“Cuidado con la autocomplacencia: el acuerdo fiscal de EE. UU. es deficiente”

Luca_Paolini_
Pictet AM

Aunque Estados Unidos proporciona algunas señales positivas sobre la actividad económica –el sector vivienda y el mercado de trabajo se encuentran entre ellas– el sentimiento de las empresas y la inversión siguen débiles. “El acuerdo presupuestario alcanzado, que incluye subidas de impuestos para los que ganen más de 400.000 dólares y un pequeño incremento de los impuestos sobre plusvalías y dividendos, ha eliminado parte de la incertidumbre a muy corto plazo. Pero, al posponer las decisiones sobre los recortes del gasto público durante dos meses, los legisladores estadounidenses simplemente han aplazado la parte más difícil del proceso de negociación del presupuesto”.

Según explican Olivier Ginguené, director de estrategia (en la imagen) y Luca Paolini, estratega jefe de Pictet Asset Management, en el Barómetro de enero, el escenario base de la firma consiste en un acuerdo presupuestario que dará lugar a un endurecimiento fiscal equivalente a un 1,8% del PIB en comparación con la contracción del 4% que se materializaría de no producirse un acuerdo. “La incertidumbre sobre los recortes del gasto público en Estados Unidos contrarresta las nuevas medidas de la Fed para dar impulso a la economía, entre ellas más compras de bonos hipotecarios y el compromiso de mantener los tipos bajos hasta que la tasa de desempleo llegue al 6,5%, un objetivo que creemos podría alcanzarse en 2014”.

Uno de los aspectos respecto a los que se muestran más pesimistas son las previsiones de beneficios. “Nuestro modelo para Estados Unidos sugiere un crecimiento de los beneficios de alrededor del 5% para los próximos 12 meses, frente a las previsiones del consenso del 9,5%. Nuestros datos de sentimiento también contienen algunas señales negativas para las clases de activos de mayor riesgo. Nos preocupa el hecho de que los inversores se hayan vuelto demasiado autocomplacientes: el nivel de volatilidad implícita –el coste de la cobertura contra el riesgo de caída de los precios– ha descendido a niveles históricamente bajos en los mercados de renta variable, deuda pública y renta fija”.