Dinero "gratis" y compras de activos: las gestoras aplauden el último "Draghi put"

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European Central Bank, Flickr, Creative Commons

La de ayer fue otra demostración de “Draghi put” en toda regla. Mientras que economistas, gestores, analistas, brókers y demás actores del mercado se mostraban divididos sobre si el BCE decepcionaría o si anunciaría un QE a la europea, la máxima autoridad monetaria ha sorprendido a todos con un fuerte mensaje: recorta los tipos de interés al mínimo histórico del 0,05% y anuncia que a partir de octubre empezará a comprar deuda financiera vinculada a préstamos (ABS o titulizaciones) y bonos cubiertos.

A esto se le ha de añadir que el próximo 18 de septiembre empieza el primer TLTRO, y que desde junio la tasa de depósito del BCE está en negativo, por lo que la maquinaria de fuego cuantitativo ya está plenamente a rendimiento. 

Otros dos detalles debe tener en cuenta el inversor sobre el mensaje dovish de Draghi en la reunión del BCE correspondiente al mes de septiembre. La primera, que señalase que estas decisiones se han tomado con unanimidad. La segunda, en referencia a los tipos, que el italiano declarase: “Ya hemos tocado suelo”. 

Las gestoras internacionales no han tardado en dar su opinión sobre las nuevas medidas anunciadas por “Super Mario”. El primero en opinar es Holger Fahrinkrug, economista de Meriten, parte de BNY Mellon IM: “La decisión que ha comunicado Draghi refuerza nuestra opinión de que el BCE está muy preocupado por la situación actual de la zona euro. Demuestra que está realmente preparado para hacer cualquier cosa que esté en su mano (en lugar del “cueste lo que cueste” del famoso discurso de Draghi en 2012) para contribuir a mejorar el lento crecimiento y luchar contra la amenaza de una espiral deflacionista”, afirma.

Al dejar claro que el tipo de interés no va a bajar más, Fahrinkurg observa que “cualquier apoyo monetario o estímulo adicional tendrá que venir a través de canales poco convencionales”. En este sentido, considera que “una combinación de los TLTROs, ABS y la cobertura de compra de bonos están, de alguna forma, allanando el camino a las medidas poco convencionales aunque, de momento, no esté distribuyendo QE (Flexibilización Cuantitativa) que esperaban los mercados, con la compra de bonos”. Así, el balance general que realizan desde Meriten es que el conjunto de medidas que se anunciaron ayer “pueden ser bastante eficientes”.  El experto explica que “los TLTROs y la compra de ABS posiblemente reduzcan la provisión de liquidez a través de operaciones regulares de refinanciación, pero tendrán un efecto positivo a la hora de estimular el balance del BCE y liberar el de los bancos comerciales para que tengan más libertad de ofrecer préstamos que contribuyan a mejorar la economía real”.

Pero no todo es perfecto: “Estimular el préstamo  y el crecimiento de la economía real es más complicado que impulsar la capacidad del sector financiera para prestar”, advierte este economista alemán. Fahrinkrug señala que Draghi también ha puesto sus condiciones, a saber, que los países sacrifiquen algo de crecimiento en el corto plazo a cambio de seguir efectuando reformas estructurales. 

“Las medidas anunciadas el 5 de junio y las de hoy tienen un gran alcance y son complejas, tal y como asegura Draghi. Creemos que pueden ofrecer una buena oportunidad para estabilizar las expectativas inflacionistas y estimular la capacidad de los bancos para prestar”, valoran desde la filial de BNY Mellon. Otra de las razones por las que el economista considera acertada esta batería de estímulos en vez de las compras de deuda es porque, dada la fuerte compresión de los tipos que se ha visto en el último año, “cuesta ver que las compras adicionales de deuda soberana sean beneficiosas ya que podrían implicar un coste muy alto para la batalla legal, política y social de naciones e instituciones europeas”. “El único escenario en que creemos que se podrían implantar estas medidas es si la caída de la inflación continúa, a pesar de ir debilitando el euro”, añaden.
 

"QE privado", el QE a la europea

En opinión de Stefan Isaacs, gestor de renta fija de M&G Investments, “el BCE ha dado un importante paso adelante en cumplimiento de su mandato”. Isaacs, que ha bautizado las nuevas medidas como “el QE privado”, vaticina en ausencia de detalles sobre este programa de compras que empezará el 2 de octubre que “es probable que sea considerable y debería ayudar a tener libre la capacidad de préstamo de los bancos”, para que así fluya el crédito hacia la economía real. Asimismo, Isaacs cree que “con el recorte de tipos, el QE privado, el TLTRO y los resultados del AQR en breve, es probable que el BCE esté en modo ‘esperar y ver’ unos meses”... incluso hasta 2015.

A ojos del gestor, los grandes beneficiarios tras el anuncio han sido los bund de corta duración, la deuda soberana, la deuda emitida por los bancos, los ABS y la deuda cubierta. Observa que, de media, las rentabilidades de estos activos cedieron entre un 0,05% y un 0,1% tras el anuncio. A esto añade su visión de que “es probable que el BCE mantenga los tipos efectivamente a 0 durante los años venideros y esto debería ser un apoyo para la deuda corporativa dado que típicamente ofrece rendimientos más elevados”. 
 
Simon Ward, economista jefe de Henderson Global Investors, indaga en los detalles de ese “QE privado”. En concreto, afirma que “las compras de títulos del sector privado serán probablemente modestas, del orden de 100 mil millones de euros o de alrededor del 1% del PIB anual de la eurozona durante los próximos 12 meses”. Ward coincide con Isaacs en que “el BCE probablemente se mantenga a la espera al menos hasta diciembre, con vistas a evaluar la repercusión de sus diversas medidas de flexibilización desde junio”. 

“En Henderson GI pensamos, basándonos en un análisis de las tendencias monetarias, que las noticias económicas de la Eurozona mejorarán a finales de 2014, calmando así a las voces que demandan una relajación cuantitativa”, declara el economista. Ward termina con una advertencia: “En caso contrario, el presidente Draghi estará en apuros, ya que los titulares de hoy sugieren que el Consejo de Gobierno del BCE sigue viendo muy lejos la compra de deuda pública”.
 
A su vez, el gestor de fondos de renta fija de Threadneedle Martin Harvey calcula que las compras de titulizaciones junto con los TLTRO podría inflar el balance del BCE hasta el billón de euros. “Ciertamente hay interrogantes en torno a las dificultades técnicas de adquisiciones de activos a gran escala, lo que explica la vacilación a comprometerse con un tamaño específico, pero el compromiso político debería ser lo suficientemente grande como para impulsar la confianza en la capacidad del BCE para cumplir su mandato”, reflexiona Harvey. 

El experto también evalúa el impacto del discurso de Draghi sobre los mercados, aunque de una forma más general: “De momento, esta política debería proporcionar más solaz a los activos de riesgo y una continuación de la reciente búsqueda de rentabilidad en los mercados de renta fija, al menos hasta que descubramos cuán rápidamente se produce la expansión del balance”. 

La cuestión que está en la mente de todos es si estas medidas sin precedentes conseguirán al fin insuflar vitalidad en la maltrecha recuperación europea. Aquí la opinión de todos los expertos es unánime: sólo el tiempo dirá.