institucionales de cara al 2024?

En State Street Global Advisors cuentan con un equipo de académicos en Estados Unidos que, apoyándose en la inteligencia artificial, han creado Princestats, una herramienta de control de la inflación en tiempo real, que en la práctica ha venido funcionando como un indicador adelantado. “Lo que nos está diciendo actualmente es que ésta se está normalizando. Continuará bajando, pero manteniéndose por encima del objetivo de los bancos centrales”, revela Ana Concejero, responsable de SPDR para España.

Por el lado de los inversores españoles, hay consenso. Todos esperan para el próximo año una inflación ligeramente superior al objetivo y un menor crecimiento económico. Jaime Martínez, responsable Global de Asset Allocation en BBVA Asset Management, explica que el escenario al que le dan una mayor probabilidad es el del soft landing. “Nuestra visión es la de una inflación moderándose en un entorno de crecimiento económico más débil. Tenemos que acostumbrarnos a un escenario en el que la inflación será más alta que en el pasado”, afirma.

A 12 meses, Nerea Heras, responsable de Fondos Core en GMAS de Santander Asset Management, ve la inflación en el entorno del 2,5%, tanto en Europa como en Estados Unidos. En lo que respecta al crecimiento, observa que el consumo privado al otro lado del Atlántico comienza a mostrar signos de agotamiento, pese a que las tasas de ahorro siguen altas. “En Europa, sin embargo, podríamos ver cómo la caída de la inflación anima al consumo”, explica. Esto podría tener efectos importantes en lo que respecta al comportamiento de los mercados.

“En Estados Unidos podríamos asistir a un escenario para 2024 de un crecimiento más débil, menor que en el pasado reciente, mientras que, en Europa, donde éste ha sido anémico y las sorpresas positivas han sido menores, podríamos asistir a cierta reactivación económica. Esto podría llevar al mercado a cuestionar el comportamiento relativo de Europa frente a Estados Unidos, no tanto por el mérito del primero como por demérito del segundo”, indica Jorge Hernández, director de Soluciones de Inversión en CaixaBank Asset Management.

“Los bancos centrales van a mantener una política de tipos elevados durante más tiempo para evitar caer en el error de facilitar repuntes inflacionistas”, comenta Jorge Hernández. Esto tiene importantes implicaciones a nivel de gestión. “Tanto en fondos como en carteras estamos reevaluando las asignaciones estratégicas, tomando más exposición a deuda soberana y corporativa, incrementando la exposición al devengo que nos proporcionan ahora los tipos de interés, en toda la curva y en tramos cortos en especial”, explica el director de Soluciones de Inversión en CaixaBank AM.

Nerea Heras considera que estamos ya en el pico de los tipos, lo que les hace invertir con más convicción en renta fija, especialmente en deuda pública. “En mercados convulsos, los bonos soberanos, tanto europeos como americanos, te van a amortiguar a la vez que servirte de diversificador, una función que no cumplían en los últimos años”. En crédito se muestran más cautos, al entender que una desaceleración más pronunciada de la prevista podría penalizar a esta clase de activo. Y, en renta variable, están neutrales. “Hay más que ganar en renta fija”, asevera la responsable de Fondos Core en GMAS de Santander AM.

En BBVA AM tiene dos horizontes. Uno estratégico, que es plurianual, y otro táctico. En el estratégico, que revisan cada seis meses (la última revisión se ha producido en el mes de noviembre), contemplan un escenario de tipos reales más altos en promedio de lo que hemos visto la última década. Según explica Jaime Martínez, esto obedecería al temor de los bancos centrales a que la inflación sea más persistente. “Ese escenario no es especialmente bueno para los activos de riesgo porque el listón para ellos en términos de rentabilidad esperada tiene que ser mayor”.

Eso, desde el punto de vista estratégico, lo que les lleva es a apostar más por activos que generan carry. “Te permiten generar esa rentabilidad real con menos riesgo. Es un escenario en el que no te hace falta arriesgar tanto para obtener una rentabilidad positiva. En términos estratégicos, se traduce en carteras que están sesgándose hacia el income, es decir, la generación de rentas. Ahora mismo la tendencia es aumentar el peso de gobiernos y el crédito de alta calidad. Es algo que responde a ese escenario de tipos de interés más altos”, indica.

¿Y qué están haciendo los inversores institucionales a nivel global? Como custodio del 15% de la inversión global, en State Street tienen la capacidad de extraer los datos y analizarlos. Y lo que están diciendo esos datos es que los inversores no están posicionados para una recesión. “En la primera mitad del año, el inversor institucional ha ido vendiendo sus posiciones en deuda y se ha movido al cash. Y, en la segunda, ha vendido sus posiciones en activos de riesgo, principalmente renta variable, moviéndose también a cash”, revela Ana Concejero.

Analizando más en detalle el viraje de las carteras, observan que los inversores institucionales están buscando la seguridad del Tesoro americano. “Siguen infraponderados en treasuries, pero llevan comprando los últimos 60 días”. Por el contrario, continúa saliendo dinero de activos de riesgo. “En renta variable, apreciamos una clara rotación hacia sectores más defensivos, principalmente salud y consumo estable, pero también de nuevo energía, en detrimento de financieras y tecnología. También detectamos interés por el income en el mercado de acciones, como los enfocados en dividendo”, concluye la responsable de SPDR para España.