Rosa Duce y Alejandro Vidal (Deutsche Bank) destacan el liderazgo de España en la zona euro, gracias al aumento de salarios reales, la solidez del mercado laboral y las rebajas de tipos.
A pesar de los retos que ha enfrentado España en los últimos años, incluyendo una recuperación lenta y problemas estructurales en el contexto europeo, los expertos visualizan una mejora significativa de la actividad económica para el 2025. Rosa Duce, directora de inversiones y Alejandro Vidal, jefe de inversiones de Deutsche Bank, presentaron frente a los medios de comunicación su estrategia de inversión para el próximo año, destacando el liderazgo de España en la zona euro, gracias al aumento de salarios reales, la solidez del mercado laboral y las rebajas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE).
Desde la perspectiva inversora, Alejandro Vidal subrayó la importancia de mantener una estrategia diversificada, con un enfoque especial en activos ligados al consumo interno y sectores defensivos como salud y tecnología. "La economía española no solo está mostrando resiliencia, sino que se presenta como una oportunidad estratégica en un entorno de divergencia económica en Europa", señaló el profesional.
Europa: crecimiento modesto y desafíos estructurales
Deutsche Bank prevé que España cierre 2024 con un aumento del PIB del 3%, consolidándose como líder en la recuperación de la zona euro en 2025. En contraste, el crecimiento del bloque será más modesto, con una proyección del 0,7%. Dento de la region, Francia (1,2%) enfrentará tensiones políticas y un déficit público elevado, Alemania (-0,1%) lidiará con la pérdida de competitividad industrial e Italia (0,4%), se mantendrá rezagada. Sin embargo, los expertos señalaron que las elecciones alemanas durante el primer semestre de 2025 podrían marcar un punto de inflexión. Rosa Duce señaló que un posible impulso fiscal tras los comicios podría mejorar las perspectivas de crecimiento para el segundo semestre y los próximos años.
Además, los expertos de la entidad esperan que la inflación de la zona euro se acerque hacia el objetivo del 2% del BCE en 2025, lo que permitirá al organismo centrarse en políticas que fomenten el crecimiento y continuar su ciclo de relajación con otros 25 puntos de recorte en diciembre, y cuatro recortes más a lo largo de 2025 reduciendo su tipo de depósito del 3,25% actual al 2% a finales de dicho año. Sin embargo, "esta previsión de recuperación podría verse amortiguada por el aumento de los aranceles de EE.UU. o el recrudecimiento del conflicto comercial entre China y EE.UU.", expuso Rosa Duce.
Desde el punto de vista inversor, Vidal indicó que la renta fija europea ofrece oportunidades interesantes, especialmente en bonos soberanos, que se benefician de un entorno de recortes de tipos más agresivos por parte del BCE. En renta variable, la entidad aconseja un enfoque selectivo, destacando sectores defensivos y compañías con exposición global como estrategias para mitigar la volatilidad.
Estados Unidos: un crecimiento sólido, pero con riesgos inflacionarios
Las fortalezas de EE.UU. se seguirán apreciando en 2025. Deutsche Bank anticipa un crecimiento estimado del 2% y respaldado por una economía que combina un mercado laboral robusto y expectativas de impulso fiscal tras otra victoria republicana. Las políticas expansivas, expone Rosa Duce, que incluyen recortes fiscales y desregularización, podrían llegar a aumentar la actividad económica del país, especialmente en sectores como el financiero y el energético. Sin embargo, estas medidas también plantean riesgos de inflación, con niveles esperados por los expertos en torno al 2,4% para el próximo año.
En cuanto a estrategias de inversión, Vidal recomendó una exposición selectiva a la renta fija estadounidense, especialmente en bonos soberanos, que ofrecen rendimientos atractivos en un entorno económico sólido. En renta variable, sectores como la tecnología y la salud siguen en cabeza. Sin embargo, Vidal advirtió contra la excesiva concentración en las grandes tecnológicas, sugiriendo explorar oportunidades en el resto del S&P 500 y en empresas de pequeña y mediana capitalización.