El papel del BCE como supervisor bancario se pondrá a prueba con los test de estrés.
Son tiempos emocionantes en Europa, para la política en general, y para el BCE en particular. La institución presidida por Mario Draghi tiene una cita clave el próximo mes de junio en la que se jugará su credibilidad en materia monetaria.
Pero el BCE tendrá que seguir dando la cara frente a los mercados a partir de octubre de 2014, esta vez en calidad de supervisor bancario único, pues a partir de esa fecha se publicarán los resultados de los test de estrés de la banca.
Con ello “el BCE se juega su reputación”, señala Enrique Pérez-Hernández, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). “Y si lo supera”, continúa, “el BCE habrá dado un paso enorme en la construcción de la UE después de una cesión de soberanía que constituye un hito”.
Según el profesor, el análisis no puede verse aisladamente, sino que constituye un paso previo para la Unión Bancaria. “Es un examen colectivo y trasnacional que no sólo afecta a las entidades sistémicas, sino que también marca la pauta normativa a seguir por todas las entidades bancarias. Los otros bancos también serán objetos de estrés test por parte de sus bancos nacionales”.
Las pruebas persiguen romper las dudas que sigue habiendo sobre la solvencia de los bancos. Se persigue restablecer la confianza en el sistema por parte de mercado, aumentando la transparencia y detectando las necesidades de refuerzo de capital por las entidades que lo necesiten. Empleando las palabras adecuadas, Pérez-Hernández señala que se trata de “valorar la resiliencia de la banca”. Y el punto de llegada es reactivar el flujo de crédito a la economía real.
Después de la teoría llega lo práctico. ¿Están las entidades españolas preparadas para superar los test de estrés? Pérez-Hernández afirma que todas las entidades españolas deberían pasar los test de estrés sin problema , pues la mayoría están cumpliendo con las exigencias de capital Tier-1. Aunque “algún caso de entidades pequeñas podría haber algún déficit de provisiones, pero sería manejable”, señala el profesor. “El ejercicio de limpieza de la banca española ha sido muy elevado”. Pese a ello, el problema al que aún han de enfrentarse es el crédito inmobiliario. “Habrá que ver si la garantía de la cobertura está actualizada y se ajusta a la realidad del mercado”, señala el profesor.
Más problemas ve fuera de nuestro mercado, concretamente con la banca mediana de Italia o Portugal, e incluso, podría haber sorpresas en alguna entidad alemana o francesa de trading.