¿Fin del superciclo? No, pero los expertos desaconsejan la inversión en materias primas

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Rigmarole -Flicker Creative Commons

El avance de los yihadistas en Iraq ha vuelto a agitar los precios del petróleo Brent, de referencia en Europa. Los expertos de Bank of America Merrill Lynch (BofAML) explican que la clave para evitar que el conflicto no se agrave pasa por frenar el avance de las fuerzas terroristas hacia el sur, donde se encuentran los yacimientos de mayor importancia. El escenario que consideran más probable es que se estanque el conflicto, con la organización terrorista Estado Islámico de Irak y Siria dominando el norte de Iraq. De cumplirse, consideran que el Brent superaría los 110 dólares. El segundo escenario al que asignan más probabilidades es que los yihadistas se atrincheren frente al avance del ejército iraquí; en tal caso, podría caer por debajo de los 110 dólares.

Desde la firma constatan que el riesgo de que se deteriore la producción iraquí se ha incrementado este mes. “El stock de crudo en los países de la OECD todavía es bastante bajo y los avances de los terroristas mantendrán la presión al alza de los precios del Brent. Más preocupante es que el una vez inimaginable escenario de Armageddon, en el que Iraq se convierte en un indicador de la guerra entre su vecino Irán y Arabia Saudí, ya no es un evento con cero posibilidades”, alertan desde el banco de inversión. “Una confrontación directa entre Arabia e Irán muy probablemente desestabilizaría la región y llevaría al Brent a un repunte masivo”, añaden.

El superciclo sigue vivo

Las alzas del crudo  han vuelto a poner sobre la mesa si sigue siendo buena idea invertir en esta y otras commodities. Los mercados reflejan que el superciclo de las materias no ha acabado: en 2014 presentan rendimientos superiores a la bolsa y a la deuda estadounidense. En un informe reciente de Citigroup  se indica que este año los vehículos que invierten en este universo han registrado flujos de entrada de unos 6.000 millones de dólares, frente a los reembolsos récord de 50.000 millones que se registraron en 2013, mayoritariamente por las ventas de oro.

Sin embargo, las casas de inversión y las gestoras de fondos no ven activos que estén emitiendo claras señales de entrada. Sí dan indicaciones de lo que puede suceder durante el segundo semestre de este año: según Citigroup, aumentará la divergencia de precios, con las commodities ligadas a la energía y a la actividad industrial batiendo al mercado, frente a la caída de los precios de las materias primas blandas. Desde el banco alertan de que se espera un mínimo histórico de cosechas en EE.UU. este otoño, y que los balances globales de cereales pierdan peso entre 2014 y 2015, aunque prevén un repunte del consumo de materias primas en China para finales de año.

En cuanto al oro, resaltan las compras renovadas de inversores tras confirmar la Reserva Federal que mantendrá su política acomodaticia durante algún tiempo. Sin embargo, la menor demanda de oro por parte de China actúa como contrapeso para el metal, por lo que lo sitúan por encima de los 1.300 dólares la onza en el segundo semestre. Se espera que los precios del mercado físico encuentren respaldo por la mejora del consumo en India gracias a la esperada relajación de los requisitos para importar oro en el país y por el trasvase de inversores que se refugien en el metal para blindarse frente al avispero de Oriente Medio.

Jean Médecin, miembro del Comité de Inversiones de Carmignac, cree que “las commodities deberían seguir siendo parte de una asignación de activos óptima”. Argumenta que “hay múltiples subsectores dentro de la cadena de valor de la industria de materias primas que ofrecen muchas oportunidades para los gestores activos que no siguen un índice para generar buenos retornos”, poniendo como ejemplo la revolución del shale gas en EE.UU. “Las materias primas ofrecen una diversificación bienvenida para construir la cartera gracias a su baja correlación con otras clases de activos. También pueden ser una poderosa herramienta de gestión del riesgo: por ejemplo, pueden ofrecer protección contra expectativas subestimadas de inflación en EEUU”, añade.

Mejor apartarse

Entre quienes opinan que es mejor dejar este año a un lado la inversión en materias primas figura Deutsche Asset & Wealth Management. En la última revisión de activos de la gestora lo dicen claramente sus analistas: “Basándonos en el entorno económico, no vemos una oportunidad de inversión por fundamentales en las commodities”. De hecho, aportan una serie de factores que creen que van a presionar los precios a la baja: el renacimiento energético en EE.UU, la reestructuración de la economía china y las bajas expectativas de inflación. En cambio, consideran que las tensiones geopolíticas sí pueden dirigir flujos de inversión hacia el oro, como activo refugio.

En la última actualización de su Reloj de la Inversión, Fidelity utilizó argumentos similares – exceso de capacidad, fortaleza del dólar y ralentización del crecimiento chino- para infraponderar materias primas en sus carteras. “Consideramos que la fortaleza reciente se encuentra motivada por la oferta y que es temporal”, afirma Trevor Greetham, director de asignación de activos de la firma.

Candriam también muestra una opinión negativa: piensan que los precios de las materias agrícolas se han frenado, que las vinculadas a la actividad industrial reflejan un exceso de capacidad frente a la demanda existente, que el oro podría ser penalizado por las subidas de tipos programadas por los bancos centrales y que, por último, los precios del crudo deberían estabilizarse dado que la producción de países no miembros de la OPEP (EE.UU. y Canadá) compensa a los productores de petróleo pertenecientes a la organización.