Daniel Loesche (Schroders): "El riesgo de una crisis en los bancos europeos es relativamente bajo"

Daniel Loesche Schroders
Foto: cedida por Schroders.

El Schroder ISF Euro Corporate Bond es un fondo artículo 8 con Rating FundsPeople en 2023 que tiene como objetivo proporcionar ingresos y crecimiento del capital por encima del índice ICE Bank of America Merrill Lynch Euro Corporate, durante un periodo de tres a cinco años, invirtiendo en bonos denominados en euros emitidos por empresas de todo el mundo. A través de su proceso de inversión lo que buscan es ofrecer un alfa constante mediante la creación de una cartera gestionada activamente a partir de múltiples y diversificados temas de inversión.

“Tratamos de identificar temas de inversión amplios que proporcionen un contexto prospectivo para nuestro análisis crediticio. Tenemos en cuenta los múltiples factores que afectan a los modelos de negocio y las cadenas de suministro de las empresas con el fin de construir una cartera diversificada por temas y horizontes temporales”, explica a FundsPeople Daniel Loesche, director de inversiones de renta fija europea de Schroders y uno de los cogestores del fondo.

En su análisis, combinan las tendencias medioambientales y sociales con otras tendencias seculares externas no financieras. “Operamos dentro de un marco global integrado. Nuestros más de 40 analistas de crédito trabajan juntos para comprender las relaciones entre la cadena de suministro y los ingresos en todos los sectores. Colaboran con la amplia red de especialistas en inversión de Schroders para ayudar a generar y desarrollar ideas. También mantienen una estrecha relación con el equipo de Inversiones Sostenibles para garantizar que los factores ASG estén plenamente integrados en nuestras carteras”, explica.

Últimos cambios relevantes realizados en la cartera

Su objetivo es obtener la mayor parte de la rentabilidad a través de la selección de emisiones de crédito y depender mucho menos de la beta relacionada con la macro y el análisis top-down, los sectores, los ratings y el sesgo de duración.

“La cartera está bien equilibrada. Está sobreponderada en servicios financieros, inmobiliario, transporte y medios de comunicación. Por otro lado, está infraponderada en bienes de consumo, sanidad, telecomunicaciones y automoción, ya que nos preocupan los efectos de segundo orden de la crisis del coste de la vida. Al mismo tiempo, estamos identificando modelos de negocio que se beneficien de unos tipos de interés más altos o que muestren resistencia frente a la inflación. También nos gustan los activos de infraestructuras relevantes para el sistema y las empresas que apoyan la transición hacia un mundo con menos emisiones de carbono”, detalla.

En los últimos meses han recortado su exposición a deuda senior y subordinada del sector financiero e inmobiliario. También han reducido la infraponderación a automoción y aumentado la liquidez mediante la compra de bonos soberanos alemanes. Redujeron la duración de los diferenciales e incrementaron ligeramente la duración de los tipos de interés en relación con el índice de referencia.

Visión de mercado

El 2023 fue un año marcado por un renovado interés por la deuda, tras años en los que los bajos rendimientos habían desalentado la inversión en este activo. “El crédito ofrece a los inversores un buen nivel de valor, tanto en términos de mejora del flujo de ingresos como de atractivo potencial de rentabilidad”. Dicho esto, Loesche reconoce que es posible que los mercados sigan siendo volátiles.

“La confianza en el sector bancario se ha visto claramente sacudida. Sin embargo, el riesgo de una crisis en los bancos europeos es relativamente bajo. La situación a la que se enfrenta el sector bancario es muy diferente y mucho menos grave que la crisis financiera de 2008. Las entidades bancarias son mucho más conservadoras, el capital es mayor que en 2008, la liquidez está estrechamente regulada y los bancos centrales están en mejores condiciones de responder, dada su experiencia desde 2008”.

La tensión en el sector bancario ha endurecido aún más las condiciones financieras. Aunque el gestor ve posible que se produzcan nuevas subidas de tipos en la zona euro y en EE.UU. para reducir la inflación subyacente, considera que nos estamos acercando al final del ciclo de subidas, con un enorme endurecimiento financiero que, a su juicio, ya está descontado en el mercado crediticio.

“En conjunto, el crédito parece seguir ofreciendo una atractiva recompensa por el riesgo, ya que los fundamentales de las empresas parecen sólidos en general y se espera que el ciclo de las tasas de impago se modere. La dispersión del mercado parece estar en niveles saludables, lo que proporciona un terreno propicio para los inversores activos. La selección del emisor de bonos será determinante”, concluye el gestor de Schroders.