Se denomina activos reales a dos estrategias que se engloban dentro de los mercados privados. Si en el universo de mercados privados contamos con cuatro estrategias diferentes: private equity, deuda privada, real estate e infraestructras, estas dos últimas se las conoce también como activos reales.
Los activos reales son bienes físicos o tangibles cuya propiedad puede adquirirse y venderse en un futuro. Se trata, así lo detalla este post de Openbank, de activos que están ligados a la evolución de la economía real y que constituyen una fuente de diversificación para las carteras.
Qué características presentan los activos reales
Si bien cada uno tiene su propia estructura y características, una que es común es que les hacen especialmente idóneos como cobertura frente a la inflación. Ante periodos inflacionistas tanto infraestructuras como real estate consiguen rentabilidad a través de la revalorización de los propios activos. Otra de sus fuentes de rentabilidad es, en el caso del real estate, las rentas; y si hablamos de infraestructuras, los ingresos recurrentes.
Inflación y activos reales: ¿correlación?
Basta con ver la evolución de la rentabilidad que han tenido infraestructuras y real estate en los diferentes entornos de inflación por los que ha atravesado la economía en los últimos años. En el caso de las infraestructuras, en promedio, desde 2005 hasta 2022, la inversión en infraestructuras superó a los mercados públicos en rentabilidad cuando hubo una alta inflación. Esta diferencia fue más pronunciada cuando la alta inflación se combinó con un bajo crecimiento del PIB.
Impacto de la inflación y los tipos de interés en el real estate
Partiendo del escenario base que nos encontramos, donde prevalecerá el marco de política y los objetivos de inflación, que se conoce como higher for longer. Nos ofrece un contexto donde unas tasas de interés más altas significan que los inversores recibirán un mayor rendimiento en las inversiones inmobiliarias.
El sector inmobiliario suele ofrecer una prima de liquidez o rendimiento en comparación con los bonos del Estado para compensar a los inversores por el mayor riesgo de la inversión inmobiliaria ya que hablamos de inversiones más ilíquidas que otros activos financieros. Por ello, la inversión en este tipo de activos se recomienda en el largo plazo, lo que ayuda a ofrecer rendimientos más estables en el tiempo por la menor rotación de las carteras.
Analizando la rentabilidad inmobiliaria en 26 mercados de todo el mundo desde 1980, observamos que el sector inmobiliario ofrece una protección contra la inflación del 90% y que, para un punto porcentual de inflación, los rendimientos inmobiliarios crecieron 0,9 puntos porcentuales.
Si te interesan los activos reales, te recomendamos leerte el módulo: Activos reales: qué son y por qué ganan importancia en contextos inflacionistas de FundsPeople Learning en la colaboración de UBS AM.