¿Cómo puede comportarse el M&G Optimal Income en los próximos 12 meses?

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Foto cedida

El M&G Optimal Income se ha convertido en una de las grandes apuestas de los inversores tanto españoles como europeos, que a lo largo de los últimos años han ido elevando el peso en sus carteras de este fondo de M&G Investments. Sin embargo, en los últimos meses, Richard Woolnough se ha tenido que acostumbrar a gestionar con reembolsos, después de que, desde el 1 de abril, las salidas netas registradas por el fondo rondan ya los 3.500 millones de euros, según datos de Morningstar. Esto representó aproximadamente el 9% del patrimonio del fondo (el volumen de activos actual es de 29.800 millones de euros). Para Enrique Pardo, responsable del departamento de Análisis de Inversiones de Allfunds Bank, "estas salidas de dinero se inscriben en un contexto de un incremento de la volatilidad y un mal comportamiento de todos los sectores de renta fija durante el segundo trimestre, donde finalmente los inversores han empezado a reconsiderar su exposición a esta clase de activo".

La actualización de la estrategia del M&G Optimal Income ha sido una de las sesiones más populares de las celebradas por M&G Investments en su evento anual de prensa en Londres. En esta ocasión, en lugar de Richard Woolnough (en la imagen) fue Stefan Isaacs – cogestor de la estrategia- el encargado de repasar el posicionamiento de la cartera y la visión del equipo para los próximos meses. Actualmente casi un 60% de la cartera de este producto está posicionado en deuda corporativa con grado de inversión. “Vemos más valor en términos relativos, nos guiamos por la valoración. Pensamos que la deuda estadounidense con grado de inversión es más atractiva que el high yield”, indica Isaacs.

El experto observa que esta área del mercado es de las que presenta un mayor atractivo, puesto que los diferenciales han cotizado con un mayor ajuste el 55% de las veces respecto a su media histórica; actualmente el diferencial del crédito estadounidense con grado de inversión se sitúa por debajo de los 150 puntos básicos. En particular, destaca las oportunidades que ofrece la parte final de la curva: una de las estrategias implementadas en el fondo es la compra de deuda corporativa a 30 años y la venta de futuros sobre el treasury. Por atractivo le siguen la deuda corporativa europea con grado de inversión (los diferenciales han estado más ajustados el 46% de las veces) y la deuda británica con grado de inversión (diferenciales más ajustados el 44% de las veces).

La situación del high yield es distinta, puesto que los diferenciales están más presionados tanto en EE.UU. como en Europa. Aunque esta clase de activo supone cerca de un tercio de la cartera, el experto explica una ligera discrepancia dentro del equipo con respecto al posicionamiento en bonos de alto rendimiento: “Richard es un poco más bajista que yo en high yield. Esta clase de deuda cotiza a una media del 6% en EE.UU. y del 4% en Europa y ofrece mucha protección de las rentas. Sí estamos un poco más nerviosos respecto al high yield europeo, porque esta clase de compañías se han beneficiado del QE del BCE y ahora sus valoraciones ofrecen menores rentas y menos potencial alcista”.   

El resto de la cartera está posicionada en deuda soberana, principalmente europea: “Tenemos un poco de deuda pública por la liquidez, creemos que es responsable para el fondo”, comenta el gestor. Éste subraya la necesidad de reforzar las posiciones líquidas en el momento actual que está viviendo la renta fija: “Hemos sido siempre muy prudentes en la gestión de la liquidez, es necesario asegurarse de tener instrumentos líquidos. El mercado es brutalmente consciente del momento actual y las preocupaciones sobre la liquidez aún no están totalmente en el precio. El mercado cada vez está más centrado en la liquidez”. Con este posicionamiento, la cartera presenta una duración media de  2,5 años. Isaacs advierte que “los inversores van a tener que acostumbrarse a retornos inferiores y van a tener que considerar cuáles son las clases más atractivas en términos del riesgo ajustado a los retornos”. Esto se ha visto en la rentabilidad cosechada anualizada cosechada por la estrategia durante los últimos tres años ha sido del 6,3%. La que está consiguiendo este año, del 0%.

¿Qué puede pasar a un año vista?

A partir del posicionamiento actual de la cartera, el equipo del M&G Optimal Income ha trazado un pronóstico del comportamiento del fondo respecto a su índice de referencia a 12 meses vista en nueve escenarios diferentes dictaminados por la combinación de tipos de la deuda gubernamental y los diferenciales de crédito. El escenario en el que el fondo podría generar la mayor rentabilidad posible, del entorno del 11,5%, sería el de reducción de los diferenciales de crédito en un 1% a la par que la deuda soberana cede otro 1%. En cambio, el fondo podría batir con mayor margen al índice (un 5% de diferencia) en el caso de que se produjera un repunte del 1% en la deuda soberana y una contracción del 1% de los diferenciales. En el peor de los escenarios posibles, subida de los tipos del 1% y ensanchamiento de los diferenciales del 1%, la cartera podría perder hasta un 4,8% según los cálculos del equipo, pero esta caída sería inferior a la del índice de referencia. (La rentabilidad que conseguiría el fondo está marcada con negrita. El otro dato es la rentabilidad del índice).

  Diferenciales de crédito

Rentabilidad de la

deuda soberana

-1% Sin cambios +1%
-1%

+13,78%

+11,48%

+9,26%

+5,59%

+5,17%

+0,45%

Sin cambios

+7,14%

+8,68%

+2,62%

+2,79%

-1,47%

-2,35%

+1%

+1,3%

+6,23%

-3,22%

+0,34%

-7,31%

-4,8%

Fuente: M&G Investments. Rentabilidad del índice de referencia frente a la cartera (en negrita).