Un objetivo a nivel profesional y personal...
A nivel profesional me gustaría consolidar año a año la posición del equipo de BBVA AM como un referente en el ámbito de las inversiones en España y los demás países donde estamos presentes, basada en un excelente equipo de personas, procesos sólidos y replicables y ‘performance’ consistente. Y, sobre todo, contribuir con nuestra labor a que nuestros clientes sigan confiando en nosotros y que podamos ayudarles a alcanzar sus objetivos de ahorro e inversión, con soluciones de inversión cada vez más adaptadas a sus necesidades y preferencias.
Personalmente, el objetivo es seguir encontrando tiempos y espacios para compartir con mi familia y disfrutar de quienes, aunque dispersos por el mundo, dan sentido al día a día y aportan la motivación para hacer más cosas y hacerlas mejor.
Un recuerdo o aprendizaje...
Mi carrera siempre se ha desarrollado en el ámbito de la gestión de activos y tuve la suerte de empezar en una gestora pequeña en un momento (1991) en que la industria despegaba en España de forma decidida. Iniciar mi trayectoria en un entorno reducido y en un período de fuerte crecimiento, me brindó una perspectiva única para entender la importancia de cada proceso y la contribución de cada persona en toda la cadena de actividades que se desarrolla en una gestora.
Esta experiencia inicial ha sido fundamental en mi perspectiva profesional, recordándome constantemente que, sin importar el tamaño de la organización, el éxito en la gestión de activos está intrínsecamente vinculado al compromiso colectivo y a la valoración de las contribuciones individuales.
Un competidor/compañero que admires...
El formato de la pregunta me pone en bandeja matar los dos pájaros de un tiro y reconocer a alguien que ha sido compañero en BBVA AM durante la mayor parte de 2023 y termina el año en otra entidad como Blackrock, que podemos calificar como competidor, no tanto en España pero sí desde luego en México.
Me refiero a Luis Megías, con quien he tenido la suerte de colaborar de manera muy estrecha los últimos once años en BBVA AM pues asumí mi posición de director de inversiones casi al tiempo que él era nombrado responsable del negocio para España.
Admiro su visión estratégica y su facilidad para identificar oportunidades de negocio, especialmente en lo relativo a nuevos productos. También su capacidad de comunicación, que le permite enfocar los esfuerzos de equipos muy diversos y navegar la complejidad que caracteriza a las grandes entidades. Le auguro el mayor de los éxitos en su nueva etapa.
Una reflexión sobre tu sector...
Ahora que empieza el año y nos hartamos de leer previsiones para el nuevo ejercicio, echo siempre de menos un mínimo análisis de lo que se decía (o decíamos) al principio del anterior y de qué cosas han ido “como se esperaba” y qué otras han registrado un comportamiento realmente sorprendente.
En el mundo de las inversiones, conviene no infraestimar nunca la dificultad de hacer previsiones certeras, especialmente a corto plazo. A pesar de contar con herramientas analíticas cada vez más sofisticadas y con la ayuda de los avances en la ciencia de datos, la incertidumbre inherente a los mercados financieros sigue desafiando nuestras capacidades predictivas. Ni siquiera ChatGPT se atreve a hacer previsiones cuando se las pedimos.
Estudios académicos, como los recogidos por Philip Tetlock en Superforecasting: The Art and Science of Prediction;, han destacado la limitada habilidad de los pronosticadores para prever eventos complejos de manera precisa y la importancia de ciertos rasgos cognitivos, como la apertura a la información, la humildad intelectual y la adaptabilidad.
Aunque las previsiones pueden ser muy útiles para la planificación estratégica a largo plazo, no deberían ser la pieza central en nuestra actividad como inversores. La toma de decisiones basada en procesos robustos y la construcción de carteras bien diversificadas que puedan adaptarse a situaciones cambiantes pueden marcar la diferencia en el rendimiento de nuestras inversiones...
Si no te hubieses dedicado a las finanzas, ¿en qué te hubiera gustado trabajar?
Contrastan las cosas más o menos ingenuas que quería “ser de mayor” cuando era niño y no tan niño (arquitecto, escritor y diplomático, sucesiva o alternativamente) y las actividades más atractivas que ahora me planteo como posibles alternativas atractivas si no me hubiera dedicado a las inversiones o cuando deje de dedicarme a ellas de manera profesional.
Entre estas están especialmente las actividades que me hubieran permitido vivir de forma permanente en un medio rural. Reconociendo su dureza, siempre he pensado que sacar adelante un negocio agroalimentario debe ser gratificante a muchos niveles distintos del estrictamente económico.
2/5