Evolución histórica de clases de activos clave a lo largo de los típicos ciclos económicos y de subidas de tipos

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Foto: Austin Distel, Unsplash

Los inversores no solo deben considerar cómo posicionarse de cara a una inminente recesión económica. También cómo invertir conforme avanza la recesión, y qué indicadores deben vigilar cuando decidan aumentar su exposición a los activos de riesgo. Tal y como explican Erin Browne, gestora de carteras multiactivas en PIMCO, Geraldine Sundstrom, directora general y gestora de carteras en la entidad, y Emmanuel Sharef, especialista en análisis del mercado inmobiliario residencial, aunque hay que tener en cuenta la idiosincrasia de cada ciclo, los tradicionales manuales sobre el ciclo económico y el ciclo de subidas de tipos pueden constituir una guía útil.

Los expertos de la firma americana han realizado un estudio en el que muestran la evolución histórica (desde 1975) de algunas clases de activos clave a lo largo de los típicos ciclos económicos y de subidas de tipos.

Evolución en etapas de expansión y recesión

La primera conclusión a la que han llegado es que, durante las etapas de expansión, los beneficios empresariales suelen registrar un crecimiento, alentados por el gasto en consumo y la inversión, por lo que la renta variable y el crédito presentan las rentabilidades más sólidas.

Durante las etapas de recesión, los inversores suelen apostar por clases de activos más defensivas, como la deuda pública o el efectivo. Si dividimos el ciclo en seis partes, podemos realizar un análisis temporal más detallado, puesto que el mercado descuenta a menudo la siguiente fase del ciclo antes de que comience. Es lo que hicieron, dando como resultado lo que se expone en las siguientes tablas.

Ratios de Sharpe históricos de las diferentes clases de activo en función del ciclo económico

Ratios de Sharpe históricos de las diferentes clases de activo en función del ciclo de subida de tipos de la Fed

El gráfico refleja cómo en la transición de la última fase de una expansión a una recesión, el crédito suele ser el primer activo de riesgo en registrar una rentabilidad inferior, seguido de la renta variable y las materias primas. La renta fija corporativa también es el primer activo de riesgo en experimentar una recuperación, que empieza en medio de una recesión y continúa en la primera fase de una expansión.

La duración (es decir, las inversiones en activos sensibles a los tipos de interés, como la deuda pública, representada por el bono del Tesoro estadounidense a 10 años) no suele aportar mucha protección a una cartera en las fases más tempranas de una recesión, y solo despunta cuando la recesión se intensifica. “Comprender esta evolución resulta esencial para reposicionar las carteras a lo largo del ciclo económico”, subrayan.

En cambio, el ciclo de tipos de la Reserva Federal muestra una menor correlación histórica con el comportamiento de la renta variable, aunque tiene un mayor impacto directo en los tipos y en el dólar estadounidense.