Estamos en plena campaña navideña y con ella han llegado las compras, los viajes, los regalos, las fiestas… En resumen, un buen momento para el consumo. Para un inversor que quiera aprovechar esta tendencia resulta imprescindible estar bien posicionado y si es en EEUU mejor que en Europa. Según publica Expansión, sólo en Acción de […]
Estamos en plena campaña navideña y con ella han llegado las compras, los viajes, los regalos, las fiestas… En resumen, un buen momento para el consumo. Para un inversor que quiera aprovechar esta tendencia resulta imprescindible estar bien posicionado y si es en EEUU mejor que en Europa. Según publica Expansión, sólo en Acción de Gracias y el ‘Black Friday’ 226 millones de estadounidenses se gastaron 52.400 millones de dólares, una cifra récord que supone un incremento del 16,4% con respecto a 2010. El dato anticipa una buena temporada navideña, si bien esta no es la única tendencia relacionada con el consumo que conviene tener en cuenta. El aumento de la demanda en los mercados emergentes o la resistencia del sector del lujo a los efectos de la crisis económica son aspectos que les gusta especialmente a los gestores a la hora de elaborar sus estrategias.
Una cartera con un enfoque global y con un importante peso en EEUU sería el Global Consumer Industries Fund de Fidelity. Su gestor, Nicola Stafford, no tiene restricciones formales en términos de ponderaciones sectoriales o geográficas, ni tampoco limitaciones en cuanto al sesgo de capitalización del mercado. Actualmente, su apuesta por empresas de consumo estadounidenses es abrumadora, al dedicarle un peso en la cartera del 41,6%. Entre sus inversiones aparecen multinacionales con una importante presencia a nivel mundial, como Procter & Gamble, Coca-Cola, McDonalds o Nestlé.
Tampoco conviene olvidar que una de las claves de la buena marcha del consumo es el aumento del poder adquisitivo de las familias en los países emergentes, sobre todo en Asia y, más concretamente, en China, una tendencia que aprovechan la mayoría de los fondos globales que apuestan por esta estrategia. En este sentido, algunos fondos como el JPM Global Consumer dedican hasta el 80% de la cartera a la inversión en marcas globales afincadas en mercados desarrollados con una fuerte exposición a los emergentes. “Aunque el posicionamiento en empresas de EEUU y Europa pueda parecer sorprendentemente elevado teniendo en cuenta las pesimistas previsiones económicas para estas regiones, son las fuentes geográficas de los beneficios de estas compañías las que están en nuestra mente”, aseguran los gestores de este fondo. “A veces encontramos una compañía local emergente que tiene una ventaja sobre una multinacional de un mercado desarrollado o viceversa, lo que ilustra la importancia de mantener un esquema global para aprovechar las oportunidades”, señalan.
Este tirón de la demanda emergente beneficia especialmente al sector del lujo. Los expertos destacan la buena evolución de este mercado, con empresas como Richemont creciendo en ventas a un ritmo del 30% hasta septiembre. Para apostar por este sector existen fondos especializados. Pictet Premium Brands incluye en su cartera empresas con marcas de gama alta en lujo convencional (Hermés o Cartier); vehículos (Porsche o BMW); artículos deportivos y bebidas (Cointreau, Laurent Perrier); alimentos (Lindtt); hoteles (Hyatt); e incluso colchones (Tempir Pedic). El gestor de este fondo, Laurent Belloni, explica que la Navidad representa el 30% de los beneficios de empresas como LVMH, Burberry o Coach, empresas que este año prevén superar sus previsiones. Y para el año que viene se espera que el mercado del lujo crezca entre el 7% y el 8%.
Según este gestor, en el actual contexto económico, “mientras se recorta gasto, incluso en necesidades básicas como la alimentación, las compras de marcas de gama alta son famosas por su resistencia a los altibajos”. Además, se da la circunstancia de que el exceso de efectivo puede dar lugar a un aumento del ratio del pago por dividendo y de que el número de fusiones y adquisiciones siga creciendo como lo ha venido haciendo desde 2010, sin que se descarte ver conglomerados asiáticos comprando marcas occidentales de gama alta.