Dentro de la cartera del Allianz Strategic Bond: “Estamos preocupados por los spreads y el crédito en general”

Riddell-Mike-6x4-CMYK-300dpi-1074
Cedida por Allianz GI

En un año de pandemia, el Allianz Strategic Bond logró sus tres objetivos con éxito. En medio de condiciones de mercado muy variadas y desafiantes: rendimiento superior, baja correlación con las acciones y asimetría de riesgo y retorno. Hablamos de éxito porque el producto de bonos flexibles de Allianz Global Investors rentó más del 28,92% en 2020. Fue el fondo de renta fija de una gestora internacional más rentable del año pasado. Son sólidos resultados fruto de una filosofía de inversión que Mike Ridell, gestor, nos desgrana en detalle.

En opinión de Ridell, el Allianz Strategic Bond se diferencia de la competencia por dos puntos clave. La primera es que, aunque puede tener una exposición a deuda corporativa, la mayoría de las veces no está expuesto e incluso puede tomar posiciones cortas. Además, tiene otro objetivo muy explícito. No solo de ofrecer una rentabilidad superior a su índice, sino de no estar correlacionado con las acciones en un período de tres años, comportamientos que adoptan muchos productos flexibles de rendimiento global. “La mayor parte de la competencia sigue una estrategia de inversión en la que solo adoptan posiciones largas en crédito y no son flexibles”, argumenta.

Una mentalidad sin restricciones

Una estrategia global de renta fija sin restricciones, con total flexibilidad. Así lo define Ridell. Busca las mejores alternativas de inversión en cuatro áreas principales: tipos de interés, crédito, inflación y tipo de cambio. Eso la manera en la que es capaz de ofrecer a los inversores una alta diversificación.

Es importante comprender la filosofía de inversión que Ridell y el equipo directivo han adoptado desde la creación del producto en 2016. “La filosofía que hemos seguido desde el principio es muy diferente de la que ha adoptado la competencia. como la diversificación en la construcción del portafolio”, afirma. En la práctica, el profesional asume que tanto él como el equipo son inversores value y top-down. “La flexibilidad que tiene el fondo no solo para posicionar la cartera, sino también en los mercados en los que se posiciona, fueron puntos fundamentales para un buen desempeño en 2020”, concluye.

Reacción a la crisis

El Allianz Strategic Bond no permitió que los eventos negativos que ocurrieron a principios de 2020 afectaran su desempeño. De hecho, probablemente incluso ayudaron. Porque, como nos dice el gestor, “cuando la economía está cayendo, podemos tener buenas rentabilidades porque no hemos adoptado una posición larga permanente en activos de riesgo. Además, hemos sido capaz de adoptar una estrategia muy flexible”. Es decir, la estrategia lo hace bien en períodos de shock debido a la correcta anticipación de cambios en la volatilidad y, según el escenario, ajustándose hacia posiciones más defensivas o agresivas.

Por lo tanto, en el primer y segundo trimestre de 2020, pero también en el primer trimestre de 2019 y en el cuarto trimestre de 2018, que “fueron períodos muy desafiantes para los activos de riesgo”, reconoce, el fondo logró un buen rendimiento. En este contexto, en general, los principales impulsores de la rentabilidad del fondo en 2020 fueron las áreas de crédito, inflación y divisas.

En el primer trimestre de 2020, el fondo adoptó una posición más defensiva en los mercados cambiario y de bonos corporativos. Fundamentalmente por las excesivas valoraciones con las que se negociaban los bonos corporativos, explica Ridell. Por ello, el peso en renta fija, cuando comenzó la pandemia, se redujo al máximo. Lo que ayudó a superar el período de venta masiva del primer trimestre.

En el segundo trimestre de 2020, cuando el equipo adoptó una posición más arriesgada debido a las buenas condiciones económicas, la exposición a los bonos corporativos también fue notable. “Encontramos puntos de entrada que no se veían desde los mínimos del mercado de renta fija en 2009”, destaca. Además, otro motor estuvo presente en este período: la inflación.

Por lo tanto, hubo cambios de cartera que nos ayudan a descifrar el buen desempeño del fondo. La cartera dejó de estar casi totalmente expuesta a los bonos del gobierno antes de que el mercado se desplomara a comenzar a tener una mayor exposición a los bonos corporativos.

Con respecto a los cambios futuros en las asignaciones, Ridell comenta algo que ya comienza a verse en la práctica. “Pensamos, una vez más, que el crédito se está encareciendo, lo que significa que en nuestra cartera estamos preocupados por los productos de spread y el crédito en general”, indica. Y esto vuelve a poner de relieve la filosofía de inversión del fondo. “Si nos equivocamos, no perderemos mucho; pero, si pasa algo realmente negativo en los próximos nueve meses, probablemente ganemos mucho”, vaticina.