La agencia apunta que se están volviendo más defensivos
Los fondos de inversión centrados en instrumentos del mercado monetario están afrontando “desafíos materiales”, según advierte Fitch Ratings, que subraya los mercados crediticios volátiles, las incertidumbres de la eurozona, los tipos de interés históricamente bajos, la falta de oferta de activos y las reformas regulatorias que están por venir como principales retos para los gestores de este tipo de productos.
Según publica Funds Europe, la agencia de calificación espera que los gestores estadounidenses estén en una posición defensiva pero dice que la perspectiva depende de las condiciones de crédito de los emisores financieros internacionales, dada la ausencia de emisiones en el sector no financiero. Y es que, debido a la crisis de la eurozona, los gestores estadounidenses han reducido o eliminado su exposición a las instituciones financieras europeas. A cambio, han aumentado sus niveles de liquidez y también sus posicoines sobre los bonos del Tesoro estadounidenses.
Y Fitch afirma que este estadio defensivo con respecto al crédito tiene muchas probabilidades de mantenerse a lo largo del próximo año. De ahí que, ante el actual escenario de aversión al riesgo, sean muchas las gestoras, tanto internacionales como españolas, que estén volviendo a apostar por este tipo de fondos monetarios para atraer a unos inversores más cautelosos.
Por otro lado, los gestores de fondos monetarios europeos esperan mantener sus grandes posiciones de liquidez a corto plazo en sus carteras, como método de protección contra la recesión y los riesgos derivados de la crisis de deuda soberana. En España, como publicó Funds People, los gestores de fondos monetarios están aprovechando la crisis de deuda para incrementar la exposición de sus carteras a deuda pública española, muy rentable tras las últimas subastas y sobre todo en las emisiones de corto plazo, si bien también están aprovechando la alta rentabilidad que ofrecen los depósitos bancarios. Algunos gestores también se interesan por la deuda de las entidades financieras, que incluyen en sus carteras monetarias, pues los movimientos de la deuda pública se trasladan a la curva de deuda del sector financiero.