Cuatro motivos que respaldan una recuperación económica global rápida, según MCH Investment Strategies

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Boregat Salbo, Unsplash

El escenario macro global a corto plazo sigue muy determinado por la evolución de la pandemia por el COVID-19. Aun así, si ampliamos el horizonte más allá de los próximos tres o seis meses, según la gestora MCH Investment Strategies hay signos coherentes con un escenario de recuperación económica relativamente rápida que llevaría a una mayoría de países a poder alcanzar niveles de PIB pre-COVID a finales de 2021 o mediados de 2022.

En este sentido, y tras el desastre económico que ha supuesto la primera mitad de 2020, el economista jefe de MCH Investment Strategies, Álvaro Sanmartín, apuesta por un escenario de recuperación económica global relativamente rápido, por cuatro razones fundamentales:

1. Según el experto, a diferencia de lo que ocurría en 2008, la situación de la economía global inmediatamente antes de la crisis provocada por el virus era relativamente saneada y equilibrada. "Estábamos en un equilibrio sostenible, al que la economía tenderá a volver cuando se levanten del todo las restricciones todavía hoy vigentes para contener la expansión del virus", apunta.

2. La segunda razón es el sistema bancario: "Aunque es cierto que los bancos tienen hoy un serio problema de rentabilidad, su situación en términos de solvencia es mucho mejor que antes de la crisis financiera internacional", explica el experto. Si a esto le añadimos la enorme ayuda que el sistema bancario global está recibiendo tanto en forma de liquidez barata como de garantías públicas frente a fallidos, continúa, "se puede decir con poca probabilidad de error que los bancos y el sistema financiero en general están actualmente en disposición de mantener un flujo de crédito suficiente hacia la economía real".

3. Además de lo anterior, no hay que olvidar que los estímulos fiscales y monetarios que han puesto en marcha los bancos centrales no tienen precedentes y, según Sanmartín, "deberían contribuir a un desarrollo saludable de la demanda agregada global durante los dos próximos años"

4. La última razón está basada en consideraciones a más corto plazo. Incluso en un escenario de repuntes como el el actual, y que podría complicarse aún más en otoño, "es poco probable que un número significativo de países vuelva a optar por estrategias generales de confinamiento", tranquiliza el experto. En su opinión, se debe a dos razones: por un lado, porque son enormemente costosas tanto desde un punto de vista económico como social; y por otro, porque el hecho de que los mayores se estén protegiendo y de que un porcentaje elevado de la población esté teniendo un comportamiento responsable debería ayudar a mantener las tasas de mortalidad bastante más bajas que durante la primera ola y debería contribuir también a que los sistemas sanitarios no lleguen a sufrir una presión insoportable. "Países como Suecia muestran precisamente que, con una conducta responsable y protegiendo a la población vulnerable, se puede convivir con el virus y mantener niveles de actividad económica, si no normales, sí razonablemente saludables. Al mismo tiempo, la cada vez más probable aparición de algún tipo de vacuna en los próximos meses hace pensar que las restricciones de actividad que hoy todavía existen para controlar los contagios podrían llegar a desaparecer antes de lo que parecía posible al principio de la pandemia", remata.

Una recuperación como la mencionada también tendrá consecuencias, aunque en este caso no inmediatas, sobre la evolución futura de los precios. Para Sanmartín, “aunque parece evidente que la inflación no va a repuntar a corto plazo, con una perspectiva de 12-18 meses, hay razones serias, como la propia recuperación económica y los enormes estímulos fiscales y monetarios puestos en marcha, para dudar del escenario de inflación reducida y tipos reales permanentemente negativos que hoy descuentan las curvas de tipos en sus tramos más largos”.