“En el contexto de negociación ilíquida de agosto, existe espacio para retrocesos del mercado, pero no para caídas importantes”

broker
JaulaDeArdilla, Flickr, Creative Commons

“Estamos en un compás de espera: esperamos datos, esperamos una dirección y esperamos saber cuándo y en qué medida reaccionarán los mercados a la senda conocida de la retirada del estímulo de la Fed”. Es la opinión de los expertos de FRM, filial de Man, quienes consideran que los mercados siguen sostenidos por el goteo de liquidez de los bancos centrales, aunque este flujo se está desacelerando en EE.UU, que es el mercado más importante. “Además, los datos aún no indican que debamos alarmarnos, si bien existen muchos escépticos que creen que la Fed corre peligro de verse superada por los acontecimientos. Seguimos sin ver ninguna prueba concluyente de que la hora de la verdad esté mucho más cerca”.

En las actas de la FOMC de junio publicadas el 9 de julio, en su comparecencia del 15 de julio y, de nuevo, en el comunicado del 30 de julio, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, no ha perdido la oportunidad de reiterar que el crecimiento económico sostenido está respaldando la mejora gradual del mercado de trabajo y que la inflación se está acercando en cierta medida al objetivo a largo plazo del Comité. “Desde el punto de vista del Comité, la realidad económica y las previsiones de la Fed convergen de manera satisfactoria. Es trascendental que el empleo esté creciendo a un ritmo constante y saludable sin ningún impacto negativo sobre el aumento de los salarios, y la tasa de participación en la fuerza de trabajo solo está creciendo marginalmente y desde luego aún está muy lejos del punto que, en nuestra opinión, cumplirá el objetivo de empleo de la Fed”.

Pero los vigilantes de los bonos a la vieja usanza siguen contándose entre los desempleados y cabe esperar que sigan haciéndolo durante un periodo considerable. “Pese al rebote del PIB de EE.UU. en el segundo trimestre, el PIB real y las ventas finales aún se encuentran firmemente atascados dentro de un estrecho rango que ha oscilado en torno al 2% en los últimos cuatro años. Por ahora, parece que no existe ningún catalizador económico evidente para una corrección importante del mercado, si bien abundan los riesgos geopolíticos que en cualquier momento podrían estallar y convertirse en crisis más graves. Por tanto, en el contexto de negociación ilíquida de agosto, consideramos que existe espacio para algún retroceso del mercado, pero aún no consideramos inminente ninguna corrección importante”.

Lo que pasa en Europa

Fuera de EE.UU, los expertos de FRM consideran que el panorama es bastante dispar. “En contra de todos los pronósticos, Europa ha logrado acordar un régimen de duras sanciones contra Rusia, y se ha unido a las medidas de EE.UU. contra el sistema financiero ruso. Este acuerdo será doloroso para Europa continental y el sector financiero del Reino Unido, incluyendo el sector inmobiliario de Mayfair, pero mucho más para Rusia. La hipótesis de que el interés propio de la economía alemana tendría prioridad sobre el enfrentamiento con Rusia por su presunta complicidad en el derribo en Ucrania del avión malayo era errónea”.

Según FRM, los recientes resultados empresariales han servido para reforzar la comprensión y la aceptación en Europa de que la negociación con Rusia no rendirá fruto sin esfuerzo. “Los pobres resultados empresariales, los datos de inflación muy inferiores a los previstos y las señales renovadas de que el sector financiero aún sufre tensiones de manera selectiva, apuntan –según FRM- a un periodo de debilidad en el futuro. Por tanto, en Europa podemos estar seguros de que el BCE no tiene más alternativa que seguir proporcionando una liquidez abundante”, auguran.

Lo que se espera en Asia

En Asia, en la entidad creen que la historia es aparentemente más sencilla: China mejora y Japón está haciendo tiempo por el momento. “El PMI de China acaba de llegar al máximo de los dos últimos años, en parte como respuesta a la reciente tregua del endurecimiento monetario. En Japón, la producción industrial del primer trimestre cayó un 3,3%, más del doble de la mediana de las previsiones, y se reafirma el temor a que la subida del impuesto al consumo esté resultando incluso más perjudicial que las expectativas más pesimistas. Por tanto, seguimos anticipando una nueva relajación del Banco de Japón en otoño. China también se está beneficiando de la negociación entre acciones A/H, que es otro indicador de la liberalización del mercado que adelanta una mayor participación extranjera en el futuro”.

La visión del mundo

A nivel mundial, en FRM entienden que el contexto de liquidez de los bancos centrales sigue intacto y continuará siendo la base de un sesgo positivo para los activos de riesgo. “Un lugar donde la liquidez brilla por su ausencia es Argentina. Los últimos acontecimientos en la historia del impago de bonos ocupan titulares sensacionalistas en la prensa financiera, pero la historia de Argentina es un espectáculo secundario en comparación con la mayor preocupación del mercado por la forma que adoptará la transición de la Fed desde el fin de la expansión cuantitativa (QE) a un entorno de tipos de interés más normal. Lo que está ocurriendo en Argentina es totalmente coherente con nuestra expectativa de un cambio de régimen el próximo año y un resultado positivo para los activos argentinos en el futuro.”

En comparación con los factores monetarios que impulsan a los mercados, el contexto geopolítico está lejos de ser benigno. “El régimen de sanciones contra Rusia no permite una ruta de salida evidente que salve la cara del presidente Putin, por lo que probablemente sea prudente esperar un aumento de la tensión Este-Oeste antes de que remita. Además, en Oriente Medio continúa el implacable ciclo de turbulencias en serie: Siria, Irak, y ahora Gaza. Es sorprendente que los mercados sigan aparentemente inmunes a un tipo de acontecimientos que, en el pasado, habrían causado una preocupación mucho mayor. Todos estos estallidos geopolíticos albergan la posibilidad de convertirse en algo más serio”.

En términos generales, en FRM consideran que el apoyo de los bancos centrales sigue siendo clave para mantener los altos precios de los activos, y los precios aún pueden subir más pese al nerviosismo de fin de mes. “El apoyo al mercado también proviene de la actividad de fusiones y adquisiciones y el calendario de recompras de acciones. Pero somos conscientes de que la liquidez escasea en muchos mercados, la volatilidad es baja a pesar del repunte de fin de mes y los riesgos geopolíticos podrían desestabilizar el statu quo de manera dramática. Sin embargo, los actuales tipos estables o descendentes a largo plazo no implican que el crecimiento económico mundial vaya a acelerarse, y en EE.UU. no parece probable que la inflación y el consumo privado vayan a obligar a la Fed a actuar antes de lo que espera el mercado. Por lo tanto, nuestro mantra ‘Siga al dinero’ se mantiene sin cambios, pero ahora incluye una advertencia sanitaria. A medida que la Fed retira el apoyo, nosotros nos volvemos más cautos”.