La Fed sorprendía en su última reunión con un tono más hawkish. Se vuelve a entonar este término en cualquier tertulia económica que se precie, pero qué significa tono hawkish y qué implicaciones tiene para la economía. Primero de todo, traduzcamos, ya que el argot financiero está lleno de anglicismos, y uno de ellos es hawkish, que viene de la palabra hawk, que significa halcón. Explicamos el concepto en el Glosario de FundsPeople.
A quiénes se les califica como halcones
En política monetaria el control de la inflación es clave para mantener el bienestar de una economía. Pero el control de expectativas lo es más, sobre todo, para mantener en calma a los mercados. Por eso, los responsables de los bancos centrales utilizan su discurso como indicador adelantado de lo que puede venir en sus políticas. Volvamos a la inflación.
Si bien hace unos meses ésta brillaba por su ausencia, en los últimos tiempos, -y al calor de una recuperación económica ligada, sobre todo, a la ansiada vuelta a la normalidad después de la crisis sufrida por el COVID-19-, su repunte ha sido notorio. Aunque el último Fund Manager Survey de BofA, prevé una inflación transitoria, el escenario inflacionista ha provocado que se vuelva a hablar del término hawkish.
Se utiliza el término hawkish cuando los bancos centrales se muestran dispuestos a comenzar con una política más restrictiva. La última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en sus siglas en inglés) de la Reserva Federal de EE.UU. ha puesto en la mesa esta posibilidad al hablar de una subida de tipos por primera vez desde el estallido de la pandemia, en contra posición a la política acomodaticia de los últimos años.
Los partidarios de una política más hawkish (halcones en castellano) son aquellos que se preocupan principalmente por el potencial impacto de los tipos de interés en relación con la política fiscal. Por ello, los halcones están más predispuestos a permitir que los tipos de interés suban para mantener la inflación bajo control.
Características propias de un halcón
Su objetivo es mantener la inflación bajo control y para conseguirlo suelen estar a favor de unos tipos de interés relativamente altos si con esto se consigue tal fin. Es decir, se preocupan menos por el crecimiento económico y focalizan su inquietud en la posible presión recesiva que provocaría altas tasas de inflación.
¿Qué consecuencias tiene un tono hawkish?
Ante un escenario de tipos de interés altos los préstamos se vuelven menos atractivos, ya que las condiciones a los consumidores se endurecen. De ahí, que éstos sean menos propensos a hacer grandes compras o a pedir créditos. La falta de gasto equivale a una menor demanda, lo que ayuda a mantener los precios estables y evitar la inflación.
Del mismo modo, al estar en un contexto donde los préstamos son más caros debido a unos tipos de interés altos, la tasa de ahorro de empresas y hogares aumenta. Por el contrario, los bancos son más propensos a prestar dinero, ya que las rentabilidades que generan son más atractivas que con un escenario de tipos bajos.
Una economía con tipos de interés altos también provoca que la divisa de esa economía se revalorice. En este sentido, el comercio internacional también se ve afectado. Si sus socios comerciales no realizan movimientos en este sentido, la economía que tiene tipos altos gozará de importaciones más baratas.
Identificamos a los personajes con posturas más hawkish en política monetaria
Aunque los responsables de ejecutar la política monetaria pueden mantener diferentes opiniones según el contexto en el que nos encontramos, hay personajes que se identifican claramente con una postura hawkish como son:
- Paul A. Volcker, economista norteamericano, que presidió la Reserva Federal de EE.UU. entre 1979 y 1987. Volcker adoptó una decidida política antiinflacionaria que tuvo serios efectos depresivos sobre la economía estadounidense.
- En 1987, Alan Greenspan fue quien sustituyó a Paul Volcker. Greenspan fue partidario de mantener los niveles de precios estables incluso si esto suponía perjudicar al crecimiento económico. Durante su mandato anunció diversos aumentos de los tipos de interés, aunque con el tiempo su postura se tornó más blanda.
- Si miramos al Viejo Continente, en el imaginario colectivo seguro que aún está grabado la subida de tipos parte de Jean Claude Trichet en plena crisis subprime en 2008. Trichet sucedió a Wim Duisenberg, primer presidente del BCE, en 2001 y estuvo en el cargo hasta 2011.