Detalles sobre la gama de gestión pasiva de HSBC Global AM y últimas novedades

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¿Puede una empresa reflejar sus valores sobre un ETF? Este es el caso de HSBC Global AM. La firma dispone de una gama de 28 ETF físicos que lleva comercializando desde 2009. Son fondos plain vanilla, que invierten en renta variable por replicación física, y que se dirigen a inversores institucionales y minoristas. “Todas las empresas del grupo HSBC participaron originariamente en la creación de los ETF: mercados, gestión de fondos… también la plataforma operacional, HSBC Securities Services” explica Carmen González-Calatayud, especialista de producto de gestión pasiva.

HSBC Global AM, el brazo de gestión de activos de HSBC, se hizo cargo de los ETF en 2012. “Desde entonces la idea ha sido abrir la gama hacia el mercado y hacer crecer los activos”, puntualiza González-Calatayud. El patrimonio en gestión pasiva de la firma alcanza los 30.000 millones de dólares a nivel global en la actualidad; los ETF con formato UCITS gestionan unos 5.400 millones de dólares (datos a 31 de marzo de 2016). 

Detalles sobre la gama

“La gama que heredamos es muy completa porque está basada en una filosofía de “building block”: tenemos mercados desarrollados y mercados emergentes, y dentro de cada parte hay ETF que son regionales y ETF que son de países individuales”, continúa González-Calatayud. Ésta llama la atención sobre la posibilidad que ofrecen estos productos de invertir en regiones y países a las que es más difícil acceder dentro del mundo emergente, especialmente Asia y Latinoamérica. La indicación es relevante dado el incremento del apetito de los inversores por productos emergentes, al que HSBC Global AM no es ajena: “Hemos visto que la demanda desde principios de año está subiendo, de modo general pero también Asia en particular. La ventaja que tiene nuestra gama es que hay mucho país específico”, señala la experta, que pone como ejemplo el ETF HSBC MSCI Brazil UCITS ETF.

La creación de todos los fondos cotizados de la gama ha pivotado sobre tres criterios fundamentales. El primero es el criterio de calidad, que tiene en cuenta la calidad del tipo de índice replicado y el tracking error. El segundo es la transparencia: “Es muy importante para nosotros. No tenemos programa de préstamo de títulos desde enero de 2014. Parte del motivo es que considerábamos que, según nuestros criterios de riesgo, las ganancias que estábamos obteniendo eran bastante pequeñas y no considerábamos óptimo incrementar el riesgo para los fondos que estábamos gestionando”, detalla la experta.

El tercer criterio es el de la eficiencia de costes, y trae consigo una novedad, dado que HSBC Global AM ha decidido este año reducir el precio del TER en los seis ETF de su gama que consideran que pueden ocupar un espacio en la parte “core” de las carteras de los inversores. Entre dichos productos figuran el HSBC MSCI World UCITS ETF o el HSBC Euro Stoxx 50 UCITS ETF, por ejemplo.

Otra novedad dentro de la estrategia de gestión pasiva de HSBC Global AM este año ha sido la decisión de cerrar un ETF, el HSBC S&P BRIC 40, ante la caída de la demanda de los inversores. “Para nosotros es muy importante distinguir entre un tema de inversión – como pueden ser los BRIC- y un building block. El tema en un momento dado ya no funciona, y por eso consideramos que el ETF no es el instrumento correcto o adecuado, mientras que un building block es algo que siempre se va a usar”, explica González-Calatayud sobre esta decisión.

De momento no está en los planes de la firma ampliar su gama de producto, al menos este año: “Añadir producto para nosotros es difícil, porque la gama ya es bastante completa. Preferimos hacer crecer los ETF que tenemos a crecer con cosas nuevas”, afirma la experta. Este pensamiento está de todas formas en línea con el comportamiento histórico de la casa en su faceta como proveedor de ETF: sólo ha lanzado tres fondos cotizados nuevos en los últimos cuatro años, y en todos los casos han sido productos lanzados conjuntamente con clientes. “Para nosotros, es realmente importante que estos productos sean algo que el cliente va a usar. Lanzar un ETF es relativamente caro. Para llegar a un punto en que los selectores de fondos quieran usarlo hay que llegar a 100 ó 200 millones”, añade González-Calatayud.

Una cuestión legal

La última novedad en la estrategia de gestión pasiva de HSBC Global AM es la aplicación de un filtro excluyente, para eliminar de sus ETF las empresas que tengan relación con fabricantes de armamento prohibido (minas anti persona y bombas de racimo). “La ONU desarrolló un convenio sobre este tipo de bombas en agosto de 2010. Todos los países europeos firmaron ese convenio y lo introdujeron en sus leyes, pero la forma de hacerlo ha sido variada”, explica González-Calatayud. Está prohibida tanto la fabricación de este tipo de armamentos como tener relación bancaria con los fabricantes. “El problema está al invertir en estas empresas, la ley no es muy clara. Los países firmantes lo han implementado de diferente forma. Por ejemplo, en Luxemburgo no puedes invertir en activo, pero en fondos pasivos sí. En Irlanda, a los únicos que les está prohibido invertir es a los fondos de pensiones públicos.”, detalla la experta.

El grupo HSBC, como firmante del acuerdo de la ONU, ha tomado la decisión de excluir las empresas con posibles relaciones con los fabricantes armamentistas en cumplimiento expreso del enunciado de la ley, pero también para “seguir lo que quiere decir la ley, aunque no lo diga expresamente”. Por tanto, como explica González-Calatayud, “en HSBC Global AM consideramos que la ley dice que tampoco se puede invertir de forma pasiva en esas empresas”.

El  proveedor ha contratado los servicios de ISS- Ethix, una consultora de responsabilidad social que audita a las empresas, para que elabore una lista con empresas que incumplen el convenio que se actualiza cada seis meses. En estos momentos, en esa lista hay cuatro empresas estadounidenses. “Eso significa que tenemos que eliminar esas empresas del ETF sobre el S&P 500 y del  que replica al MSCI USA", explica González-Calatayud, que aclara que “la repercusión sobre el tracking es menor”. Según los cálculos de la firma, el impacto máximo sería de aproximadamente 5 puntos básicos en el ETF que replica al S&P 500. “Consideramos que es un número pequeño para el riesgo que corremos, por eso hemos decidido introducirlo”, aclara la especialista.

González-Calatayud destaca que esta forma de actuación no responde a una política ESG: “Como empresa, hemos firmado ese convenio de Naciones Unidas y, como firmantes de ese convenio, esta es nuestra interpretación. Es un motivo muy claro de tipo legal”. No obstante, el proveedor está estudiando la incorporación de temáticas de responsabilidad social a su gama de producto. “Uno de los aspectos que estamos estudiando es el cambio climático. Es posible que lancemos un ETF sobre esta temática pero aún es muy pronto para decirlo”, concluye González-Calatayud.

En lo que respecta a la parte de gestión activa, la entidad dispone de un único producto con la calificación Consistentes Funds People: el HSBC Global Investment Funds - Euro Bond.