A punto de superar la primera mitad del año, los especialistas en renta fija de BlackRock actualizan sus perspectivas para la clase de activo.
Los mercados de renta fija han cambiado y los inversores han tenido que replantearse dogmas clásicos, como la seguridad o la consistencia de la clase de activo. A principios de año, tres especialistas en renta fija de BlackRock −Stephen Cohen, Benjamin Brodsky y Owen Murfin− compartieron sus perspectivas para los mercados de bonos. A punto de superar la primera mitad del año, revisan sus predicciones y, junto con Michael Krautzberger, actualizan su visión para el resto de 2014.
1. Divergencias entre las políticas de los bancos centrales
“El entorno macro está mejorando en todo el mundo, aunque a un ritmo inferior a la tendencia y sin inflación, y los principales bancos centrales se plantean opciones divergentes con respecto a las políticas no convencionales que han venido aplicando desde el inicio de la crisis”, explican los expertos. Y es que, mientras que el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal estadounidense se preparan para normalizar sus políticas monetarias tras una etapa extremadamente acomodaticia, el BCE y el Banco de Japón se plantean aplicar nuevas medidas expansivas. Para los especialistas de BlackRock, los procesos de ajuste y las crecientes divergencias entre las políticas de los bancos centrales se traducirán en una mayor volatilidad que generará riesgos, pero también oportunidades, para los inversores.
Los expertos señalan al Banco de Inglaterra como el primero en subir los tipos de interés, “probablemente en el primer trimestre de 2015”. En Estados Unidos, el tramo corto de la curva de tipos mostrará mucha sensibilidad a cualquier cambio de política monetaria mientras que el tramo largo continuará viéndose respaldado. En la eurozona, los bonos de los principales gobiernos europeos se han comportado mejor que el bono estadounidense y podrían resultar vulnerables, sobre todo si las acciones del BCE no cumplen con las expectativas.
En cuanto a los bonos periféricos, “los diferenciales se han estrechado considerablemente y es difícil que sigan haciéndolo, pero de momento se ven respaldados por el momentum económico”. Por último, el Banco de Japón continuará con su agresiva política de flexibilización monetaria y podría iniciar un programa de QE en el tercer trimestre del año. “Las rentabilidades del bono gubernamental podrían verse amenazadas si el crecimiento económico alcanzase o llegase a superar las previsiones oficiales”.
2. Desapalancamiento europeo
Mientras que en Estados Unidos las empresas vuelven a apalancarse y la actividad de fusiones y adquisiciones ha repuntado con fuerza, en Europa continúa el proceso de desapalancamiento del sistema financiero. Para los expertos de BlackRock, esta situación está generando oportunidades en los mercados de crédito −como las emisiones AT1, los bonos convertibles contingentes (conocidos como ‘cocos’) y los bonos cubiertos o cédulas hipotecarias− lo que respalda su preferencia por el sector financiero europeo frente al industrial.
3. Bonistas frente a accionistas
Los especialistas creen que el entorno de crédito sigue siendo favorable, dadas las bajas tasas de impago y la abundante liquidez. No obstante, señalan que el riesgo por acontecimientos inesperados (‘event risk’) ha aumentado, sobre todo en Estados Unidos, donde las empresas están aprovechando la financiación barata para apalancarse o para recompensar a sus accionistas por la vía del dividendo, la recompra de acciones o las operaciones corporativas.
“En el mercado estadounidense, las emisiones con grado de inversión ya superan en un 16% a las del año pasado, pese a que el consenso esperaba que se redujesen”. Los expertos opinan que este segmento está caro en general, aunque aún existen oportunidades, y recomiendan fijarse en sectores con menor ‘event risk’, como el hipotecario. En high yield siguen viendo oportunidades de carry pero recomiendan prudencia, ya que los diferenciales se acercan a los mínimos de 2006-2007 y ya se ha alcanzado la rentabilidad esperada para el año, del 5-6%.
4. Diferenciación en los mercados emergentes
Pese a los vaivenes sufridos por la deuda de mercados emergentes desde el año pasado a consecuencia del ‘tapering’ estadounidense, la desaceleración de la economía china y las crisis geopolíticas en Turquía, Tailandia o Ucrania, los países de mercados emergentes continúan mejorando sus balanzas fiscales y sus fundamentales.
“Como ya destacamos en enero, la deuda de mercados emergentes sigue estando barata con respecto al crédito de mercados desarrollados”, apuntan desde BlackRock. “La deuda en divisa fuerte es uno de los segmentos de la renta fija que mejor se está comportando este año y representa una buena fuente de rentabilidad”. No obstante, la flexibilidad por parte de los inversores y la diferenciación entre los diferentes mercados emergentes cobra cada vez más importancia, ya que la dispersión en términos de rentabilidades, políticas monetarias y fiscales y fundamentales económicos será cada vez mayor.