Gráficos que pueden mostrar los asesores a esos inversores que quieren claudicar en bolsa europea

Europa, euro
Firma: Christian Lue (Unsplash).

Se cumplen 20 días, solo 20 días, desde que Rusia iniciara la guerra contra Ucrania. En este tiempo, la incertidumbre que siempre despierta una guerra, más si hay una amenaza nuclear de por medio, ha provocado fuertes ventas en los mercados de acciones y compras en la renta fija y materias primas. Estas últimas no solo motivadas por esa condición de refugio sino como cobertura ante una inflación que no deja de crecer.

Si bien esas ventas de acciones se están produciendo en todas las plazas, es en Europa donde las caídas son mayores. No en vano, es la región que se espera que más sufra las consecuencias de la guerra. "Los efectos económicos para Europa serán duros: más inflación, menos crecimiento. La inflación ya estaba afectando antes del conflicto y con esto, al subir el petróleo y los cereales empeora la situación. Habrá que subir los tipos de interés para parar la inflación. Ese será el coste a pagar", explica Mario Weitz, director general de Consulta Abierta y exconsejero del FMI, además de miembro del Claustro de IEB.

Una rotación de Europa a EE.UU.

De hecho, en los últimos días se ha vuelto a hablar y mucho de la posibilidad de que entrar en un entorno de estanflación que no es otra cosa que estancamiento económico e inflación disparada. Una situación que, según explican en Singular Bank, "dificultaría la toma de decisión de los bancos centrales por su papel más limitado a la hora de frenar las presiones inflacionistas de oferta".

Ese riesgo no es exclusivo de Europa, y de ahí que se esté notando en todos los mercados de renta variable. De hecho, según los datos BoFa Securities, en la primera semana de la Guerra los fondos de bolsa sufrieron los mayores reembolsos semanales desde al menos 2004.  Y en la segunda semana, la pasada, se registró los reembolsos semanales de fondos de renta variable europea históricos.

Sin embargo, el hecho de que ésta sea una guerra que se libra en suelo europeo sí deja al Viejo continente en el puesto número de 1 de la lista de destinos que eliminar de las carteras. No en vano, solo en el último mes, las pérdidas en índices europeos son el doble que las vistas en los estadounidenses. "Ni a los norteamericanos ni a su economía les perjudicaría, la gran perjudicada sería Europa. Y eso lo saben los analistas estrategas e inversores, así que el renta variable el lugar más seguro donde estar si Putin lanzar el órdago sería en renta variable norteamericana", explicaba recientemente Víctor Álvargonzalez, socio director de Nextstep. Al fin y al cabo, los índices de EE.UU. tienen más peso a sectores defensivos como son el de la tecnología, consumo o salud, mientras en Europa son los sectores cíclicos los que más tiran del índice.

El margen de los 30 días

Surge entonces la pregunta: ¿es momento de claudicar en renta variable europea? La respuesta es que no, siempre que se tenga un horizonte de inversión que vaya más allá de los próximos doce meses y que el objetivo de inversión no haya variado. Javier Galán, director de renta variable de Renta 4, mostraba en una reciente presentación un gráfico, el que figura a continuación, en el que se aprecia cómo a partir de un determinado plazo de inversión la opción de perder dinero invirtiendo en renta variable es del 0%.

Además, según han defendido en las últimas semanas no pocas gestoras las caídas vistas en los mercados en otros conflictos geopolíticos han acabado dándose la vuelta en plazos no tan largos. "Si atendemos al conflicto generado por la Anexión de Crimea por parte de Rusia que es el conflicto más reciente y que además es el más similar, al tratarse de los mismos actores: como vemos, las bolsas corrigieron dentro de los 30 días previos al conflicto, pero posteriormente siguieron su tendencia alcista, especialmente en EEUU. En ese momento, la comunidad internacional también impuso fuertes sanciones a la economía rusa”, explica Ibercaja Gestión en un reciente comentario de mercado.

Y amplía ese análisis a otros conflictos políticos que arrojan también resultados positivos una vez se superan los momentos de máxima tensión.  "Si ampliamos nuestro análisis a un número mayor de eventos geopolíticos, vemos que las conclusiones son similares: un impacto inicial negativo, que posteriormente se va recuperando conforme pasan las semanas", explica.

No obstante, la clave de que la estadística se repita o no con esta guerra estará sobre todo en la duración de la misma ya que a mayor duración, mayor impacto económico y mayor dificultad para recuperarse de los números rojos vistos los últimos días. Por no mencionar los mayores dramas, los que se están produciendo en la población ucraniana.