Dos crasos errores que cometieron los principales bancos centrales

Franck Dixmier. Foto cedida (Allianz GI)

El año 2022 fue definitivamente complicado para la renta fija. Los rendimientos negativos registrados por la clase de activos en su conjunto, y la magnitud de la caída histórica, son acontecimientos nunca antes experimentados por muchos inversores. ¿Qué explica este evento inusual? Allianz GI trató de explicar la respuesta a esta pregunta en un reciente almuerzo en Lisboa, al que asistió Franck Dixmier, responsable global de Inversiones en Renta Fija de la entidad, y en el que también se compartieron las perspectivas de la casa respecto al comportamiento de los bancos centrales en 2023. Para el gestor de Allianz GI, además de la pandemia y la guerra en Ucrania, los bancos centrales tienen un alto nivel de culpabilidad, fruto de dos graves errores que cometieron al supervisar toda esta situación.

Dos graves errores

El primer error señalado comenzó en 2021. Los bancos centrales fracasaron completamente a la hora de interpretar la narrativa económica que tenían delante, afirma Franck Dixmier. Y se explica: "Estaba claro que había un enorme desfase entre la demanda, cada vez más estimulada por gobiernos y bancos centrales, y la oferta, naturalmente afectada por la pandemia y todos los problemas relacionados con las cadenas de subministro”. Este desequilibrio se tradujo en altos niveles de inflación que fueron sorprendentemente positivos a lo largo de 2021. "Ya en el último trimestre de 2021 se pueden encontrar comentarios de la Fed calificando esta inflación de transitoria, restando importancia a su impacto en la economía. Un primer error castigó duramente el año siguiente", señala el especialista en renta fija y política monetaria de Allianz GI.

El segundo error tiene que ver con el retraso en rectificar la política monetaria aplicada hasta entonces. Como bien destaca el experto, la Fed no empezó a normalizar su política monetaria hasta marzo de 2022, mucho después de los primeros indicios de crisis inflacionista. Más tarde aún actuó el Banco Central Europeo. Éste seguía con su programa de compra de bonos en junio de 2022, y no empezó a bajar los tipos hasta julio del mismo año. “Mientras los bancos centrales tardaban en actuar, los indicadores inflacionistas seguían sorprendiendo a la población”, lamenta. Todo este retraso hace que se culpe a los bancos centrales del movimiento mucho más brusco de las subidas de los tipos de interés y del consiguiente escenario de correlación entre las diferentes clases de activos.

Las perspectivas de la política monetaria en 2023

Para Dixmier, no hay duda: existe un enorme riesgo de recesión económica. Pronostica que las principales economías lograrán escapar del primer semestre, sin embargo, ve el segundo semestre de 2023 como el punto de entrada en un entorno de contracción económica, donde el papel de los bancos centrales volverá a ser decisivo.

Pero eso no debería suponer un cambio en la política monetária. "Sería otro gran error que los bancos centrales detuvieran las subidas de tipos para evitar entrar en una recesión económica. Aunque probablemente ya hayamos tocado techo en 2022, la inflación subyacente es mucho más rígida de lo que el mercado descuenta ahora y tardará algún tiempo en volver a bajar", advierte Dixmier. Dicho esto, el gestor no está de acuerdo con el consenso del mercado para el principal índice que mide la inflación subyacente. En su opinión, la inflación se mantendrá elevada incluso durante 2024.

Para terminar en una nota más positiva, el especialista de la gestora cree que esta vez los bancos centrales no fallarán, anticipando además que, sumando todos los indicadores de sentimiento al acuerdo alcanzado en la última edición de la reunión de Jackson Hole, el escenario económico se encuentra actualmente en un segundo plano en el diagrama de actuación de los principales agentes de política monetaria. Por último, sostiene que, a pesar del cambio de mentalidad, el 4% será el nuevo objetivo de inflación, aunque los bancos centrales tarden en admitirlo públicamente.