Hacia dónde va la inflación: dos indicadores que nos hacen pensar que la batalla realmente está ganada ya

Firma: Florian Klauer (Unsplash).

El dato de inflación procedente de Estados Unidos de enero fue un jarro de agua fría a un mercado que este año solo piensa en las bajadas de tipos de interés. El consenso esperaba que el primer IPC de 2024 se situara por debajo del 3% por lo que, a pesar de que la cifra fue mejor que la de diciembre de 2023, el 3,1% correspondiente al mes de enero fue una sorpresa negativa. Pero en opinión de Ana Gil, directora de inversión del equipo de renta fija de M&G, un dato mensual más pegajoso de lo esperado no altera en absoluto la tendencia a la baja que está mostrando la inflación.

Y Gil se apoya en un indicador técnico que ha demostrado una correlación casi perfecta con la inflación: la liquidez en el sistema adelantado 18 meses. Como vemos en el gráfico que comparte la experta, la ingente cantidad de liquidez que se inyectó en 2020 se tradujo año y medio después en unas subidas de precios de la misma envergadura. Y ahora sucede lo contrario, a medida que los bancos centrales han aplicado políticas monetarias más restrictivas así ha bajado el IPC. “Realmente el riesgo ahora es el contrario, que entremos en terreno de deflación”, reconoce Gil.

Qué dicen los datos a tiempo real

Esa ralentización de las subidas de precios se aprecia aún más si miramos los datos a tiempo real. Según la información propia que maneja State Street a través de PriceStats, que analiza miles de precios en 60 países para producir su propia medición de la inflación en 24 países, en enero influyó un valor atípico en las utilities. Pero sería solo eso, una cifra atípica en medio de una tendencia más clara hacia una menor inflación.

En Estados Unidos la inflación prácticamente ha vuelto a niveles normales y desde luego no está en un punto que deba hacer a la Reserva Federal pensar en subir tipos”, afirma Michael Metcalfe, responsable de Macro Strategy de State Street. De los 10 indicadores que usan en State Street, incluyendo PriceStats, siete están ya en terreno “normal”. “Por eso no creo que nos debamos preocupar demasiado por el dato de enero, no ha habido un cambio estructural”, defiende.

Y así parece que se está cumpliendo. Como comenta Jake Jolly, macroeconomista de BNY Mellon IM, el dato de febrero, en el 2,8%, estuvo en línea con el consenso, “pero al estar en línea con las expectativas se confirmó que los datos de inflación empiezan a ser más irregulares, lo que puede suponer un reto para los mercados”. Y también lo lee Jolly de los últimos comentarios del presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic. "Las últimas lecturas de la inflación han demostrado que esto no va a ser una marcha inexorable que nos lleve inmediatamente al 2%, sino que más bien va a haber algunos baches en el camino", dijo Bostic el jueves pasado. “También reiteró su opinión de que probablemente será apropiado empezar a recortar los tipos este verano, basándose en sus perspectivas de inflación, según informa Bloomberg”, subraya Jolly.