¿Qué diferencias existen entre los fondos de retorno total y retorno absoluto?

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Sean Loosier, Flickr, Creative Commons

Buscar estrategias descorrelacionadas con el mercado ha dejado de ser una opción para convertirse en una obligación para muchos inversores que tratan de diversificar sus carteras con estrategias descorrelacionadas. Las fuertes turbulencias registradas por la renta variable en este arranque de año y el difícil escenario que afronta la renta fija en un entorno de subida de tipos en EE.UU. hace que sean muchos los que busquen en las estrategias no direccionales la manera de reducir el riesgo de sus inversiones. Es indudable que el interés por las estrategias de preservación de capital han aumentado y que los fondos de retorno total (total return) y retorno absoluto (absolute return) se han situado en primer plano. Sin embargo, a menudo ambas estrategias se confunden y el inversor no siempre tiene claras cuáles son las diferencias entre ellas. De hecho, en ocasiones los inversores utilizan los términos ‘total return’ y ‘absolute return’ como si fueran sinónimos, cuando en realidad no lo son.

Ambos estilos de gestión juegan con un universo muy amplio de activos, si bien sus políticas de inversión son netamente diferentes. Según explica Santiago Daniel O’Davoren, director de productos de inversión de Deutsche Bank, la principal diferencia estriba en que, mientras los de total return participan de la evolución general de los mercados con mucha flexibilidad en su asignación de activos, los de absolute return, con igual flexibilidad, tratan de eliminar cualquier relación con ellos. “Las estrategias de retorno total tienen como objetivo la preservación del capital, para lo cual invierten con total libertad tanto en la elección de activos como en el asset allocation. A diferencia de los productos tradicionales de gestión activa, los fondos de total return se gestionan sin compararse frente a ningún índice de referencia. La filosofía que subyace es que gestionar contra un benchmark puede aportar ventajas comerciales pero no añade nada en cuanto a rentabilidad. Cuanto menores sean las limitaciones que tenga un gestor, mejores los resultados potenciales del fondo”, asegura.

En cuanto a los fondos de retorno absoluto, el experto indica que son más escasos, heterogéneos y difíciles de clasificar. “En el pasado, pertenecían al mundo de los hedge funds, si bien los cambios en la directiva UCITS III han permitido su expansión. Al igual que las estrategias de retorno total, los fondos de retorno absoluto invierten con total flexibilidad en mercados y activos, incluso con apalancamiento. La principal característica de este tipo de inversiones debería ser la búsqueda de retornos no correlacionados de los mercados. Para ello, es frecuente la utilización de estrategias long-short, de arbitraje o similares. Se podría decir, tal y como indica el documento CESR/10-673 sobre clasificación de fondos para los KIID, que las estrategias total return están orientadas a la consecución de un objetivo de rentabilidad mientras que las de absolute return se gestionan contra un objetivo o presupuesto de riesgo”, señala O’Davoren.

Una de las principales diferencias entre las estrategias de retorno total y retorno absoluto estaría en el coeficiente R2, ratio que indica qué porcentaje de la rentabilidad del fondo viene explicado por la rentabilidad del mercado. De acuerdo con un estudio publicado por O’Davoren en la revista de Funds People, los fondos de total return presentan una mayor correlación histórica con el mercado, mientras que en las estrategias de absolute return esta sería notablemente inferior. Lo mismo ocurriría con la beta, que sería mayor en el caso de las estrategias de retorno total y cercana a cero en los fondos de retorno absoluto. Amadeo Alentorn, gestor de retorno absoluto en Old Mutual, va incluso más allá al asegurar que en un fondo de retorno absoluto no debería haber beta. “Beta -o exposición de mercado- es fácil y barata de obtener, ya sea a través de ETF, index trackers, u otros instrumentos. La función de un fondo de retorno absoluto dentro de una cartera debería ser proporcionar una fuente de rentabilidad completamente independiente de los activos tradicionales para diversificar el riesgo”.

Es decir: se debería esperar de los fondos de retorno total una mayor correlación con la evolución de los mercados, mientras que esta sería inferior en el caso de los productos de retorno absoluto. Sin embargo, el inversor debe tener muy en cuenta que en este tipo de estrategias resulta crucial hacer un análisis pormenorizado de cada fondo (ratios, filosofía, estrategia, resultados obtenidos...), ya que la denominación de un producto no es garantía de su comportamiento. "Los fondos de total return, por mucho que se empeñen los departamentos de marketing de las gestoras, están expuestos a los vaivenes de los mercados. Resultaría sorprendente encontrar un fondo total return con rentabilidad positiva en un año de caídas en bonos y bolsa. En el caso de los fondos de absolute return, es habitual encontrarse con fondos que incluyen este términoen su nombre comercial, cuando en realidad no demuestran seguir tal estrategia", indica O'Davoren.

Por ese motivo, el análisis exhaustivo de cada producto es particularmente importante, muy especialmente en el caso de las estrategias que dicen ser capaces de conseguir rentabilidades positivas en cualquier entorno de mercado, más aún si cabe teniendo en cuenta que la dispersión de resultados entre las distintas estrategias que integran la oferta de productos de retorno absoluto es elevada. Los fondos de retorno absoluto no son una solución mágica, pero sí una solución interesante en términos de rentabilidad ajustada al riesgo. No obstante, a la hora de seleccionar el producto concreto conviene ser muy cuidadoso puesto que existe una gran dispersión de rentabilidades entre gestores buenos y malos. Son estrategias cuyo resultado depende más de la habilidad del gestor. La gestión del riesgo es especialmente importante cuando tu benchmark es la liquidez y no puedes abrazarte al índice”, afirma Sasha Evers, director general de BNY Mellon IM para Iberia.

Puede consultar el manual sobre cómo se construye una estrategia de retorno absoluto.

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