¿Hacia dónde se dirige la cotización del euro-dólar?

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Foto: Killerturnip, Flickr, Creative Commons

Europa ha estado en el epicentro, tanto geográfico como económico, de la invasión rusa de Ucrania. La dependencia de la región del gas ruso, y de Alemania en particular, contrasta con el resto del mundo. El aumento de los precios de la energía ha supuesto una carga importante para los hogares y la industria, lo que ha provocado un escenario de crecimiento poco alentador. La economía estadounidense es mucho más autosuficiente en lo que respecta a los mercados de materias primas clave, en particular el gas natural.

El aumento de la inflación en la energía y los alimentos está teniendo consecuencias negativas a nivel mundial para el crecimiento. Esto está dando lugar a una creciente destrucción de la demanda en muchas economías a medida que los bancos centrales endurecen su política. En este entorno, los inversores buscan la seguridad del dólar estadounidense. Acumulan efectivo en dólares y venden euros. Es lo que explica en buena medida que el billete verde se haya fortalecido en todos los aspectos en 2022, con el índice dólar subiendo casi un 10% en lo que va de año.

La visión de Schroders

Tal y como indica Robbie Boukhoufane, gestor de Schroders, la mayoría de los bancos centrales se están apresurando a aplicar tipos neutros para contener la inflación. Sin embargo, la Reserva Federal se está moviendo mucho más rápido que el BCE, lo que ha llevado a un diferencial de tipos de interés de alrededor del 3% basado en los tipos de mercado actuales. “Esta ventaja de rendimiento del 3% a favor del dólar está induciendo a los inversores a depositar su dinero en efectivo en dólares, especialmente en un mundo marcado por tanta incertidumbre económica y geopolítica”, explica.

Ante la nueva paridad euro-dólar, que no se veía desde hace 20 años, cabe preguntarse hacia dónde se dirige el tipo de cambio. De acuerdo con el experto, el mercado de divisas ya está descontando un escenario de crecimiento pesimista para Europa. Pero si el racionamiento de gas se convierte en una realidad, la tendencia del euro frente al dólar será aún más negativa. “El camino para que Europa se desprenda del gas ruso no es sencillo y no hay una solución rápida. La desafortunada realidad es que Vladimir Putin tiene en sus manos muchas de las bazas en cuanto a la capacidad de Europa de almacenar suficiente gas para el invierno”, afirma.

De cara al futuro, a medida que los datos económicos se debilitan y la inflación cae, cualquier señal de que el banco central estadounidense está cerca de alcanzar el punto máximo de ajuste aliviará parte de la presión alcista sobre el dólar. “Sin embargo, todavía no hemos llegado a ese punto”, reconoce Boukhoufane.

La visión de Pictet Wealth Management

El escenario macro central de Pictet Wealth Management sigue siendo que la eurozona experimentará una recesión leve el año que viene, aunque reconocen que en este estado de cosas aumenta la probabilidad de que sea más severa por el riesgo de racionamiento de la energía y la elevada presión inflacionaria, que continúa exprimiendo las rentas reales.

En el peor de los casos, si asumimos que los temores de recesión inminente impiden que el BCE aumente su tasa de depósito más allá del 0,25% que ha señalado para este julio y la Reserva Federal cumple con su guía, que apunta a tipos al 3,5% para fin de año, el euro puede caer a 0,94 por dólar. Sin embargo, el mercado y nuestro análisis apuntan a un resultado menos severo", estima Luc Luyet, economista de la banca privada suiza.

El experto recuerda que en junio de 2001 el euro cayó un 27% por debajo de las estimaciones de valor razonable a largo plazo frente al dólar. "Una repetición implica un tipo de cambio a 0,93, e incluso menor por el teórico anterior a la creación de la moneda única. Una tercera posibilidad es el período pasado en que el euro cayó más rápido frente al dólar desde su creación en 1999. Utilizando dicha metodología podría llegar a 0,92”.

Con todo, en la firma creen que los temores del mercado pueden no materializarse completamente. "Se están pasando factores que respaldan al euro (como mejoras en los flujos netos de capital hacia valores de la eurozona). Pero somos cautelosos a corto plazo dados los importantes riesgos a la baja. Nuestra proyección de tres meses es cambio a 1,00 y a seis y 12 meses 1,05 y 1,09, respectivamente. Los reevaluaremos tras la próxima reunión del BCE el 21 de julio”, revela Luyet.