El oro acumula una subida cercana al 20% en el año, mientras que el Brent ha rebotado un 50% desde mínimos.
El Brent (petróleo de referencia en Europa) ya acumula un rebote del 50% desde sus mínimos en 30 dólares del pasado mes de febrero. El West Texas (de referencia en EE.UU) ofrece un rebote desde mínimos (unos peligrosos 26,21 dólares el 11 de febrero) más espectacular, del 70%. El tono de otras materias primas también acompañan, especialmente si nos centramos en el caso del oro: el repunte de la volatilidad ha impulsado al activo refugio por excelencia hasta rozar los 1270 dólares la onza (1264,8 a cierre del 10 de mayo), lo que supone un alza del 19,2%. Ahora bien, ¿han sabido los gestores de fondos aprovechar este rebote?
“A finales de 2015, se registraron tímidos signos de que los precios de las commodities estaban a punto de tocar suelo. Sin embargo, en un ejemplo clásico de sesgo confirmatorio, el mercado los ignoró”, afirma Paul Casson, gestor de Artemis. Éste comenta que “tampoco se hizo caso cuando las acciones de Rio Tinto, Anglo American y Glencore comenzaron a recuperarse, por considerar que «solo» se trataba de una cobertura de posiciones cortas”.
Sin embargo, tal y como recuerda Casson, “las compras son compras, se trate o no de compras de cobertura”. En su opinión, a finales de año “las valoraciones de los sectores del petróleo y el gas y de la minería presentaban niveles tan bajos que, si no se hundían, las posibilidades de repunte eran muy elevadas”. Observa que este año también están experimentando una importante recuperación los precios del mineral de hierro y de cobre, “lo que tendrá consecuencias apreciables para las empresas mineras, cuyos precios se estaban fijando en base a previsiones de que los precios de los metales mantuviesen los mínimos registrados en 2015”.
El sentimiento lo es todo
Los expertos de NN Investment Partners también observan el impacto del pesimismo – en este caso de una forma más amplia- sobre las decisiones de inversión. “Pese a la clara mejoría desde febrero en la disposición de los inversores a asumir riesgo, muchos parecen preferir por el momento permanecer al margen”. Desde la gestora advierten que “no estar invertidos suele significar obtener un rendimiento nulo o incluso negativo, y es improbable que esto sea un enfoque de inversión sostenible; pero, en el entorno de mercado más volátil de los últimos 12 meses, es patente que la convicción de los inversores sobre la dirección que tomará el mercado ha disminuido”.
En la firma encuentran que el cambio de actitud ha sido notorio en los indicadores de conducta. Por ejemplo, se fijan en que los niveles de tesorería que mantienen las gestoras de fondos rozan máximos históricos, mientras que la confianza de los inversores sigue por debajo de su media de largo plazo (aunque mejor que cuando marcó mínimos en febrero). Observan que los indicadores de asunción de riesgo en fondos de cobertura, multiactivos y de futuros sobre materias primas (CTA) apuntan a niveles de exposición bajos tanto a bonos como a acciones, y además que el posicionamiento «neutral» entre los gestores con posiciones activas está cerca de máximos.
Además, en NN Investment Partners creen que parte del pesimismo y la indecisión se puede explicar porque “el flujo de noticias ha sido, sin más, mucho más discordante en estos últimos meses”. Se refieren a datos económicos y de resultados empresariales, pero también a las métricas de valoración de muchos segmentos del mercado, que consideran “más bien confusas, ya que las medidas de los niveles de valoración en términos absolutos (en comparación con su propio historial) indican que dichos niveles son excesivos (bonos, acciones de EE.UU.) o bien neutrales (renta variable no estadounidense, renta fija privada), mientras que las valoraciones relativas (comparadas con la rentabilidad de los mercados monetarios) indican que distintos activos están infravalorados (acciones, deuda de mercados emergentes, high yield), cotizan a su valor razonable (deuda de empresas, activos inmobiliarios) o bien están sobrevalorados (deuda pública)”.
Sin embargo, lo que también han notificado los expertos de la firma holandesa es una nueva tendencia dentro de la renta variable: los sectores cíclicos han comenzado a batir a sus homólogos defensivos. Uno de los factores que han contribuido a este mejor comportamiento es el giro en las cotizaciones de las materias primas industriales: “La energía ha subido un 50% desde sus mínimos y los precios del acero y del mineral de hierro también han aumentado con fuerza. Aun así, no está claro que el alza en el precio del petróleo sea sostenible. La OPEP todavía no ha alcanzado un acuerdo sobre la congelación de la producción y las posiciones especulativas netas largas en petróleo están en niveles muy elevados”, concluyen.
Es una opinión similar a la de Tom Stevenson, de Fidelity International. En un análisis titulado “Petróleo barato: disfrute del precio mientras pueda”, el experto explica que “la subida del precio del petróleo ha proporcionado en realidad un impulso a la renta variable, al seguir la renta variable y la energía altamente correlacionadas”. También recuerda que un petróleo barato “es visto generalmente como positivo para el consumo y, por tanto, para elevar el precio de muchas acciones, por lo que este año muchos inversores han dado la bienvenida a cualquier signo de que el precio del crudo se estabilice a un nivel más elevado”.
El experto detalla que el alivio por la recuperación de los precios se justifica porque unos precios tan bajos eran una amenaza para la estabilidad del mercado del high yield y para los bancos que habían prestado dinero a petroleras. Su punto de vista es que los precios actuales (en el rango entre 40 y 50 dólares” “es probablemente la opción más neutral, no demasiado atractiva para los consumidores, no demasiado dañina para los productores”.
“El aumento de los precios de algunas materias primas han superado a las mejoras fundamentales en el equilibrio entre la oferta y la demanda. El sentimiento se ha recuperado desde el pesimismo extremo y las posiciones cortas parecen menos abarrotadas”, relata Richard Turnill, jefe global de estrategias de BlackRock. Éste añade que “la especulación sobre los futuros chinos sobre materias primas contribuyeron a las ganancias recientes, pero los volúmenes de negociación han subido desde que las autoridades elevaran los requerimientos sobre los colaterales”. La commodity favorita del experto de BlackRock sigue siendo la energía, porque “parece que los proveedores parecen estar solucionando el exceso de capacidad”. No parece suficiente para Turnill: “Necesitamos ver que los fundamentales de la oferta y la demanda mejoran para ver un rally amplio y sostenible en materias primas”.