Los fondos y planes españoles afrontan la guerra con máximo de exposición a renta variable

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Foto: Markus Spiske on Unsplash

La previsible normalización de los tipos de interés, las altas valoraciones en el mercado de renta fija y la dificultad de conseguir rendimientos reales positivos en un contexto de alta inflación son algunas de las razones que han convertido a la renta variable en la previsible ganadora de los inversores que invierten a largo plazo.

Cada vez son más los inversores que han optado por elevar su perfil de riesgo incluyendo en la cartera productos que invierten todo o al menos parte de su patrimonio en renta variable. De hecho, según los datos de Inverco al cierre de 2021, las categorías que acumularon un mayor crecimiento de partícipes fueron las de renta variable, con alzas de dos dígitos muchas de ellas. Esa tendencia se notó también en los planes de pensiones ya que el crecimiento en el número de partícipes en planes de pensiones de renta variable creció un 9%, el doble que en los fondos mixtos.

Este aumento de partícipes se vio acompañado por un incremento en los activos bajo gestión de los productos de riesgo que se beneficiaron de suscripciones netas positivas y también del buen comportamiento de los mercados. Todo ello ha elevado el peso que la renta variable tiene en la actualidad en las carteras de estos productos de inversión a largo plazo.

En concreto, según se recoge en el Informe anual de Inverco de 2021, el peso de la renta variable en las carteras de fondos españoles ha pasado del 14,3% al 15,8%, marcando un nuevo máximo.  "La renta variable doméstica permanece idéntica, mientras que se produce un incremento en la renta variable internacional que en los últimos siete años ha incrementado su ponderación 5,2 puntos porcentuales. No obstante, la exposición total a acciones es muy superior, si incluimos la exposición indirecta a través de las IIC en cartera, cuya ponderación supera el 34% del total", apuntan en el informe. Por el contrario, el peso de la renta fija ha caído del 45 al 40,9%.

El ahorro a largo plazo, más centrado en bolsa

Estas cifras son sin embargo muy inferiores a las que se observan en las carteras de fondos de pensiones, cuya exposición a bolsa sigue siendo muy superior a la que se ve en fondos. De hecho, estos productos invierten de media el 41,7% de su cartera en bolsa, principalmente internacional. Superan así por primera vez el nivel del 40% mientras que destinan apenas el 38,1% a activos de renta fija.

Sin embargo, habrá que ver si esa rotación que en los últimos años han hecho inversores y gestores hacia activos de riesgo se mantiene de cara a un año como 2022 marcado ya por la guerra entre Rusia y Ucrania, que puede poner nerviosos a muchos inversores poco acostumbrados a la volatilidad. De momento, la máxima que dan las entidades en estos días es la de cautela y la de no tomar decisiones de inversión de forma precipitada a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos y sobre todo cómo afectan a las previsiones de crecimiento y a la inflación.

"Al margen de la gravísima situación humanitaria y política, la principal preocupación de los mercados es el hecho de que una mayor inflación, consecuencia del conflicto bélico, pudiera llevar a un endurecimiento de la política monetaria aún mayor de esperado", explican desde A&G Banca Privada. Sin embargo, no es ese el escenario principal. No hay que olvidar detrás de esa normalización monetaria está también la necesidad de que se produzca sin alterar el crecimiento, el mismo que ahora vuelve a sentirse a amenazado en estos tiempos de guerra.