La inflación ha sido, sin lugar a dudas, el indicador macroeconómico al que más atención han prestado los inversores en 2023. Y todo apunta a que lo seguirá siendo el próximo año. Su evolución condiciona la política monetaria y la visión de los inversores sobre las distintas clases de activo. Y, por consiguiente, también su posicionamiento. ¿Qué dirección tomarán los precios en 2024? Y… ¿cómo están preparando los grandes inversores españoles sus carteras para afrontar el próximo año?
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