Posicionados para más dolor: el pesimismo de los gestores sigue a la baja

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El sentimiento inversor de los gestores se sigue hundiendo mientras la bolsa estadounidense entra oficialmente en un mercado bajista. Según el Fund Manager Survey de BofA correspondiente a junio, los gestores no estaban tan infraponderados en renta variable desde mayo de 2020.

El pesimismo también se detecta en la visión macroeconómica. El optimismo con las perspectivas de crecimiento está en mínimos históricos desde 1994. Los temores a un entorno de estanflación en máximos desde junio de 2008. A nivel corporativo, los gestores ven las peores perspectivas desde septiembre de 2008, cuando cayó Lehman Brothers.

Y este sentimiento se está traduciendo en unas carteras posicionadas para la cautela. En términos absolutos, las mayores sobreponderaciones están en liquidez, el sector salud, materias primas, energía y banca. Por el contrario, las mayores infraponderaciones están en bonos, consumo discrecional y utilities. También están muy pesimistas con el sector tecnológico y la renta variable en general si se compara con la media histórica.

La Fed no puede frenar la retirada

Curiosamente, según el Fund Manager Survey de junio, los niveles de caja cayeron ligeramente, del 6,1% al 5,6%. Incluso hubo una pequeña rotación hacia bonos, tecnología, bolsa de la zona euro y emergentes este mes. Pero hay que tener en cuenta que la encuesta se llevó a cabo antes de que el dato de la inflación de mayo de.EE.UU: hiciese desaparecer cualquier esperanza de una Reserva Federal más relajada.

De hecho, todo lo contrario. La previsión del mercado es que la Fed tendrá que ser aún más agresiva. Que, incluso una subida de tipos de 50 puntos básicos en esta próxima reunión supondría que el banco central estaría por detrás de la curva. Ahora mismo los gestores encuestados por BofA esperan que la Fed suba tipos 7,6 veces en este ciclo.

El problema es que aún no se dan las condiciones para pensar en una capitulación cercana. Es cierto que la mayoría de los indicadores que usa BofA apuntan a que sí (niveles de liquidez, fuerza de la economía), pero hay otros tantos que no. Por ejemplo, los flujos a renta variable. Otra señal importante que indica que puede haber más dolor aún es que los gestores siguen esperando subidas de tipos en el corto plazo. Generalmente cuando llega el punto de inflexión el mercado espera que los bancos centrales corten tipos.